Bielorrusia - Polonia: la nueva frontera de la desinformación
- Analizamos cada jornada los bulos que circulan en redes sociales
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La crisis de la frontera entre Bielorrusia y Polonia es también la nueva frontera de la desinformación interesada. Circulan bulos sobre lo que sucede pero, más allá de contenidos falsos concretos, lo que se ha puesto en marcha es toda la maquinaria de propaganda habitual en los conflictos entre dos estados, que utilizan a sus medios oficiales para expandir argumentarios. Recogemos la opinión de corresponsales de RTVE y especialistas para comprender las claves del enfrentamiento y explicarte cómo te llega información que te puede estar manipulando.
¿Hay bulos y propaganda?
Desde que este verano se inició la crisis de los migrantes que intentan pasar desde Bielorrusia a Polonia, los periodistas independientes encuentran dificultades para contar lo que está pasando y las imágenes y versiones que llegan se canalizan sobre todo a través de medios oficiales de ambos países que gozan de muy poca credibilidad, según Reporteros Sin Fronteras. En este contexto los bulos fluyen con más rapidez y los expertos internacionales interpretan que se está utilizando a los inmigrantes en un juego político mucho más amplio.
En redes hemos encontrado por ejemplo esta foto de una mujer iraquí besando la mano de una policía difundida como si correspondiera a la crisis actual. Es un bulo. En realidad la imagen se captó en agosto de 2015 en la frontera de Macedonia con Grecia. También carece de pruebas la afirmación del presidente bielorruso, Aleksander Lukashenko, acusando a Polonia de desplegar “tanques Leopard” contra los migrantes. El Ministerio de Defensa polaco lo ha desmentido y no hay imágenes del despliegue de carros de combate contra las personas agolpadas en la frontera. Por parte polaca, las autoridades amenazan con la cárcel a los migrantes que logren cruzar la frontera mediante mensajes no deseados a sus teléfonos móviles, mensajes que algunos turistas extranjeros en Polonia también han recibido y que han reportado a medios internacionales y a grupos de defensa de los derechos humanos. Una página oficial del gobierno polaco los reproduce, entre ellos el que dice “No tomes pastillas o medicamentos que te den en Bielorrusia. Podrías ser envenenado”. En conversación con VerificaRTVE, el corresponsal de RTVE en Berlín, Miguel Ángel García, concluye que “se trata de una guerra de propaganda total y absoluta”.
¿Qué está pasando?
A finales de agosto de 2021, el Gobierno de Polonia declaró que había detectado un incremento importante de migrantes procedentes de Bielorrusia y anunció que iba a reforzar la frontera con alambre de espino. El 2 de septiembre decretó el estado de emergencia en la zona y creó una zona de exclusión de 3 kilómetros. Desde entonces la presencia de migrantes -sobre todo de Irak, Siria y países limítrofes- se ha incrementado en el lado bielorruso. Pero no hay cifras claras: el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informa de que 2.000 personas estaban retenidas en la frontera el 11 de noviembre. En una entrevista en la radio pública polaca, el portavoz del “Ministerio de Servicios Especiales” de Polonia, Stanisław Żaryn, dijo que la cantidad de migrantes pendientes de emigrar a la UE en Bielorrusia era entre 12.000 y 15.000.
La corresponsal de RTVE en Moscú, Érika Reija, ha contado a VerificaRTVE que estos migrantes llegaron en el marco de un incremento de los vuelos de la compañía estatal bielorrusa, Belavia, desde Turquía, Irak y Siria. Miguel Ángel García, que ha estado este mismo mes en Polonia, ha entrevistado a varios migrantes que han conseguido cruzar. Le han dicho que las autoridades bielorrusas les empujan para que crucen la frontera con Polonia, como puedes ver en el siguiente Telediario a partir del minuto 18:10.
¿Pueden los medios independientes acceder a la zona?
En la zona de exclusión polaca cercana a la frontera con Bielorrusia los medios independientes tienen prohibido el paso, según confirma el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Hasta ahora el otro lado, el bielorruso, también estaba bloqueado, aunque la BBC y la CNN han conseguido el permiso de las autoridades del país para acceder. Por este motivo, las fuentes directas de imágenes e informaciones han sido principalmente los medios oficiales de ambos países y “contenidos generados por usuarios” o CGU, es decir, lo que algunos migrantes han publicado en sus redes sociales. Polonia ocupa el puesto 64 entre 180 países del mundo en materia de libertad de prensa, según la clasificación anual que realiza Reporteros Sin Fronteras (RSF). Esta organización afirma que el Gobierno ha consolidado “su control sobre el sector audiovisual público” y que, con respecto a los privados, su objetivo declarado es “influir en su línea editorial”. En cuanto a Bielorrusia, aparece como el país 158 del mundo, a 21 puestos de la cola. RSF dibuja un panorama muy extremo con “detenciones masivas de periodistas y blogueros críticos, violencia, amenazas (...), censura, etc.”. La organización concluye: “Bielorrusia es el país más peligroso de Europa para los periodistas”.
