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Coronavirus

Los no vacunados tienen el triple de riesgo de contagio y los mayores de 60 años, hasta 25 veces más de morir

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No vacunarse mutiplica por 25 el riesgo de muerte por COVID-19 en el grupo de 60 a 79 años

El riesgo de contraer la COVID-19 que para quienes tienen la pauta completa de vacunación, mientras que el de fallecer a causa de la enfermedad, aunque no se diferencia apenas entre los menores de 60 años, se dispara en el caso de las personas mayores: es 25 veces más elevado en la franja entre los 60 y los 79 años y casi nueve veces para los ancianos de 80 o más.

Así se desprende de los datos que el Ministerio de Sanidad ha incluido en su último informe diario sobre la situación de la epidemia de coronavirus en España, que estiman el distinto impacto del virus SARS-CoV-2 en personas vacunadas y no vacunadas. Los resultados indican que la posibilidad de contagio es significativamente mayor para quienes no están inmunizados en todas las franjas de edad y que las consecuencias de la infección también tienen más probabilidad de ser más graves entre quienes no están vacunados, especialmente a medida que su edad es más avanzada.

Las diferencias más acusadas, tanto en el riesgo de infectarse como en la gravedad de la enfermedad, se detectan en la población de 60 a 79 años: su tasa media semanal de contagios en el período estudiado es de 23,5 casos por cada 100.000 habitantes para los vacunados, frente a más de 180 casos para los no vacunados, lo que representa una posibilidad de contagio 7,7 veces mayor.

La menor diferencia se aprecia en la franja entre 30 y 39 años, aunque los no vacunados tienen casi el doble de posibilidades de resultar infectados, según las estimaciones de Sanidad. En el conjunto de la población, el riesgo de contagio de los no vacunados multiplica por 2,7 el de los vacunados, esto es, es cerca del triple.

Más riesgo de ser hospitalizados y de acabar en la UCI para los no vacunados

En cuanto a las consecuencias de esos contagios, las cifras proporcionadas por el Gobierno a partir de las comunidades autónomas también son desfavorables para los no vacunados. Entre los menores de 60 años, sin necesidad siquiera de calcular una tasa relativa, se aprecia que hubo muchas más hospitalizaciones de personas sin inmunizar: 173 personas de entre 12 y 30 años y 830 de 30 a 49 años, frente a 56 vacunados que requirieron ser ingresados de menos de 30 años y 538 por encima de ese umbral.

Al calcular las tasas de incidencia, se observa que el riesgo de ser hospitalizado es 14 veces más alto si no se está vacunado de los 12 a los 30 años, casi diez veces entre los 30 y los 59 años y cerca de 18 veces para los mayores de entre 60 y 80 años. En los mayores de 80 años, es casi nueve veces más elevado entre los no vacunados.

La posibilidad de acabar en una unidad de cuidados intensivos (UCI) o de fallecer, en cambio, no presenta grandes diferencias entre vacunados y no vacunados de menos de 60 años, si bien se dispara a partir de esa edad. La tasa media semanal de personas contagiadas y no vacunadas de entre 60 y 79 años que ingresan en la UCI es de 6,9 por cada 100.000, cuando entre los vacunados es de 0,3, esto es, 23 veces inferior. Para los mayores de 80 años, esa proporción es incluso algo mayor, 24 veces.

Quienes siguen sin vacunar y tienen entre 60 y 79 años son, además, los peor parados cuando se evalúan los fallecimientos: su tasa es de 2,5 por cada 100.000 casos, frente al 0,1 de los vacunados, 25 veces menos. Y entre los mayores de 80 años, la diferencia es casi nueve veces mayor: 11,6 por cada 100.000 casos, por 1,3 cuando la vacuna ha inmunizado al paciente.

Estimular la vacunación contra la COVID-19

En casi un año de campaña de vacunación, España ha conseguido que 38,2 millones de personas estén vacunadas con pauta completa, lo que representa el 90,8 % de la población diana -los mayores de 12 años- y el 79,1 % de la población total. Aunque es una proporción muy elevada -es el quinto país del mundo con más población completamente vacunada, según Our World in Data-, la subida de la incidencia de la COVID-19 en las últimas semanas preocupa a las autoridades, por lo que el Gobierno ha decidido publicar estos datos para concienciar sobre la importancia de la vacunación.

Las estimaciones de Sanidad se han realizado a partir de los contagios notificados durante ocho semanas, del 20 de septiembre al 14 de noviembre, e incluyen los 92.279 casos en los que se dispone de la información sobre el estado de vacunación de la persona contagiada. Según han explicado fuentes del Ministerio de Sanidad a DatosRTVE, el porcentaje de casos con información de vacunación es superior al 90 %, ya que las comunidades autónomas que proporcionan una información inferior a esta cifra no se incluyen en las estimaciones; además, se excluyen casos importados y personas menores de doce años.

A partir de ahí, compara los contagios de personas vacunadas con pauta completa -quienes no han completado la pauta están excluidos de los cálculos- con la media de personas vacunadas en cada semana según el Registro de Vacunación de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), para estimar una tasa semanal media de incidencia. Para los no vacunados, se comparan los contagios con el número medio semanal de personas no vacunadas, que se calcula restando los vacunados a los mayores de 12 años en el censo del INE de enero de 2020 o en la población diana que consta en el Registro de Vacunación, si esta es más alta.

Pese a la complejidad del cálculo y a que no incluye todo el universo de contagiados, Sanidad destacaba este martes en el informe que "la incidencia en personas completamente vacunadas es muy inferior a la observada en no vacunadas" y señalaba que, "aunque las diferencias son menores, la incidencia en personas que han recibido una pauta incompleta de vacunación también es menor que en las no vacunadas".