Kull, el rey bárbaro que tuvo que ceder su trono a Conan
- Se publican las historias en blanco y negro de los 70 del personaje de R.E. Howard
- Más noticias sobre cómics en ‘El Cómic en RTVE.es’
En agosto de 1929, tres años antes de que Conan naciera en las páginas de la revista pulp Weird Tales, Robert E. Howard (1906-1936) ya había creado a otro bárbaro con muchas cosas en común con Conan: Kull, el rey de Valusia, que vivió miles de años antes. Desgraciadamente Kull no tuvo la misma popularidad que Conan, por lo que su autor lo dejó después de publicar solo dos relatos, para centrarse en nuestro bárbaro favorito.
Afortunadamente, en los cómics esa popularidad de Conan en los años 70 y 80 sirvió para que Kull protagonizase numerosas aventuras. Ahora Panini y SD publican un tomo imprescindible que recoge todas las apariciones del personaje en Blanco y negro de esos años: Marvel Omnibus: Kull el salvaje. Una auténtica joya en la que participan algunos de los mejores autores de la época, que nos ofrecieron historias insuperables.
Y es que, mientras en Conan un puñado de autores como Barry W. Smith, John Buscema o Gil Kane, coparon los quince primeros años de la colección, en Kull los guionistas Roy Thomas y Doug Moench supieron rodearse de artistas como Marie y John Severin, John Bolton, Howard Chaykin, Barry W. Smith, Neal Adams, Wally Wood, Vicente Alcázar, Mike Ploog, David Wenzel, Sal Buscema…o el gran artista madrileño Vicente Alcázar. Dibujantes que otorgaron a estos cómics una categoría artística de la que pueden presumir pocas colecciones.
Este tomo incluye las aventuras en blanco y negro de Kull publicadas en los años 70 y 80: Kull and the Barbarians 1-3, Savage Tales 2, The Savage Sword of Conan 1-3, 7, 9, 14-16, 19, 23, 34, 39, 42-43, 52, 55, 61 y Annual 1, Marvel Preview 19 y Bizarre Adventures 26. Y ya os avisamos de que se agotará enseguida y muy pronto habrá triplicado su valor, porque es una auténtica joya.
Cuando Kull se transformó en Conan
Como comentábamos, Howard solo logró publicar en vida dos relatos de Kul: The Shadow Kingdom (agosto de 1929) y The Mirrors of Tuzun Thune (septiembre de 1929) pero escribió también un poema y otra decena de historias, que permanecieron inéditas hasta que fueron recuperadas y publicadas en 1967.
Lo curioso es que una de esas historias, ¡Con esta hacha gobierno!, que narraba una conspiración para echar a Kull del trono de Valusia, fue reciclada por Howard en El fénix en la espada, la primera historia publicada de Conan en la que ya ocupaba el trono de Aquilonia. Por lo que podemos decir que Kull no desapareció sino que se transformó en Conan.
Aunque sean muy parecidos y compartan muchas cosas. Como que ambos conquistaron el trono de los principales reinos de sus respectivas épocas. Pero también podemos señalar que Conan y Kull son muy diferentes. Conan es joven, impulsivo y tiene una inteligencia innata, pero no parece preocuparse por el futuro y se conforma con vivir el presente. Mientras que Kul es maduro, mucho más reflexivo y con más instrucción y educación.
Y ambos llegan al poder de muy distinta forma: Kull lo busca porque cree que es su derecho, pero Conan prácticamente se lo encuentra cuando mata al rey de Aquilonia. Aunque cuando lo tienen Conan está muy cómodo y seguro siendo rey, mientras que Kull siempre está pensando en cómo puede ser mejor rey y temiendo conspiraciones que le arrebaten el trono.
Lo más curioso es que, por su parecido y sus similares trayectorias (ambos fueron ladrones, soldados y piratas antes que reyes), algunos aseguran que Conan, nacido ocho mil años después, podría ser una reencarnación de Kull. Otra similitud son sus tótems: el de Conan es el león, mientras que el de Kull es el tigre.
Y otra curiosidad es que Roy Thomas, editor de Conan y autor de prácticamente todas sus historias de los 70 y 90, pensó en comprar Kull porque creía que Marvel no podría pagar los derechos de Conan. Se equivocó y Conan se convirtió en el bárbaro más popular de todos los cómics. Como vemos, Kull se ha visto eclipsado por Conan una y otra vez.
El rey de Valusia en tiempos de Atlantis
Como nos cuenta Roy Thomas en el cómic, Kull nació en una tribu del valle del tigre, en Atlantis (una isla para la que Howard se inspiró en la Atlántida). Cuando una tribu iba a quemar viva a una joven, por tener relaciones con un pirata, Kull se apiadó de ella y le dio una muerte rápida. Lo que le valió el exilio de Atlantis.
Tras ser capturado por piratas lemurianos, pasó dos años como esclavo en galeras, hasta que recuperó la libertad. Después se haría pirata, llegando a tener su propio barco, y consiguió una gran reputación, antes de ser derrotado en una batalla naval.
Tras eso viviría como ladrón en Valusia, el reino más grande y avanzado de la época, hasta que fue capturado. Para librarse de prisión se apuntaría al ejército como mercenario, logrando ascender rápidamente a comandante. Cuando el rey se volvió cruel, Kull y sus mercenarios lo asesinaron y el bárbaro se convertiría en rey de Valusia hasta su muerte. Siempre acompañado de su guerrero más fiel y guardaespaldas personal, el lancero picto llamado Brule, que le salva el pellejo en más de una ocasión.
