Muere Justo Gallego, una vida dedicada a levantar una catedral
- El constructor solitario de la denominada catedral de Justo, en Mejorada del Campo, ha fallecido este domingo a los 96 años
- Dedicó 60 años de su vida a la catedral hecha en gran parte con material reciclado y que se hizo famosa por un anuncio
Justo Gallego, el constructor solitario de la denominada catedral de Justo, en Mejorada del Campo, ha fallecido este domingo a los 96 años; un albañil que dedicó 60 años de su vida a la catedral hecha en gran parte con material reciclado y que se hizo famosa por un anuncio televisivo.
Mensajeros de la Paz ha confirmado su fallecimiento a Efe y, en un comunicado, han lamentado su fallecimiento y que se haya ido "ido sin verla terminada".
El pasado 12 de octubre se cumplieron 60 años desde que Justo Gallego comenzara a cumplir la promesa que se hizo cuando contrajo la tuberculosis: que si se curaba construiría, él solo, una catedral dedicada a la Virgen del Pilar.
Seis décadas más tarde, aunque sin concluir su obra, puede decir que ha cumplido con su palabra: con materiales reciclados casi en su totalidad, en lo que entonces era un olivar se erige hoy una catedral de 35 metros de altura, con 12 torreones de 60 metros, 28 bóvedas y más de 2.000 vidrieras, que llegó a modo de exposición hasta el MoMA de Nueva York.
Hace tiempo que Justo tuvo que abandonar el trabajo y la continúa hoy el padre Ángel, presidente de Mensajeros de La Paz, que, "también movido por la fe", ha dicho a Efe, se incorporó a ayudar a Justo hace 22 años, y continúa también en solitario la construcción de la catedral.
Tres días de luto oficial
El Ayuntamiento de Mejorada ha lamentado su fallecimiento y ha declarado tres días de luto oficial. Justo nació en Mejorada del Campo en 1925 y su historia "está protagonizada por el esfuerzo y el tesón, pero sobre todo por la fe".
De hecho, este es el nombre con el que se conoce popularmente a su obra, 'Catedral de la Fe'. La misma que le llevó a comenzarla el 12 de octubre de 1961, Día del Pilar, Virgen a la que está dedicada esta construcción, una promesa "si se curaba de una tuberculosis por la que se vio obligado a abandonar el monasterio en el que vivía".
Para Mensajeros de La Paz, se ha ido un hombre "incansable en su tarea de servir a su promesa: primero le prometió una ermita a la Virgen María y según fue construyendo quiso ofrecerle algo mucho mejor, y aquí está su catedral para dar testimonio de su gran fe".