Del tremor volcánico a la calidad del aire: siete claves de 60 días de erupción en La Palma
- En DatosRTVE repasamos los efectos de la erupción en Cumbre Vieja en cifras y gráficos
Se cumplen dos meses de erupción en La Palma y los científicos siguen a la espera de comprobar si se consolida el patrón de freno detectado en las últimas semanas. Mientras tanto, la lava de este volcán que todavía no tiene nombre continúa fluyendo hacia el mar y ya ha sepultado más de 1.000 hectáreas y 2.600 edificaciones.
"Hay todo un complejo sistema de alimentación del volcán y es normal que en la dinámica eruptiva haya estos episodios de intensificación y luego de recuperación de niveles anteriores", explicaba el jueves Carmen López. La portavoz científica del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) y geóloga del Instituto Geográfico Nacional (IGN) insiste en seguir "a la espera de ver si se mantiene la tendencia".
Este viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibirá en Santa Cruz de La Palma al comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, quien inicia una visita de dos días a la isla. Éste es el resumen de los efectos de la erupción en Cumbre Vieja en siete claves.
1. Doce coladas y cuatro puntos de entrada al mar
A lo largo de estos dos meses de erupción, el volcán de La Palma ha buscado su camino hacia al mar.
Desde la colada primigenia que arrasó el barrio de Todoque en la primera semana de erupción hasta la más reciente, que se originó este miércoles y ya está a unos 300 metros de la costa, el magma que brotó de las entrañas de la tierra se extendió primero por la vertiente sur, bordeando la montaña de Todoque y alcanzando el mar el 29 de septiembre.
Más tarde, la lava amenazó con destruir el municipio de La Laguna, y no fue hasta el pasado 10 de noviembre cuando una nueva colada se encontró con la costa en la ya desaparecida playa de Los Guirres.
En los últimos días ha habido un ligero repunte de actividad y una mayor emisión de piroclastos. Sin embargo, los responsables del Pevolca destacan que la tendencia a largo plazo sigue siendo descendente.
2. Más de 1.000 hectáreas destruidas en 60 días
En estos 60 días de erupción, la superficie cubierta por la lava ha crecido hasta las 1.040 hectáreas y el delta lávico que se continúa formando sobre el mar ocupa 43 hectáreas. La anchura máxima entre coladas es de 3.200 metros.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha avanzado este jueves los primeros cálculos sobre el daño económico producido por el volcán: entre 550 y 700 millones de euros. Esta cifra es superior al 1 % del PIB canario, lo que permitiría acceder a los fondos de solidaridad de la Unión Europea para la reconstrucción de la isla.
3. Plataneras, viñas y otros cultivos afectados
El mapa que aparece sobre estas líneas muestra los terrenos de cultivo catalogados por el satélite Copernicus. El Cabildo de La Palma calcula que son unas 314 hectáreas, lo que equivale a un 30 % de toda la superficie afectada.
El cultivo más dañado es el más común: las plataneras, con 187,3 hectáreas (que en el mapa se representa de manera conjunta con otros árboles frutales). Le siguen las viñas, con cerca de 60 hectáreas dañadas, y los aguacates, con 25.
En las últimas jornadas, representantes del Gobierno de Canarias han mantenido reuniones en Bruselas para asegurar el blindaje de las ayudas europeas para los afectados por la erupción. Dos consejeros del Ejecutivo canario han tenido un encuentro con el director general de Agricultura de la Comisión Europea, Pierre Bascou, y su equipo, con el objetivo de mantener el mismo nivel de ayudas para el sector agrícola y pesquero en la campaña 2021 y sucesivas pese a que su venta sea menor como consecuencia de los efectos del volcán.
4. Casi 77 kilómetros de carreteras afectadas
A vista de satélite, el Servicio de gestión de emergencias de Copernicus calcula que hay unos 77 kilómetros de carreteras destruidos y 3,3 kilómetros posiblemente dañados. No obstante, tras cruzar estos datos con la Encuesta de infraestructuras de Equipamiento Local (EIEL), el Cabildo reduce la cifra a 66.023 metros.
