Freddie Mercury, su reinado en diez canciones
- Se cumplen 30 años de la muerte de Freddie Mercury, uno de los grandes cantantes de la historia
- Con este motivo, seleccionamos diez canciones esenciales de suy trayectoria con el grupo y en solitario
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Desde su formación hasta 1991, año en el que murió su vocalista y líder, Freddie Mercury, la banda británica Queen publicó 14 discos de estudio, más un trabajo póstumo, Made in heaven, con pistas que el cantante había grabado antes de su fallecimiento.
Más de 170 canciones a las que hay que sumar otra veintena de los proyectos de Mercury en solitario. Una producción asombrosa que logró un enorme éxito a nivel mundial: se calcula que la banda ha vendido más de 100 millones de discos en todo el mundo, casi la mitad solo en Estados Unidos.
Hacer una selección de canciones de Queen es arriesgado, porque siempre vamos a dejar fuera algún clásico imprescindible. Pero estos diez temas son, desde luego, parte de lo mejor del legado de Freddie Mercury, de cuyo fallecimiento se cumplen 30 años.
"Killer queen' (1974)
Aunque los dos primeros discos de Queen ya habían definido el estilo del grupo, este tema, compuesto íntegramente por Freddy Mercury e incluido en el tercer disco de la banda, Sheer heart attack, ya tiene muchos de los ingredientes de la fórmula de su éxito: una melodía perfecta, unas cuidadas armonías vocales y un solo de guitarra magistral, para cuya grabación Brian May superpuso varias tomas de su instrumento, logrando un sonido característico. Con su aire de vodevil y su letra sobre una dama de la alta sociedad de dudosa moral, se convirtió en el primer gran éxito de Queen y fue el tema que les permitió abrir el mercado estadounidense.
"Bohemian rhapsody" (1975)
La cumbre creativa de la banda, la canción de Queen por excelencia, fue un trabajo de orfebrería en el estudio de grabación. Porque en realidad el tema son varias composiciones de distintos estilos: balada, ópera y hard-rock, para cuyo registro la banda necesitó tres semanas de intenso trabajo. El resultado es una de las mejores canciones de la historia, que catapultó a sus creadores como una de las grandes bandas del rock del momento. Queen siempre interpretaba este tema en directo, pese a la dificultad de su ejecución, aunque para la parte operística se utilizaba una grabación.
"Love of my life" (1975)
Una composición llena de belleza y lirismo, supuestamente dedicada por Mercury a Mary Austin, su pareja en aquel momento, a quien poco después revelaría su homosexualidad, convirtiéndose a partir de entonces, y hasta el fallecimiento del artista, en una personas de su máxima confianza y a quien dejó buena parte de su herencia.
La canción se basa en un piano de reminiscencias clásicas e incluye detalles de arpa y guitarra, además de uno coros ‘marca de la casa’. En directo, Freddie Mercury la interpretaba con el único acompañamiento de la guitarra acústica de Brian May, con la colaboración del público que abarrotaba sus conciertos.
"Somebody to love" (1976)
Animados por el resultado de "Bohemian rhapsody", Queen dio un paso más con esta composición de aires ‘gospel’ en el que la superposición en estudio de las voces de tres de los integrantes (Freddie Mercury, Roger Taylor y Brian May) simulaba un coro de un centenar de miembros. Una obra de ingeniería a cargo del productor Roy Thomas Baker.
La letra tiene aires religiosos y parece responder a la incertidumbre de Mercury en su vida amorosa. Como curiosidad, el grupo español Mocedades grabó en 1981 una versión, titulada ‘Un poco de amor’
"We are the champions' (1977)
Es una de las canciones más emblemáticas de Queen, con su intro de piano y su estribillo grandilocuente. A menudo se ha interpretado su letra como una declaración pública de Mercury sobre la homosexualidad, pero el vocalista aseguró en su momento que la escribió como un himno pensado para cantar con el público en sus conciertos, donde era uno de los clásicos imprescindibles.
"Don't stop me now" (1978)
Considerada la canción más feliz del mundo, según el estudio de un neorocientífico holandés, en el momento de su publicación supuso una pequeña decepción, debido a su traspiés en las listas, sobre todo en Estados Unidos. Sin embargo, tras el estreno de la película Bohemian rhapsody vivió una segunda vida y se convirtió en uno de los temas más populares para las nuevas generaciones.
La letra es un canto hedonista y refleja el momento de desenfreno que vivía Freddie Mercury a nivel personal: “No me detengas ahora que la estoy pasando tan bien / Me estoy divirtiendo, no me pares ahora”. Un momento redondo en su producción.
"Crazy little thing called love" (1979)
A pesar de que el éxito sonreía a Queen, aún les faltaba conseguir un número uno en las listas americanas. Al fin lo logró a finales de 1979 con este tema, que Mercury escribió como tributo a Elvis Presley y en el que la banda demuestra que es capaz de sortear todos los géneros con maestría. El cantante aseguró que compuso la canción en diez minutos “durante un baño de espuma”. Verdad y leyenda, lo cierto es que supuso un bombazo a nivel mundial que situó a Queen en primera línea en el inicio de los ochenta.
"Under pressure" (1981)
Considerada como una de las mejores canciones de la historia, cuenta con la colaboración de David Bowie, quien participó activamente en la composición junto a los cuatro miembros de la banda. Lo más característico es su línea de bajo inicial, que da paso a un tema pop en el que sobresale el tono grave de Bowie y los falsetes de Frddie Mercury, que alcanza registros increíbles en algunas fases de la canción. Editada como single en 1981, fue incluida un año después en el disco Hot space, uno de los más flojos de su trayectoria.
"Barcelona" (1987)
Los detalles operísticos son una de las señas de identidad de la música de Queen. Por eso a nadie le extrañó cuando se anunció una colaboración entre Freddie Mercury y la soprano española Montserrat Caballé, a quien el vocalista admiraba de manera ferviente. “Llámame Montsy”, le dijo la diva al cantante, que ya se encontraba enfermo de sida cuando se grabó este tema.
"Barcelona" se convirtió en el himno oficial de los Juegos Olímpicos de 1992, que se celebraron cuando Frddie Mercury ya había fallecido. La pareja llegó a interpretar la canción en directo en contadas ocasiones: la más sonada, el 8 de octubre de 1988, frente a la fuente de Montjuic. Fue la última vez que Mercury se subió a un escenario.
'Show must go on' (1991)
Su letra es el testamento musical de Freddie Mercury, aunque en realidad la escribió el guitarrista Brian May, ante el inminente final del vocalista, que murió solo unos meses después de su publicación. "El espectáculo debe continuar / En mi interior mi corazón se está rompiendo / Mi maquillaje puede estar desconchándose / Pero mi sonrisa sigue viva".
Imposible no sentir un escalofrío al escuchar este estribillo en la voz de una persona que ya era consciente de que su tiempo se agotaba. Tras la muerte de Freddie Mercury, en noviembre de 1991, la canción volvió a entrar en las listas y llegó a ser número dos en Estados Unidos.