El invierno europeo llega con campaña pro vacunación, pasaporte COVID y el foco en los jóvenes
- Con cada vez más datos sobre el efecto de las vacunas ante el coronavirus, los Gobiernos se esfuerzan en animar a sus ciudadanos a vacunarse
Se viene un invierno -otro- de incertidumbre, temor y vacunas redobladas por la subida de los contagios COVID en COVIDEuropa. Llega de Sudáfrica la amenaza de la nueva variante ómicron del virus, potencialmente temible por la capacidad de sus muchas mutaciones de sortear las barreras farmacológicas. Las autoridades responden: aumentan las restricciones, se propone ampliar las dosis de refuerzo a todos los adultos, vacunar también a los niños de 5 a 11 años…
Afortunadamente, los datos -cada vez más detallados- demuestran que las vacunas funcionan. Un mensaje que en España se repite con insistencia para animar a vacunarse a los que aún no lo han hecho y no tener que recurrir a restricciones, como en otros países, o paralizar la actividad económica.
Pero con los contagios al alza, también los datos demuestran que las vacunas no son una barrera indestructible: hay que combinarlas con el resto de medidas que ya sabemos que nos protegen frente al virus, como la mascarilla, distancia, ventilación… antes de volver a hablar de "salvar la Navidad".
1. La ola en Europa, impulsada por los jóvenes no vacunados
En Europa, la situación epidemiológica es cada vez más preocupante. Ya hay dos países que han recuperado el confinamiento como fórmula para controlar la nueva oleada de contagios. De una parte Austria, cuyo cierre es generalizado para toda la población. De otra, Eslovaquia, que ha seguido los pasos del territorio vecino, limitando la movilidad para aquellas personas no vacunadas o que no hayan superado la COVID.
La inmunización en muchos países se está volviendo indispensable en el día a día de muchas personas. A la hora de comparar el nivel de vacunación por territorios, la tarea se complica, ya que no ofrecen la misma información por franjas de edad y los datos son difíciles de armonizar y comparar. En el siguiente gráfico aparecen las regiones con documentación homogénea y reportada al Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
Esta semana la Agencia Europea del Medicamento la Agencia Europea del Medicamento ha dado vía libre a la vacunación de los niños de 5 a 11 años, pero la vacunación en el siguiente grupo de edad es aún irregular. En países como España y Portugal, la pauta complete en los niños desde 10 a 14 años está por encima del 40 %; en cambio, otros como Suecia y Croacia apenas superan el 1 %.
En Eslovaquia, uno de los países más azotados por esta nueva ola, no se ha conseguido ni que uno de cada dos jóvenes de entre 18 y 24 años tenga la pauta completa, y tampoco en el grupo de 25 a 49 años. Lo mismo ocurre en Croacia, en contraposición con Irlanda, Islandia y Portugal, donde ocho de cada diez ya están inmunizados. A partir de los 50 años, se ve el aumento de la cobertura de vacunación en la mayoría de los países registrados.
¿Y qué ha ocurrido con la incidencia en el continente en los últimos dos meses? Que se ha disparado entre los jóvenes de entre 15 y 24 años de muchos países, llegando a superar los 2.000 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas en Eslovenia, Eslovaquia y Austria. Precisamente el colectivo de 25 a 49 años tampoco se queda atrás en esos países, como se puede ver en este gráfico.
Con el propósito de convencer a quienes aún no han recibido ninguna dosis, la Comisión Europea compartió el pasado martes una visualización donde se relacionaba la inmunización y su efecto en la mortalidad. La conclusión parece evidente: cuantas más vacunas, menos muertes.
2. Por fin datos oficiales que confirman el efecto de la vacuna
En España, esta semana el Ministerio de Sanidad comenzó a publicar información para diferenciar las tasas de contagios, hospitalizaciones y muertes entre las personas vacunadas y las que no lo están, con los datos disponibles de las comunidades autónomas en las últimas ocho semanas.
Con un espíritu pedagógico, los datos quieren imponerse al rechazo para que se inmunicen los 3,9 millones de mayores de 12 años que, según las cifras oficiales, aún no lo han hecho. Los números en la calle confirman el conocimiento científico de los laboratorios: los no vacunados tienen el triple de riesgo de contagio y los mayores de 60 años, hasta 25 veces más riesgo de morir.
Las primeras semanas en la serie que presenta Sanidad eran de muy baja transmisión en general en España, por lo que se percibe menos la diferencia de riesgo entre los vacunados y los no vacunados. Pero a partir de noviembre, cuando la incidencia media semanal empieza a subir de manera sostenida, se aprecia cómo los contagios se extienden mucho más entre los no vacunados, sobre todo a medida que aumenta la edad -y con ella la vulnerabilidad ante la COVID-19-.
Los efectos se ven de forma más extrema en los mayores de 60 años, aunque hay que tener en cuenta que la población sin vacunar en estas franjas de edad es muy reducida. Si a esto sumamos que los censos pueden no ser exhaustivos, debemos tener cuidado a la hora de interpretar las amplias diferencias que dibujan los datos en estos grupos. Y pese a todo, la conclusión es la misma: vacunarse reduce considerablemente el riesgo de contagios, la gravedad de estos y las muertes.