¿Vemos lo que sucede realmente del lado polaco?
Desde Polonia solo llegan imágenes e informaciones suministradas por el Ejército y la Policía. Miguel Ángel García nos explica que los medios polacos subrayan la violencia de los intentos de saltar la valla. Ponen el acento en la presencia de personas con pasamontañas intentando romper la alambrada o derribarla y que, según las fuentes oficiales, son agentes bielorrusos infiltrados entre los migrantes como relata este tuit del Ministerio de Defensa de Polonia, información que no se ha podido verificar de modo externo.
Según este corresponsal, los polacos arrastran aún y desde la Segunda Guerra Mundial el “trauma” del control de la URSS durante años. Añade que los medios polacos ofrecen una versión “que pretende crear miedo”.
TVP, la cadena de televisión pública polaca, destaca en esta noticia un “ataque masivo” de los migrantes contra los soldados polacos desplegados en la frontera, incluyendo los vídeos de las autoridades que muestran lanzamientos de piedras y objetos. “El ataque de un grupo conformado por varios cientos de migrantes fue rechazado. Estaban armados con piedras”, titula en una pieza sobre otro incidente. La agencia oficial de noticias PAP también habla de “ataque de migrantes” empleando vídeos del Ministerio de Defensa polaco donde se aprecian objetos lanzados sobre la alambrada. El gobierno de Polonia anunció el 13 de noviembre en la agencia oficial que los medios polacos “podrían” acercarse a la zona “en los términos establecidos por la policía de fronteras” sin fijar la fecha ni citar a medios de otros países.
¿Qué se muestra desde el lado bielorruso?
El tratamiento es completamente diferente cuando la fuente es Bielorrusia. Miguel Ángel García nos explica que el Gobierno de Minsk se centra en transmitir la cara humana de la situación, con mucha presencia de “imágenes dirigidas” que subrayan el reparto de comida o la “ayuda humanitaria”. Se muestran “madera para calentarse o troncos para hacerse un refugio”. Érika Reija dice que, tras meses de restringir el acceso de los medios independientes a la frontera, Bielorrusia ha vuelto a repartir visados a periodistas “de manera arbitraria”. Añade que esto no es casual pues la visión occidental de los migrantes que malviven en una situación de vulnerabilidad ante el frío o el hambre coincide con “lo que Bielorrusia quiere que se vea”, algo que cree será usado como arma contra la UE.
Reija nos recuerda que la versión oficial bielorrusa también destaca la respuesta violenta de los militares polacos en la frontera o las devoluciones en caliente de los que consiguen cruzar. La radiotelevisión oficial bielorrusa Belteleradio dedica un especial en su web al “drama humanitario”. Lo presenta afirmando que Polonia, “en lugar de ayudar a los migrantes (como exigen todas las instituciones internacionales), los usa como tapadera para militarizar la región”. El diario oficial Belarus Segodnya difunde la idea del presidente bielorruso Lukashenko de que alguien podría armar a los migrantes que están en la frontera y la agencia de noticias estatal Belta se hace eco la acusación de Lukashenko de que Polonia está librando “una guerra” contra los migrantes” y destaca también la ayuda humanitaria prestada a las personas que se concentran en la frontera.
¿Se trata de una “crisis promovida”?
Para la profesora de UCM María José Pérez del Pozo, no hay ninguna duda: “Se trata de una situación pensada y creada” en la que “los migrantes están siendo utilizados”. Argumenta su conclusión en que “Bielorrusia no es un país de paso hacia Europa” desde Siria o Afganistán, a diferencia de lo que sucedió en otras fronteras como Turquía o Grecia en 2015. Para Pérez del Pozo, el objetivo es crear una situación moralmente insostenible para la UE, atrapada entre su necesidad de garantizar la frontera polaca a la vez que su opinión pública se conmueve por la dramática situación de miles de personas.
