Memes: ¿un arma de reproducción masiva?
- El Memefest de Barcelona es una cita cultural “desenfadada y catártica” para fans de la cultura digital
¿Qué son los memes? ¿Imágenes que van y vienen, el culmen del humor cibernético o el formato clave del pensamiento social contemporáneo? Cuestiones como esta -y más- abordará el Memefest 2021, un festival organizado por el colectivo Filles d’Internet y el Centre Cultural Contemporani de Barcelona (CCCB) que este sábado 27 de noviembre acoge a grandes personalidades del folklore digital en España. Samantha Hudson, Marc Sarrats y Núria Guiu, junto a Lucía Calvo, integrante del colectivo creador del festival, nos lo cuentan.
En su 3ª edición, el Memefest promete ser una cita cultural “desenfadada y catártica”, un espacio donde los fans de la cultura digital pueden aprovechar para intercambiar memes y puntos de vista, hacer networking o, sencillamente, divagar sobre este fenómeno que salta de pantalla en pantalla desde hace ya quince años.
El objetivo es “reflexionar sobre temas como el impacto de Internet en nuestras vidas, las guerras culturales, las vidas aceleradas, la precariedad laboral de los creadores de contenido, la salud mental en tiempos de redes sociales o la sobreexposición”, explica Calvo, integrante de Filles d’Internet.
Del meme de Dawkins a la memesfera
Antes, contextualización. El término se acuñó en 1976, pero el significado original nada tiene que ver con los memes que conocemos actualmente. En El gen egoísta (1976), el biólogo evolutivo Richard Dawkins utilizó la palabra “meme” para denominar cada unidad cultural capaz de replicarse, estableciendo de alguna forma una analogía con los genes. En realidad, Dawkins analizaba la forma en que ciertas especies de pájaros asimilan una melodía para luego imitarla durante el apareamiento. Nada de humor, nada de política: pura mimética. Me-me.
Viven de la replicación: el meme deviene meme cuando se replica sucesivamente. Dawkins defendía la selección natural en este sentido (si el meme no se replica, no sobrevive), y hasta se le ha tildado de neodarwinista por tal planteamiento.
¿Cuál es el rastro del meme que conocemos? Surge en 2006 en la plataforma 4chan.org con Advice Dog y LOLCats, dos series meméticas basadas en la reiteración del mismo formato. En España, la RAE introdujo ‘meme’ en el diccionario doce años más tarde, en 2018, y desde 2015 la Biblioteca Nacional elabora su propia “memeteca” recopilándolos (¿todos?). A nivel internacional, KnowYourMeme hace lo propio. Y en los últimos años, ¡hasta ha nacido el mememarketing!
"Conexión social, catársis y evasión: qué son los memes y para qué sirven
Sarrats, guionista y cómico catalán de referencia, cree que “un meme no es nada sin su contexto”. Ante la definición de Dawkins, opta por la de Albert Lloreta: “el meme es el polvo de Internet”. En el ciberespacio, todo es muy rápido y va dejando polvo. Para identificar de dónde viene, se necesita algo.
Los memes que requieren poco contexto o poco dominio de la actualidad cibernética se acaban, en su opinión, achacando a boomers: “tienen pocas capas de ironía, son muy fáciles de descifrar”. Pero la memesfera es curiosa: “los que quizá parezcan más absurdos sin contexto son los que nos hacen más gracia cuando dominamos el contexto”.
Samantha Hudson, conocida cantante, celebrity y activista LGTB, es fan de lo contrario: “bajo mi punto de vista, cuanto más aleatorios y descontextualizados, ¡mejor!”.
“Son casi una figura retórica, un nuevo género literario, el refranero popular de las juventudes actuales. (Hudson)“
Según Calvo, “crean contrarrelato a los discursos oficiales o mediáticos tradicionales” y “tienen una función importantísima de conexión social, catarsis y evasión”. Por eso ante crisis globales, tragedias, atentados o grandes eventos como unas elecciones las redes se inundan de memes. Cree que “los memes sólo son el vehículo que escogemos para manifestarnos en Internet”.
“La gente necesita confrontar estos discursos a través de la broma, como una vía de escape a la saturación informativa. (Calvo)“
Abordan “cualquier cosa que se propongan”, dice Hudson. “La expresan entre muchas capas de ironía”, añade Sarrats. Y sigue Calvo: “pueden transportar cualquier idea, desde la más progresista a la más conservadora y ultraliberal, desde la más absurda a la más rigurosa y seria”. Prosigue: existen memes de cualquier tema, cuentas especializadas “sobre la fatiga, el desánimo o la ansiedad que viven las generaciones Z y millenial” o cuentas de ultraderecha y negacionistas.
Los memes... ¿Cosa de jóvenes?¿Ideología concreta?
