Cuando España fue pionera en derechos laborales: 90 años de las vacaciones pagadas
- Fue una de las primeras medidas del gobierno de la Segunda República
- Se reconoció el derecho al descanso retribuido de siete días al año
España se convirtió en 1931 en uno de los primeros países en reconocer las vacaciones remuneradas. La medida entró en vigor con el BOE del 22 de noviembre de 1931, que plasmaba la aprobación de la Ley de Contrato del Trabajo, un texto en el que por primera vez se reconocían las vacaciones pagadas como un derecho.
Con la norma, los asalariados de la España de principios de los años 30 pasaban a tener siete días de descanso retribuido al año. Eran los primeros pasos de una Segunda República presidida en ese momento por Manuel Azaña y que contaba con Francisco Largo Caballero como Ministro de Trabajo, cargo que compaginaba con la secretaría general de la Unión General de los Trabajadores.
Con este paso, España se convirtió en "uno de los países pioneros en reconocer las vacaciones pagadas para todos los trabajadores”, cuenta a RNE Manuela Aroca, historiadora de la Fundación Largo Caballero y profesora de la Universidad Carlos III. Añade que, pese a ello, fue difícil que la ley se cumpliera a rajatabla por la informalidad de sectores como la agricultura, que por entonces tenían mucho peso.
“Se escogía a diario quiénes iban a ser los trabajadores que iban a ser jornaleros, y eso desde luego introducía una precariedad muy importante en el mercado de trabajo”, señala Aroca. Las vacaciones pagadas formaron parte de un primer paquete de medidas introducidas durante la Segunda República donde, además, se establecía un salario mínimo, la jornada de ocho horas o la regulación de la negociación colectiva.
La dictadura mantuvo las vacaciones pagadas
El Fuero del Trabajo, algo así como la legislación laboral que Francisco Franco promulgó tras el Golpe de Estado, mantenía el reconocimiento de las vacaciones pagadas, “aunque no especificaba de cuánto periodo podían disponer los trabajadores”, explica Manuela Aroca. Ya en 1965, la dictadura estableció en 15 los días que los trabajadores podían descansar de manera remunerada.
“España fue uno de los países pioneros en reconocer las vacaciones pagadas para los trabajadores“
“Habría que esperar a que termine el franquismo, hasta el año 1976 para que se reconocieran tres semanas. Fue un proceso muy lento, a pasar del impulso inicial que hubo en la República”, añade.
Blindadas por la Constitución del 78
Con la democracia de vuelta y la redacción de la Constitución del 78, el derecho a las vacaciones pagadas quedaba blindado. A día de hoy los trabajadores pueden disponer de 30 días naturales o de 22 laborables de descanso retribuido. Sin embargo, no es una norma extendida en todas las economías desarrolladas.
En Estados Unidos, por ejemplo, no se considera un derecho y queda en manos de las empresas la decisión de pagar las vacaciones de sus empleados. “Todo es susceptible de empeorar, […] hemos visto retrocesos en general en algunos de los derechos esenciales en el mundo del trabajo...”, advierte la historiadora de la Fundación Largo Caballero, Manuela Aroca.