La feria de vino a granel cierra con éxito en Ámsterdam
- Participan 260 bodegas de todo el mundo
- Se reduce un 40% la huella de carbono al embotellar en destino
La World Bulk Wine Exhibition (WBWE) se celebra en los Paises Bajos en medio de una nueva crisis del covid y con los nuevos criterios que imponen los mercados. Participan 260 bodegas de todo el mundo, más de un centenar españolas, dispuestas a vender vino sin embotellar. Y el mercado necesita vino después de un aumento del consumo, tras un de año de estricciones en la hostelería.
El vino se compra a granel, “en botellas de 25.000 litros” y se embotella en destino. La cita irónica es de Jesús Julián Casanova, presidente de la cooperativa del Progreso de Villarrubia del Ojos, Ciudad Real, una de las grandes productoras de vino a granel del mundo. En la WBWE las bodegas manchegas tienen pleno protagonismo. Pero aquí hay vinos de Estados Unidos, de Francia, de Sudáfrica, de Australia… y de España.
Vinos de calidad, sin etiqueta
No hay que engañarse, es vino joven, de esta añada, vino de calidad que no lleva etiqueta. Lo explica bien Rafael del Rey, del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV): “ya nadie piensa que el vino a granel es de segunda categoría. Es vino de calidad que se vende en depósitos y se embotella en destino”. De esta forma la huella ecológica se reduce en el transporte hasta un 40%. Es la nueva tendencia en el agitado mercado del vino en el mundo.
“Ya nadie piensa que el vino a granel es de segunda categoría. Es vino de calidad que se vende en depósitos y se embotella en destino“
En la WBWE un importador puede comprar un buen vino a 80 céntimos el litro. En unas semanas podrá poner a la venta 10.000 botellas de ese vino, etiquetado y encorchado en cualquier lugar del mundo a cuatro, cinco o seis euros la botella. Y el consumidor final solo tendrá en cuenta la calidad del vino. Bien es cierto que en esta Feria también hay vinos que se ofertan a cuatro euros el litro.
Quiero 2 millones de litros de vino
En consecuencia, aquí llegan importadores de todo el mundo. Han venido a catar blancos, tintos y rosados. De cabernet sauvignon, de chardonnay, de cencibel o de malbec. Rodolf Lipius, comprador de los Países Bajos nos cuenta que está dispuesto a comprar más de dos millones de litros de vino. Lo dice mientras cata con interés un tinto de bodegas Lozano, de Villarrobledo. “Tengo compradores en todo el mundo que me piden vinos a bueno precio”.
“Tengo compradores en todo el mundo que me piden vinos a bueno precio“
Así se mueve un mercado que se despierta después de un año de letargo. Y dicen los vendedores que hay buenos precios. Las cosechas han sido cortas en países productores como Francia e Italia y los precios están altos, porque el consumo ha subido. En la cooperativa Virgen de las Viñas, de Tomelloso, están contentos. No han faltado a ninguna de las trece ediciones de la WBWE
Un kit personalizado
Pero los organizadores de la Feria no las tenían todas consigo hace quince días. La empresa de Manzanares Pomona Keepers, pensó en la suspensión debido al aumento de casos covid en los Países Bajos. De hecho, se han registrado ausencias de compradores australianos, coreanos, chinos que tienen difícil salir de sus países. O sudafricanos, que deben cumplir cuarentena cuando vuelven.
La Feria finalmente ha salido adelante. Otilia Romero de Condés, Ceo de la WBWE se muestra satisfecha. “Exigimos a los asistentes todas las medidas de seguridad, mascarilla, distancia y además entregamos un kit personalizado para los catadores: copa, escupidera, mascarilla y panecillos…”. Es la primera feria presencial que se celebra en Europa desde la aparición del covid. Y aquí, todos brindan por ello.