Entre las vías afectadas, destacan 2,2 kilómetros de la carretera de Circunvalación Sur (LP-2), que une Santa Cruz de La Palma con el puerto de Tazacorte, y los 2,5 kilómetros de la carretera de Tazacorte por la Costa (LP-2132).
La lava también ha afectado a 1,5 kilómetros de la carretera de Tacande y a 933 metros de la carretera de Todoque. Además, las autoridades canarias ya trabajan para reconstruir, en un plazo inicial de un mes, el desaparecido acceso Puerto Naos (LP-213).
Por otra parte, el volcán se ha tragado más de 50 kilómetros de vías menores. Entre ellos, 9,7 kilómetros de calles y casi 2 kilómetros de travesías.
5. Más de 2.600 edificios destruidos
El Cabildo de La Palma reduce las más de 2.600 edificaciones que los satélites dan por destruidas a algo más de 1.400 al comparar estos datos con el registro de la Dirección General del Catastro. No obstante, la mayor parte de estas edificaciones siguen siendo de carácter residencial (1.181).
Por otro lado, el volcán ha afectado a 67 edificaciones industriales, 34 establecimientos de ocio y hostelería y 13 edificios públicos como colegios.
Por ahora, la erupción de Cumbre Vieja ha afectado a 2.120 personas que residían en dentro del perímetro del volcán y hay más de 7.000 evacuados. A día de hoy, 483 personas continúan viviendo en albergues, otras 416 se hospedan en el hotel de Fuencaliente y 67 en Los Llanos de Aridane. Además, otras 43 personas dependientes están siendo atendidas en centros sociosanitarios insulares.
6. Tremor y actividad sísmica
La sismicidad es otro de los factores que los expertos utilizan para medir la actividad del volcán. En los últimos días, ha sido intensa, con niveles intermedios el miércoles y más sentida por la población que en las últimas semanas. No obstante, continúa bajando y por ahora se mantiene la tendencia de estabilidad de largo plazo.
Lo mismo ocurre con la señal de tremor, que se intensificó para descender en las últimas horas y situarse en nivel bajo.
7. Calidad del aire
Los comités científico y técnico del Pevolca también permanecen atentos a la calidad del aire. Para vigilarla, miden tanto los gases liberados por el volcán como las partículas de ceniza que emana.
En el primer caso, los más monitorizados son el ozono (O3), el dióxido de nitrógeno (NO322. Según la estación de medición de Dos Pinos, en Los Llanos de Aridane, los dos primeros se han mantenido en un nivel de riesgo bueno o aceptable en el último mes. Por el contrario, el dióxido de azufre, uno de los menos respirables, ha alcanzado valores demasiado altos y los expertos han mostrado su preocupación por la previsión de lluvias en las próximas horas.
Al combinarse con el agua, los gases que salen de las bocas del volcán pueden transformarse en ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, monóxido de carbono, hidrógeno, helio y radón; todos ellos componentes de la lluvia ácida.
Por otra parte, el Pevolca estudia el tamaño y la cantidad de partículas de ceniza que escupe el volcán, que en las últimas horas destacan por su tamaño y cantidad en Los Llanos de Aridane.
Se trata de finísimos fragmentos de roca producto de las explosiones del volcán. Cuando el espesor es superior a 2,5 micras (una micra es la milésima parte de un milímetro), su acumulación puede ocasionar el colapso de techos en edificaciones estructuralmente vulnerables o por un aumento de su densidad al mezclarse con el agua.
Aunque la ceniza volcánica representa un riesgo muy bajo para la salud, respirar sus partículas puede afectar a las vías respiratorias de algunas personas, hacerles daño en los ojos y causar un efecto abrasivo e irritante en la piel.
El viento es otro factor fundamental porque desplaza las partículas. Aunque en los últimos días soplaba del norte y ha permitido mejorar la calidad del aire, se espera que en las próximas horas role a oeste, lo cual puede comprometer la operatividad del aeropuerto de La Palma y quizás también de los aeropuertos de Tenerife y La Gomera.