La investigación por el asesinato de Diego Bello en Filipinas confirma que fue un montaje policial
- El joven gallego fue acribillado en su casa y las autoridades lo acusaron de narcotráfico
- Los agentes que le dispararon han sido imputados por asesinato, perjurio y falsificación de pruebas
En enero de 2020, Diego Bello, coruñés de 32 años, fue acribillado a tiros en la puerta de su casa, en la isla de Siargao, en Filipinas. Las autoridades le acusaron de ser narcotraficante, versión que su familia nunca creyó. Ahora, un informe realizado por la Oficina de Investigación Nacional les da la razón: asegura que todo el caso fue un montaje.
Francisco Xosé Lafuente, tío de Diego y portavoz de la familia, ha asegurado que "el capitán de la localidad hizo el montaje para poder justificar su muerte, le puso droga en una mano, le puso una pistola en la otra y lo llenaron de tiros, para hacer pretender que era una operación antidroga".
Los tres policías que le dispararon acaban de ser imputados por asesinato, perjurio y falsificación de pruebas. Los acusados tenían hasta este lunes para presentar alegaciones.
Según ha explicado el tío de la víctima, este lunes terminaba "el plazo que tenían los tres policías para defenderse por escrito antes de que la justicia tome una determinación sobre si los encausa, los lleva a juicio o no ve elementos suficientes".
12.000 personas han muerto en el país a manos de policías
El joven gallego se fue a Filipinas en 2017 atraído por el surf y allí montó negocios relacionados con el turismo. Diego Bello es una de las 12.000 personas que han muerto en el país en los últimos cinco años a manos de policías en supuestas operaciones antidroga, según la organización por los Derechos Humanos Human Rights Watch.
Durante el año 2020 las asociaciones Human Rights Watch y Amnistía internacional informaron sobre la "preocupación" que generaba la "guerra contra las drogas" que el presidente filipino Rodrigo Duterte inició en 2016.
En este contexto, el pasado septiembre el Tribunal Penal Internacional (TPI) abrió una causa contra el líder asiático sobre posibles crímenes contra la humanidad. Sin embargo, este sábado la Fiscalía del TPI ha decidido suspender de manera temporal la investigación a petición del gobierno filipino que esgrimió estar llevando a cabo una investigación interna.