Crisis migratoria en Ceuta: casi el 99% de menores no quiere volver a Marruecos
- Así lo denuncia Save The Children en su último informe tras entrevistar a 617 adolescentes
- Al menos 1.500 niños marroquíes entraron en Ceuta durante la avalancha migratoria de mayo
- Uno de cada tres menores ha sufrido violencia física y el 23% ha sido víctima de trata y explotación
Escapar de los centros de acogida, mendigar en la calle, vivir de las limosnas y agarrarse a los bajos de un camión para cruzar en ferry a la península, este es el día a día de más de 130 niños marroquíes en Ceuta y al menos una decena tiene menos de 15 años.
Después de seis meses desde la crisis migratoria que se dio en la ciudad autónoma y el pacto, ahora paralizado, entre el Gobierno y Marruecos para acelerar los trámites de repatriación, ha aumentado la desconfianza de los menores. El miedo a ser deportados crece a medida que pasan los días y muchos de ellos prefirieren vivir al raso.
Durante las jornadas del 17 al 19 de mayo el enclave español se vio desbordado. Con una superficie de menos de 19 km2, cerca de 10.000 personas cruzaron la frontera, entre ellas, al menos 1.500 menores. Desde entonces se han dado muchas repatriaciones y algunos de ellos fueron reagrupados, pero aún hay muchos niños y niñas marroquíes que sueñan con cruzar el charco.
La ONG Save The Children ha entrevistado a 617 menores beneficiarios del sistema de protección, 425 de ellos permanecen en los centros. Se les conoce por la etiqueta “MENA” - Menores Extranjeros No Acompañados - y el 98,6% de ellos no quiere regresar a Marruecos.
Muchos huyen de su país en busca de oportunidades y un trabajo digno; otros aspiran a llegar a la universidad. Según infoma Save The Children, uno de cada tres menores ha sufrido violencia física, abusos y malos tratos en su país y más del 23% ha sido víctima de trata y de explotación laboral.
De acuerdo con la portavoz de la ONG, Catalina Perazzo, a nivel legal, muchos de ellos no solo tienen protección por ser menores, sino también por ser refugiados, lo que les daría acceso a atención psicológica y centros y servicios especializados. El problema, según la misma, es que "la protección internacional para los menores de edad no se conoce bien, ni entre los chavales, ni entre los propios profesionales".
Save The Children pide al Gobierno que atienda cada caso individualmente a la hora de juzgarlo. La coordinadora de Emergencias de la ONG, Neus Arnal, asegura que la voluntad de los menores debe ser también un factor a tener en cuenta.
Además, Arnal insiste en que deben ser derivados a la Península para que reciban la atención especializada que necesitan. Según la coordinadora, los menores han recibido acompañamiento, pero los recursos “se han creado de un día para otro” y estos niños necesitan profesionales especialistas.
““Es hora de poner sobre la mesa aquello que falta aún por hacer que, a pesar de que el esfuerzo ha sido ingente, no ha sido suficiente. “
¿Qué propone Save The Children?
El gobierno de Ceuta tuvo que improvisar un sistema de acogida provisional, pero seis meses después sigue en el mismo estado. Esta crisis no tiene precedentes y permanecer en los centros de acogida de la ciudad autónoma "no es una solución duradera". Catalina Perazzo también hace hincapié en la necesidad de establecer protocolos comunes, tanto a nivel nacional como estatal para hacer frente a esta situación.
La ONG ha sugerido tres situaciones: la integración en el país de acogida, el reasentamiento en un tercer país y el retorno mediante la reagrupación familiar o servicios de protección del país de origen - siempre y que se garanticen las condiciones de seguridad y recursos necesarios -. En todas ellas se parte de la base de que cada caso debe analizarse de forma individualizada y teniendo en cuenta la voluntad de cada niño y niña.
Para Neus Arnal es crucial "establecer un protocolo de emergencia, un protocolo de atención en la frontera integral y duradero y, además, un protocolo dentro de todo el estado que sea capaz de evitar estos callejones sin salida que se están creando en los contextos fronterizos".
“Es necesario un protocolo ágil de respuesta compartida tanto a nivel español como a nivel de la Unión Europea. “
Una crisis humanitaria que empezó en mayo
La frontera entre España y Marruecos que conforman Ceuta y Melilla se ha convertido no solo en una crisis migratoria, sino también en una crisis humanitaria. La ciudad autónoma puso al límite su sistema de acogida y actualmente sigue sobrecargado.
Se calcula que de las 10.000 personas que cruzaron la frontera, más de 3.000 regresaron a Marruecos voluntariamente y 2.000 pudieron cruzar el Estrecho gracias a solicitudes admitidas a trámite - aún hay 500 documentos pendientes de analizar -. Sin embargo, al menos 4.800 personas fueron devueltas y se tiene constancia de que 55 menores fueron expulsados, antes de que se paralizase el proceso por vulnerar la legislación.
Actualmente, Ceuta acoge a 960 marroquíes, 535 adultos y 425 menores. Sin embargo, esta cifra solo recoge a aquellos dentro del sistema de protección. La mayoría de los menores tienen entre 13 y 15 años y se encuentran escolarizados. Los mayores de 16 están incluidos en programas de Formación Profesional.
Sin embargo, UNICEF asegura que hay mucho abandono escolar entre ellos. Las razones son varias: problemas con la lengua, con el nivel educativo de base y con la integración en la sociedad en general.
Sara Collantes como responsable de Políticas de Infancia de UNICEF insiste en que se garanticen los derechos de estos niños y se den soluciones de protección que apuesten por su integración "sin titubeos y sin fecha de caducidad".