Por eso, en los países de nuestro entorno. En Francia habrá tercera dosis para todos los adultos. En Portugal, con una tasa de vacunación incluso mayor que la española, planean obligar al teletrabajo y cerrar bares y restaurantes del 2 al 9 de enero, tras los posibles 'excesos' navideños. Ambos obligarán de nuevo al uso de mascarilla en espacios interiores y serán más exigentes con el pasaporte COVID para aumentar las restricciones sobre los no vacunados.
"Sin la vacuna estaríamos sumergidos por esta nueva ola, porque la variante delta es más contagiosa y estaríamos confinados", señaló el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, que indicó también que allí el número de hospitalizados no vacunados es diez veces superior a los vacunados.
3. Navarra marca la tendencia
Hace tan solo una semana hablábamos del 'oasis' que parecía España frente a la situación del resto de Europa, disparada en incidencia y señalando a los no vacunados como responsables de la nueva situación de alarma. Pero si pensamos que el elevado nivel de vacunación en España nos protegerá por sí solo de una nueva ola de contagios, hay un precedente que niega esta ilusión.
Es el caso de Navarra, literalmente un predictor de lo que puede pasar. Lo recordaba desde allí el profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra Francesc Pujol. La Comunidad Foral, que ahora lidera la tasa de incidencia acumulada a 14 días, con 499 casos por 100.000 habitantes, no es un lugar desprotegido frente al virus. Tiene vacunada con la pauta completa al 90,2 % de su población mayor de 12 años -por encima de la media del país, del 89,2 %-, y al 79,3 % del total de la población -el 79,2 % en el conjunto de España-. La incidencia es más alta y en Navarra y empezó a crecer antes. Y no es la primera vez que pasa.
Ola a ola y con pequeñas variaciones, la historia se repite. Una o dos comunidades empiezan a ver cómo crece su incidencia y las demás lo emulan unos días después. Por desgracia, hospitalizados y fallecimientos continúan la secuencia semanas más tarde, pese a que la vacuna ha mitigado notablemente estas curvas desde el verano. La experiencia enseña que Navarra no será la excepción, sino solo la primera en llegar. En las demás comunidades, con sus también excelentes datos de vacunación, la incidencia crece.
Es cierto que la incidencia acumulada ya no tiene el mismo significado en un contexto de mucha población vacunada. De hecho, el nuevo ‘semáforo COVID’ de Sanidad reduce los niveles en este indicador y se centra más en los ingresos hospitalarios y en UCI. Pero sigue siendo el piloto que primero se enciende. La curva de la incidencia acumulada a 14 días en España empezó a subir el 3 de noviembre tras unos días en valle. El día 12 empezó a repuntar la de hospitalizaciones y UCI. Sigamos atentos.
4. El auge del pasaporte COVID
En Europa el pasaporte COVID sigue siendo clave para regular el tránsito de viajeros. Tanto que ahora Bruselas propone que ese documento caduque a los nueve meses de vacunarse si no se recibe una dosis de refuerzo, dosis que a su vez aconseja para toda la población adulta.
Y cada vez más, la tendencia llega a España, comunidad a comunidad. Ante cada subida de la incidencia, las administraciones han tenido una medida predilecta para hacer frente a la transmisión y sus consecuencias. El año pasado eran los límites de aforos en terrazas y restaurantes. Tras el fin del estado de alarma fueron los toques de queda para evitar las aglomeraciones de jóvenes no vacunados. Y ahora que los vacunados son mayoría, el recurso favorito de las autoridades autonómicas es el pasaporte COVID para regular el acceso a espacios interiores públicos.
Tras la negativa del Gobierno a establecer un marco común, España es ahora un mapa en progreso entre las comunidades que ya aplican el pasaporte COVID en diversa medida, las que miran a los tribunales para ponerlo en práctica y las que meditan dar el paso.
Posdata: la crisis de suministros también es una oportunidad
Estamos en el inicio del principal torbellino consumista del año, el que arranca en el Black Friday -o en el Día del Soltero- y llega hasta los Reyes Magos. Pero resulta que nos sorprende en medio de una crisis de suministros que está afectando a la actividad económica en todo el mundo.
En DatosRTVE hemos tratado de explicar paso a paso qué está pasando en la cadena de suministros, por qué el desajuste que la pandemia ha provocado entre oferta y demanda ha hecho que los productos y materiales que compramos en España tarden mucho más en llegar y sean más caros. Una cifra ilustra el fenómeno con claridad: el precio de enviar un contenedor en barco es ahora un 576 % más caro que hace dos años.
Dicen que toda crisis también es una oportunidad. Entonces, la actual crisis de suministros no debería ser solo el penúltimo tema de conversación en los medios, sino también una ocasión para poner sobre la mesa que hace falta un nuevo modelo de consumo.
Los expertos no nos dicen cuándo terminará esta crisis, pero sí auguran que la "nueva" cadena de suministros que surja después será distinta. Caminamos hacia una nueva logística. Hablaremos de ella en los próximos días.