El Supremo de EE.UU autoriza a los tribunales a impugnar la ley de Texas sobre el aborto pero no la paraliza
- El estado aprobó en septiembre una restrictiva norma que restringe el derecho al aborto a partir de la sexta semana
- La ley prohíbe abortar aunque se hubiese sufrido una violación
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha permitido este viernes a las clínicas de aborto de Texas que acudan a los tribunales para impugnar la restrictiva ley del aborto aprobada el estado, pero no paraliza la normativa que restringe el aborto a partir de las seis semanas de embarazo, e incluso prohíbe el derecho al aborto aunque se haya sufrido una violación.
La decisión llega después de que el Congreso de Texas aprobase en septiembre la propuesta para aumentar las restricciones al aborto y que solo permitía realizar la intervención hasta la sexta semana, momento en el que comienza a oírse el latido del feto.
Una norma que según muchas organizaciones es una manera de prohibir el aborto porque muchas mujeres no saben que están embarazadas durante esas primeras semanas.
La ley alienta a los texanos que señalen a quién la incumple
La Corte Suprema reconoció en 1973 y confirmó en 1992 el derecho de las mujeres estadounidenses a tener un aborto libre mientras el feto no sea viable, es decir alrededor de las 22 a 24 semanas de embarazo. Pero Texas ha diseñado un mecanismo excepcional que hasta ahora ha complicado la intervención de la justicia federal.
Su ley encomienda a los ciudadanos "exclusivamente" la tarea de hacer cumplir esta prohibición, alentándolos a emprender acciones civiles contra las personas y organizaciones que ayudan a las mujeres a abortar con la promesa de una recompensa de 10.000 dólares.
Aprovechado con urgencia cuando el texto entró en vigor, el Tribunal Supremo se refugió detrás de estas "nuevas cuestiones procesales" para negarse a intervenir.
Biden, "preocupado" por la decisión del Supremo
El presidente de EE.UU., Joe Biden, está "muy preocupado" por el fallo dictado este viernes por el Tribunal Supremo que deja en vigor la ley.
"El presidente está muy preocupado por la decisión del Tribunal Supremo que permite a SB8 (el nombre de la ley de Texas) seguir en efecto dadas las consecuencias que la ley tiene para las mujeres en Texas y en todo el país y para el Estado de Derecho", ha dicho la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
El Supremo revisará su postura acerca del aborto antes de julio de 2022
Con esta decisión se allana el camino para que un juez federal pueda bloquear formalmente la ley, después de que la corte de mayoría conservadora se negase a detener la ley en septiembre.
Proveedores de servicios de aborto y la administración Biden por separado, habían realizado impugnaciones legales a la ley argumentando que la normativa viola el derecho constitucional por el cual las mujeres pueden interrumpir el embarazo si lo desean.
Mientras tanto, el Supremo analiza ya otra ley sobre el aborto, en este caso del estado de Missisipi. En esta futura sentencia, que se espera para antes del mes de julio de 2022, los magistrados sí que van a revisar su doctrina y establecerán si es legal o no la norma que se aplica en este estado y que prohíbe abortar a partir de la semana 15 de embarazo.
Las clínicas lamentan que el fallo del Supremo no evite veto al aborto
Las organizaciones y clínicas que han llevado la ley que prácticamente prohíbe el aborto en Texas ante el Tribunal Supremo de EE.UU. han lamentado este viernes la decisión de la corte de dejar en vigor esa norma, pese a que les permite continuar su desafío judicial en instancias menores.
"Hoy es un día negro para las pacientes de aborto, los médicos y quienes proveen (servicios abortivos), es también un día negro para cualquiera a quien le importen los derechos constitucionales", ha dicho el abogado Marc Hearron, del Centro por los Derechos Reproductivos, quien ha expuesto ante el Supremo los argumentos de las clínicas texanas.
Hearron ha explicado en una rueda de prensa virtual que la resolución del Supremo supone que "cualquier estado pueda prohibir el ejercicio de cualquier derecho constitucional dentro de las fronteras estatales, si permite que el veto sea aplicado mediante denuncias particulares", ya que las cortes federales no pueden impedirlo.