Entonces se enfrentó a numerosas conspiraciones entre las que destacan las de su peor enemigo, el hechicero Thulsa Doom (un brujo con un cráneo por cabeza), que incluso logró arrebatarle el trono durante un corto espacio de tiempo. Aunque nuestros villanos favoritos de la serie son los hombres serpientes, una raza descendiente del dios Seth que tiene cuerpo humano y cabeza de serpiente (aunque pueden tener apariencia humana gracias a la brujería).
Siglos después del reinado de Kull hubo un gran cataclismo que acabó con los principales reinos de la época (incluyendo a Thuria, Lemuria y Atlantis). Lo que dejó paso a esa llegada de Conan, unos ocho milenios después y en un mundo muy diferente, aunque igual de bárbaro.
Algunos de los mejores autores de la época
Como comentábamos, estos relatos en blanco y negro cuentan con los dibujos de algunos de los mejores autores de la época. Comenzando por Bernie Whrightson, el maestro del terror, que se ocuparía de la primera historia corta de Kull. Después llegarían otros mitos como los mencionados Marie Severin, John Bolton, Howard Chaykin, Barry W. Smith, Neal Adams, Wally Wood, Vicente Alcázar, Frank Brunner, Mike Ploog, David Wenzel o Sal Buscema.
Nos gustaría destacar los dibujos preliminares de Barry W. Smith para una posible serie de Kull, cuando Conan apenas acababa de comenzar.
También destacamos un díptico en el que Kull viaja en el tiempo para reunirse con otro gran personaje de Robert E. Howard, Bran Mak Morn, legendario rey de los pictos que logró resisitir a la invasión romana. Un gran relato con alucinantes dibujos de David Wenzel.
Y, sobre todo, dos de las obras fundamentales de la historia del personaje. Primero la espectacular El demonio en el espejo, una historia con fantásticos guiones de Doug Moench pero que siempre recordaremos por los espectaculares dibujos de John Bolton, que por aquel entonces era un desconocido autor británico, al que esta obra catapultó a la fama (y que, desgraciadamente, se ha prodigado menos de lo que nos gustaría). Un autor con un estilo realista, muy influido por los grandes del cómic británico, como Ralph Bellamy, Don Lawrence o John Burns. Una maravillosa historia en la que Kull tenía que enfrentarse a su lado más salvaje, a su reflejo oscuro.
Igual de interesante es la etapa, con guiones de Roy Tomas, que dibujaron los hermanos Marie y John Severin. Aunque no sea tan conocida como sus contemporáneos varones, Marie es una de las artistas más grandes de la historia de Marvel. Y nos gustaría que estas páginas sirvieran para que jóvenes lectores se interesasen por otras maravillas suyas como Hulk, Doctor Extraño o sus divertidísimas parodias de personajes de Marvel. Incluso Pink Floyd se inspiró en uno de sus dibujos de Doctor Extraño para la portada de su segundo álbum.
En fin, un gran clásico que vuelve a hacernos añorar aquellos maravillosos magazines en blanco y negro de Marvel de los años 70 y 80. El único problema es que el material es tan bueno que, al ser una edición limitada de 1.500 ejemplares, posiblemente ya esté agotado cuando leáis estas líneas.
Y como curiosidad comentaros que, en 1997, Kevin Sorbo, el añorado Hércules televisivo, protagonizó Kull, el conquistador (John Nicolella), que era bastante mala.
Marvel Omnibus: Conan el bárbaro. Tomo 5
Os recordamos también que Panini sigue con la imprescindible reedición de la colección de Conan de los años 70 y 80. Y ahora publica Marvel Omnibus: Conan el bárbaro. Tomo 5. Un volumen muy interesante porque incluye los números posteriores a que Roy Thomas dejara la colección (tras diez años al frente y cerrar la famosa saga de Bélit, el gran amor de Conan.
Los interesantes guionistas J.M DeMatteis (Los defensores, La última cacería de Kraven) y Bruce Jones (Hulk, Kazar) fueron los encargados de sustituirlo en estas aventuras que casi siempre estaban protagonizadas por un Conan errante que se cruzaba con nuevos peligros y aventuras en cada número. Y aunque son grandes escritores se perdió un poco esa impresión de saga planificada que la serie tenía con Roy Thomas.
Aunque los lectores casi no notaron el cambio porque el gran John Buscema, el artista definitivo de Conan y uno de los más importantes del cómic norteamericano, seguía fiel a su cita mensual. Incluso en esta etapa se animó a entintarse él mismo en algunos de los números, demostrando que era su mejor entintador (algo que casi nunca hacía debido a su enorme producción, ya que fue el dibujante más popular de Marvel de los años 70 y 80.
Pero también es cierto que Buscema ya dibujaba Conan con la gorra y por eso vino muy bien la incorporación de otro de los míticos dibujantes de la época, Gil Kane, que nos ofrece una versión de Conan realmente insuperable.
En fin, un tomo imprescindible, como todos los de esta colección, y que incluye jugosos extras, como dos estupendos anuales escritos por Thomas antes de su marcha y la novela gráfica Conan de las islas, que adaptaba la última aventura del personaje, cuando un envejecido Conan ha perdido a su esposa, la reina Zenobia, y decide dejar el trono de Aquilona en manos de su hijo Conn, para vivir su última aventura que lo llevará a perderse rumbo a un nuevo y desconocido continente: Antilia. Sin olvidar los interesantes artículos de DeMatteis, Bruce Jones y Roy Thomas, que nos desvelan numerosas curiosidades sobe la serie.
En total 38 números de Conan, más de mil páginas de aventuras bárbaras. ¡Casi nada!