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Cómic

'El Botones Sacarino', las relaciones laborales según Ibáñez

  • Se publica un recopilatorio de sus historietas: Lo mejor de El Botones Sacarino
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Detalle de la portada de 'Lo mejor de El Botones Sacarino'
Detalle de la portada de 'Lo mejor de El Botones Sacarino'

La colección Bruguera Classics sigue rescatando las mejores historietas de los míticos personajes de la editorial y ahora le llega el turno a Lo mejor de El botones Sacarino, uno de los grandes personajes de Francisco Ibáñez, creado, en mayo de 1963, para la revista DDT como una serie secundaria que ocupaba una pequeña parte de la página. Aunque su éxito hizo que pronto llenase la página completa.

Debutó en el número 628 del DDT, con el título de El Botones Sacarino. El aullido Vespertino, y al principio era el recadero de la redacción de un periódico, pero enseguida empezó a trabajar en la propia redacción de la revista DDT, lo que permitió a Ibáñez parodiar a sus compañeros y a sus jefes. Al menos hasta que el director editorial de las revistas de Bruguera se dio cuenta de que le estaba parodiando en sus historias y pidió a Ibáñez que dejara de hacerlo.

Aunque bienintencionado, sacarino es un botones perezoso y muy torpe que, enseguida, se ganó la simpatía de los lectores. Sobre todo gracias a las trastadas que les hacía al director y al presidente (siempre sin querer).

Una serie que parodiaba las relaciones laborales y que fue tan popular que, a partir de 1975 tendría su propia revista: Sacarino.

Y que burlaba a la censura porque, al final, Ibáñez siempre se reía de los jefes, a los que Sacarino ridiculizaba constantemente (El director era el que acababa pagando por sus trastadas)

DDT, con la primera aparición de El Botones Sacarino

Inspirado en Gastón el Gafe y Spirou

En su primera época Ibáñez se inspiraba mucho en autores franco-belgas, sobre todo en el genial André Franquin. El personaje de Sacarino está basado en Gaston Lagaffe, más conocido en España como Tomás el Gafe, que fue creado por Franquin en 1957. Un empleado (para todo) de una oficina, que se pasa el día durmiendo, holgazaneando o inventando cosas que siempre provocan desastres. Norma editorial acaba de reeditar sus aventuras en cinco imprescindibles tomos.

Lo más curioso es que Ibáñez terminó de diseñar al personaje dándole el empleo y el uniforme de otro de los personajes más famosos del cómic europeo, Spirou, que, a pesar de ser un aventurero siempre va vestido de botones. Aunque no fue su creador, Franquin fue el autor que lo consagró definitivamente y marcó el tono de sus aventuras. Así que puede decirse que el Botones Sacarino es un híbrido de Spirou y Gastón.

Ibáñez, que en aquella época dibujaba un montón de páginas a la semana, copió gags e incluso viñetas enteras de Spirou y Gastón, al menos al principio de la serie. Luego iría encontrando un estilo mucho más españolito para las trastadas del joven botones.

Sacarino es una de las cinco series más populares de Ibáñez e incluso ha sido adaptada a otros medios como una serie de Televisión Española, que se emitió en el año 2000 y que estaba dirigida por José Antonio Escrivá (Manos a la obra) y protagonizada por Jorge Roelas.

Página de 'El Botones Sacarino'

El libro

Destacar que el libro se abre con un fantástico prólogo del crítico, estudioso y experto en cómics, Antoni Guiral, en el que nos explica las diferentes etapas por las que pasó la colección de Sacarino y cómo fue rupturista en su época por ridiculizar la autoridad de los jefes.

Después el volumen nos ofrece la primera media plancha de Sacarino y luego se centra en las aventuras del botones entre 1968 y 1971, una de sus mejores etapas. Para desgracia del director y el presidente, que siguen sufriendo sus trastadas, de las que, por cierto, Sacarino suele salir indemne.

En fin, una magnífica oportunidad para redescubrir a un personaje que sigue tan de moda como hace 60 años, porque las relaciones laborales siguen siendo igual de complicadas que entonces. Y Sacarino igual de torpe y divertido.

Portada de 'Lo mejor de El Botones Sacarino'