Érika Reija coincide con ella cuando dice que Bielorrusia y Rusia están molestas por lo que consideran injerencias de Occidente en su área de influencia con Ucrania en primer plano. Su mensaje a Europa, según Reija, sería: “Es preferible nuestra estabilidad a vuestra democracia”. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, consideró inaceptable a principios de noviembre en un comunicado “la instrumentalización de migrantes con fines políticos por parte de Bielorrusia”. En este contexto, Pérez del Pozo recuerda que esta zona está muy militarizada con tropas rusas en el enclave de Kaliningrado, tres bases de la OTAN en las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), un conflicto armado latente en el este de Ucrania y, ahora, 15.000 soldados polacos más en la frontera y maniobras militares conjuntas en la zona de Bielorrusia y Rusia. “La situación es muy delicada”, añade. El uso de los migrantes en la geopolítica internacional no es una novedad como recuerda en este artículo la periodista de RTVE Anna Bosch. Pérez del Pozo nos recuerda además que en Polonia gobierna el partido Ley y Justicia (PiS), que defiende un “discurso contrario a la inmigración”. Que los migrantes hayan sido conducidos hasta la frontera polaca y no a la de otros países de la UE es, según esta profesora, “el escenario perfecto para incrementar la tensión”. Miguel Ángel García recuerda que Bielorrusia también tiene frontera con Lituania y Letonia. “Lituania”, explica, “tiene 600 kilómetros de frontera y muy poca policía”. Considera que se eligió Polonia porque el objetivo era “crear un conflicto de envergadura con la UE” y nos dice que en este país “hay un poderoso sentimiento nacionalista”.
¿Está implicada Rusia?
El ministro de Exteriores ruso ha asegurado en una entrevista al medio ruso Vesti (1 y 2) que “Rusia no tiene nada que ver con la crisis en la frontera de Bielorrusia y Polonia”. Sin embargo, muchos analistas apuntan hacia ella, como Nicolás de Pedro y Mira Milosevic. Esta especialista del Real Instituto Elcano ha reconocido en RTVE que “es difícil asegurar al 100% que Rusia tiene un papel activo en todo ello pero lo cierto es que Lukashenko tiene una posición muy débil y yo creo que no se atrevería a entrar en un conflicto con la Unión Europea sin apoyo explícito de Rusia” (min 21.42).
Según Maria José Pérez del Pozo, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), esta situación “se ha creado de manera intencionada (...) para chantajear a la UE y la OTAN”. La profesora, experta en Rusia y Europa del Este, añade: “Nada se hace en Bielorrusia sin el visto bueno de Rusia”.
El Servicio Europeo de Acción Exterior sigue desde el año 2015 mediante su servicio EUvsDisinfo las operaciones de Rusia en materia de propaganda con especial foco en las de tipo digital dirigidas al este de la UE, donde estaba su antigua esfera de influencia. A Rusia se le atribuye un impulso continuado a la “guerra híbrida”, concepto que te explica Carmen Buergo en este espacio de Radio 5 y que significa utilizar todos los medios posibles, incluidos los no militares y en tiempo de paz, para desestabilizar al enemigo. Entre ellos, los bulos y la desinformación digital son recurso habitual. La insistencia en el concepto de “guerra híbrida” también entra dentro del juego de la información. El corresponsal de RTVE Miguel Ángel García nos comenta que en Polonia los medios cercanos a las tesis oficiales mantienen en pantalla de manera permanente el rótulo “Ataque híbrido” como parte de la operación de propaganda orientada a fomentar el miedo en la población.
¿Qué puedes hacer?
En conclusión, el relato de la crisis de los migrantes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia se cuenta con imágenes de parte que se seleccionan de acuerdo con los criterios políticos de cada país, pues, desde ambos lados, se ha restringido o prohibido el acceso a medios independientes a la zona, y otras potencias externas tienen intereses en el enfrentamiento.
Te proponemos estas pautas para afrontar la propaganda que se está expandiendo:
- Consulta fuentes expertas ajenas al conflicto, por ejemplo, los corresponsales y periodistas de RTVE (@ereija, @mangelberlin, @annabosch).
- Reflexiona antes de redifundir, especialmente si lo que has visto son imágenes escabrosas o que mueven a la indignación.
- Utiliza la búsqueda inversa de imágenes de Google para comprobar si alguna fotografía impactante es actual o está fuera de contexto.
- Recurre a base de datos especializadas o servicios de geolocalización que puedan ayudarte a contextualizar los CGU o materiales testimoniales que encuentres (como LiveUaMap).
- Aprende sobre las pautas más habituales de propaganda que te hemos explicado en los programas #DosierVerificaRTVE desarrollados para RNE (el ABC de la desinformación, la orquestación o la técnica testimonial).
* Esta noticia se actualizó el 18-11-2021 a las 11:05 para substituir el nombre de Hugría por Grecia.
Fecha de primera publicación de este artículo 16-11-2021