Emilio Aragón: "Los niños ya no se identifican con personajes de carne y hueso"
- Produce y escribe el espectáculo circense El sueño de Miliki, en el que homenajea a su padre
Uno de los días más tristes de Miliki sucedió cuando su hijo, Emilio Aragón, le confesó que quería ser piloto. “Yo estaba estudiando en el conservatorio, pero el padre y el hermano de mi madre eran pilotos. Mi padre no podía entenderlo. Me decía: ‘¿De verdad tú te ves en una cabina?’”. Sin embargo, la otra rama familiar, la de cinco generaciones de artistas, se impuso el día que Emilio formuló al fin: “Quiero trabajar, quiero aprender”.
A ese legado circense lleva unos años homenajeando, como guionista y productor, en el espectáculo Circlassica, que este año apunta directamente a su padre (y sus tíos Fofo y Gabi) recreado en la pista como un niño que soñaba con teatros y espectáculos. “Mi padre me hablaba mucho de su infancia. Me contaba que se tumbaba con sus hermanos e imaginaba los camerinos, teatros y ciudades que iban a visitar”.
Aragón (La Habana, 1958) no siente la responsabilidad de ese legado como una sombra alargada, sino como hombros de payasos gigantes. “Es una generación de cómicos que sigo admirando, un perfil profesional que ya no se encuentra. He tenido la inmensa suerte de ser hijo y compañero de mi padre”, explica desde la carpa, situada en Ifema (Madrid), del 19 de noviembre al 16 de enero. Antes del estreno ya se han vendido 120.000 entradas para ver, además de acróbatas y malabaristas, un repaso nostálgico que incluye personajes "requetefinos y medio chiflados".
Como Milikito, Aragón creció realmente en un plató de televisión. “Hay algo que en España muy poca gente sabe, y que seguramente si fuéramos otro país u otra cultura sabría todo el mundo: el primer programa de televisión familiar en español de la historia mundial fue el de mi padre y mis tíos, porque el segundo país con televisión privada, tras Estados Unidos, fue Cuba, donde ellos empezaron a hacer televisión en 1948”. El origen de Los payasos de la tele seguramente duerme en kinescopios en algún lugar de Cuba. “Alguna vez lo hemos intentado recuperar, pero con el gobierno actual es complicado”.
La desaparición de los artistas de contenidos infantiles
Opina Aragón que cada vez hay menos artistas cuya carrera esté únicamente enfocada a los contenidos infantiles. “Mi padre fue una persona muy comprometida con el niño, trabajar para el niño, y reivindico eso. El otro día vi Un amigo extraordinario, donde Tom Hanks interpreta a Fred Rogers (presentador durante tres décadas de un programa infantil diario). Y pienso en la época de Barrio Sésamo. Ahora ya no hay tantos, quizá porque resulte caro por la competencia. Existe una oferta muy grande e interesante de dibujos animados, sin embargo, los niños se identifican poco con un personaje de carne y hueso”.
Dice que, durante la pandemia, fueron sus hijos los que le animaron a volver a ponerse delante de la cámara para un programa de entrevistas. Y, fueron sus nietos los responsables del podcast musical El desván de Miliki, para el que creó un personaje, el capitán Bebo, que quizá encarne próximamente.“En estos tiempos de redes sociales, de preocupación por el bullying, hay gente que está poniendo el foco en tratar al niño de manera especial. Y yo, como abuelo, ya te digo que puede que el año que viene haya un capitán Bebo por ahí rondando”, avanza.
Es un proyecto entre muchos: una comedia musical, una serie de televisión y, sobre todo, dos películas como director. “Llevo años con una película aparcada porque cara debido a su estética atemporal, así que tengo otra idea más indie, un drama, que llevo dos años perfilando y sí que voy a hacer”.