Siete de cada diez no vacunados esgrimen que las vacunas "se han desarrollado muy rápido y no son seguras"
- Un 40 %, sin embargo, no descarta vacunarse en un futuro, según un estudio preliminar del Instituto de Salud Carlos III
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No todos son antivacunas, ni personas que nieguen la existencia del virus o que crean que todo es una conspiración. El principal motivo de las personas que deciden no inmunizarse contra la COVID-19 en España -citado por el 72 % de ellos- es que "las vacunas se han desarrollado muy rápido, no son seguras o están en una fase experimental", mientras que el segundo motivo, esgrimido por casi la mitad, es que "son malas para la salud y me preocupan sus efectos secundarios". Son los resultados de una encuesta preliminar del Instituto de Salud Carlos III hecha pública este miércoles para conocer de primera mano por qué no toda la población se está vacunando.
Los expertos llevan tiempo insistiendo en que es necesario conocer cuáles son los motivos de las personas que deciden no vacunarse para intentar convencer a esta población de la importancia que tienen las vacunas para evitar las hospitalizaciones y fallecimientos por la COVID-19. Este primer estudio en el marco del proyecto COSMO-SPAIN es una aproximación a partir del análisis de 2.312 respuestas obtenidas el pasado mes de octubre mediante un cuestionario online lanzado a través de redes sociales y Whatsapp. El propio ISCIII advierte en su nota de prensa de que ya está en marcha un nuevo estudio complementario con una muestra representativa de la sociedad española.
Además del miedo a las vacunas por pensar que no se han desarrollado con el suficiente tiempo o por sus posibles efectos secundarios, otros motivos citados por más del 40 % de los encuestados son que "las vacunas son un negocio", "las vacunas contra la COVID-19 no funcionan" o "estoy sano y no necesito vacunarme". Solo el 12,3 % serían negacionistas y/o conspiranoicos y el 6,5 %, antivacunas en general.
La encuesta, realizada el pasado mes de octubre, también recoge el motivo de las personas que tras ponerse el primer pinchazo han rechazado el segundo: el 44 % por "haber tenido muchos efectos adversos con la primera dosis" y el 22 % por "haber pasado ya la enfermedad".
La tasa más baja de vacunados, entre los 30 y 39 años
Hasta el 14 de diciembre, justo antes de empezar la vacunación infantil, se había vacunado en España el 79,54 % de la población aunque el 81,22 % tenía al menos una dosis. La cobertura más baja de inmunizados por tramos de edad se encuentra en la década de los 30. Cerca del 20 % de la población en su tercera década aún no se ha puesto ni una dosis.
El 40 % no descarta vacunarse en el futuro
El estudio del ISCIII preguntó también por la intención de vacunarse en un futuro a las personas que todavía no lo habían hecho: un 59,4 % estaba seguro de que tampoco lo haría más adelante, pero un 7,9 % sí tenía intenciones de hacerlo y otro 32,8 % no estaba seguro. Entre este último 40 % de población no vacunada que no lo descarta más adelante, más de seis de cada diez asegura que se vacunará cuando "pase un tiempo y vea que la vacuna es segura", el 23,6 % cuando "pueda elegir la vacuna", el 16 % "cuando lo necesite para viajar" y otro 9,1 % "cuando existan vacunas mejores, seguras, duraderas".
Cumplen menos las medidas preventivas
El estudio preliminar sobre no vacunados también arroja interesantes datos sobre el comportamiento de estas personas: tienen menor percepción del riesgo, cumplen menos las medidas preventivas y tienen menos conocimientos sobre el virus en comparación con la población en general.
Según la nota del ISCIII, los no vacunados utilizan menos la mascarilla cuando está recomendada (el 64 % frente al 95 % de la población en general), ventilan menos los espacios cerrados (el 59 frente al 94 %), se lavan menos las manos (el 47 frente al 90 %); evitan menos los lugares concurridos (el 40 frente al 85 %), cumplen menos con la distancia de seguridad (37 frente a 87 %) y evitan menos las reuniones sociales/familiares (el 15 % frente al 69 %).
En general, buscan también menos información: el 60 % asegura que "nunca o casi nunca" consulta información sobre la COVID-19, hasta 20 puntos más que en la población general; confían menos en la información sobre la pandemia y se muestran bastante desacuerdo con las medidas tomadas por las administraciones sanitarias en España para hacer frente a la emergencia sanitaria. Seis de cada diez las consideran "exageradas" frente al 16 % de la población en general.