“¿Quién no se emociona cuando recibe un meme de “buenos días” en el grupo de WhatsApp familiar?”, pregunta Calvo. Aunque señala la ventaja de los nativos digitales en este punto, no cree que sea excluyente.
Y Samantha Hudson coincide: “el lenguaje meme es muy “patrimonio” de las nuevas generaciones, pero también hay cultura meme en generaciones previas”. Cita, por ejemplo, los cartelitos chistosos con minions que su madre publica en Facebook. En definitiva, “tu abuela te puede mandar un meme”, asegura Sarrats. ‘Las estampitas’ (así los llama la abuela de su pareja) se han filtrado, en su opinión, a todas las generaciones.
¿De qué ideología son? Como todo en la vida, depende. A juicio de Sarrats, “la ideología del meme es la ironía, con todas las ventajas y todos los riesgos que eso puede llevar”. En su opinión, “del mismo modo que sirve para meterse con la derecha, el meme ha sido ampliamente usado por la derecha para que su discurso cale, aunque sea ridículo, en todas las capas de la sociedad”. Opina que los memes son “apolíticos y bastante sin ideología”, y añade que puede estar totalmente equivocado. En la misma línea, Hudson afirma que “por supuesto, no entienden de ideologías”.
“Isabel Díaz Ayuso es un meme, y esa es precisamente una de sus estrategias más efectivas para ganar votos y alcanzar popularidad (Hudson)“
TikTok: ¿El secreto está en el meme?
Los memes son “los chistes del siglo XXI” o “como pequeños gritos, avisos, llamadas de atención”, según la integrante de Filles d’Internet. Propone distintas acepciones: Aunque el formato más conocido es imagen + texto con tipografía Impact, los memes han adoptado múltiples formas y lenguajes”. Explica que TikTok, red social que ha batido cifras en usuarios activos a nivel mundial, es “la red social memética por excelencia”. Copia, repetición, imitación y remezcla son “la base de la mayoría de los contenidos que comparten los tiktokers”, concluye.
Núria Guiu, intérprete, bailarina y coreógrafa, plantea en su trabajo un trinomio interesante: cuerpo-poder-digitalidad. y contempla TikTok de la misma manera. Una misma coreografía, acción o propuesta “se repite muchísimas veces hasta que de alguna manera se convierte en una especie de icono o, incluso, de simbolismo”, explica Guiu.
Igual que una plantilla de meme puede tener tantos textos como sentidos quiera, la bailarina asegura que, a veces, el propio baile de la app china “está interpretado o versionado porque quien lo hace es diferente, hay una cierta performatividad, interpretación”, especialmente cuando se trata del cuerpo. Ella lo llama “arma de reproducción masiva”.
Hay tantos vídeos de gentes distintas bailando la misma -o casi misma- coreografía en TikTok… En Barcelona, donde vive, los jóvenes ya no bailan sardanas en la plaza. Ahora buscan “grandes cristaleras donde ensayan coreografías con una cierta frontalidad y a veces se reproducen danzas que se han viralizado”, reflexiona.
“Hasta qué punto esto podría ser llamado un nuevo folclore de la danza o folklore digital (Guiu)“
Guiu cuestiona si esta clase de bailes son “una nueva forma de danza folclórica digital internacionalizada” gracias a la expansión que cobran en TikTok. Por todas las coreografías que su grupo de trabajo llega a conocer, cree que “entre ellos tienen un código, son como un archivo de TikTok”.
La artista, que mezcla su particular trinomio con una perspectiva crítica, explica que todo esto tiene un doble filo. No tiene nada en contra de las nuevas tecnologías “ni mucho menos”, pero los mecanismos utilizados… “Para sobrevivir hay que mercantilizar ciertos productos, ¿no?”.
Desde su perspectiva, en TikTok está “tu cuerpo vendiendo cierto… no diré producto, pero es curioso. Aparece un baile; al siguiente, el anuncio de un pintalabios que te deja los labios más voluminosos y, al siguiente, otro con el que te puedes poner un filtro en el que apareces ya con los labios súper voluminosos”.
Cree que “hay un fluido que pasa de lo digital al cuerpo y al mismo tiempo entra en el mercado, en el capital”. Y recuerda, en este punto, el doble poder que tienen los jóvenes, una posibilidad que no conoció en la adolescencia.
Más allá de las risas que provocan, los memes emergen en el panorama comunicativo contemporáneo como un producto cultural de doble filo. Por una parte, se hacen eco de la actualidad desde una perspectiva crítica; por otra, despiertan el interés de diferentes campos como la empresa, la política por su increíble poder e influencia en la Opinión Pública. La intención del Memefest es “experimentar con nuevos formatos que transporten lo digital y el meme al museo”, según Calvo.