Más de 200 artesanos se dan cita en el Mercado Medieval de Caravaca de la Cruz

• Se trata de uno de los mercados medievales más grandes de España
• El evento impulsa el turismo de interior durante el puente de la Constitución

El Mercado Medieval de Caravaca, una atracción para el turismo de interior

Durante estos días, si nos animamos a pasear por las calles de Caravaca de la Cruz, podemos encontrar quesos artesanos, dulces tradicionales o incluso aves rapaces. Todo ello lo podemos encontrar en uno de los mercadillos medievales más importantes de España, que ha hecho parada en la capital del Noroeste. Allí se dan cita más de 200 artesanos y es un reclamo para el turismo de interior de la Región de Murcia.

El Mercado Medieval ofrece un ambiente muy sugerente a los habitantes y visitantes de Caravaca. Tras el paréntesis del año pasado, suspendido por la pandemia, los artesanos llegados de toda España ofrecen lo mejor de sus oficios y productos, ubicado ahora en un nuevo espacio, para buscar la distancia social y evitar las aglomeraciones.

“La gente está animada a venir, había ganas de mercado medieval“

Los artesanos subrayan las peculiaridades de los productos que ofrecen. "Hay una gran variedad y productos originales". También destacan que "la gente está animada a venir, había ganas de mercado medieval". De hecho, gente que viene de otras localidades, tanto de la Región como de fuera, buscan, sobre todo, productos gastronómicos. "Venimos buscando queso artesano y embutido de todo tipo" nos comenta un vecino de Alhama de Murcia.

Con un diseño muy apropiado, aquí podemos disfrutar de una riqueza artesanal muy amplia, desde jugosa gastronomía, pasando por miel, quesos variados, panadería, hasta cerámica y trabajos en diversos tipos de materiales. Son muchas las actividades que se llevan a cabo coincidiendo con este mercado medieval, e incluso hay un punto recreativo para los más pequeños, y no falta el atractivo de majestuosas aves rapaces.

El mercado medieval anima el turismo de interior

Con muchas reservas hechas a última hora, los alojamientos rurales han registrado un comportamiento notorio, que incluso en muchos casos ha llegado al cien por cien de ocupación. El perfil de sus clientes suele ser el de familias que buscan ambiente hogareño, tranquilidad y bellos entornos. Lugares como Caravaca de la Cruz ofrecen como reclamo un patrimonio cultural muy valioso.

Verónica Espín de la Hospedería Almunia, en Caravaca, nos comenta que tienen una ocupación prácticamente completa. "Nos visitan sobre todo familias, parejas con niños y buscan ver la Cruz de Caravaca y las Fuentes del Marqués". Desde los establecimientos hoteleros destacan un incremento paulatino de usuarios, a los que ofrecen todas las medidas de seguridad que se precisan con motivo de la pandemia.