Viajar a Europa: dónde es necesario presentar el certificado COVID y qué otros documentos se piden
- Hasta nueve países, entre ellos Italia, Portugal, Grecia y Reino Unido, exigen el pasaporte COVID y una prueba negativa
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El certificado COVID digital de la Unión Europea entró en vigor el 1 de julio de 2021 y, desde entonces, los ciudadanos y residentes en los Estados miembro pueden obtener sus certificados emitidos y verificados en todos los países comunitarios. Las autoridades nacionales se encargan de expedir el documento, un auténtico 'pasaporte' para viajar y acceder a lugares públicos en tiempos de pandemia.
Ahora, es la medida de control sanitario preferida por las administraciones nacionales, tanto en España como en el resto de Europa, y ha desplazado en la mayoría de los países a la obligatoriedad de cuarentenas o de pruebas previas, que se pedían hace unos meses cuando la vacunación no estaba tan generalizada como ahora. Aunque en España aún no lo exigen todos los territorios, en muchos de los principales países europeos se requiere desde hace meses para poder acceder a diferentes tipos de establecimientos y espacios públicos.
Ante la escalada de contagios que sufre Europa en las últimas semanas, hay países que exigen a los viajeros el certificado COVID y, al mismo tiempo, presentar una prueba negativa, al menos para ciudadanos de los países y territorios con mayor nivel de riesgo. Es el caso de Portugal, Italia, Irlanda, Chipre y Grecia, en el seno de la Unión Europea, y Reino Unido, Islandia, Suiza y Liechtenstein, entre los que reconocen el pasaporte COVID fuera de los Veintisiete.
El certificado, tanto en formato digital como impreso, permite a quien lo lleva viajar libremente, y se reconoce a partir de la vacunación completa, la recuperación tras haber tenido la enfermedad o el resultado negativo de una prueba diagnóstica tipo PCR o de antígenos realizada 72 o 48 horas antes del viaje, respectivamente. Aunque, en este terreno, cada país sigue siendo soberano para definir sus propios requisitos y normas de entrada.
Así, los documentos que se exigen para viajar a otros países obligan a tener en cuenta no solo el lugar al que se viaja, sino también el territorio del que se sale, ya que algunos países establecen requisitos diferentes según la situación epidemiológica de la región concreta desde la que se viaja. Además, esos niveles, marcados generalmente por colores siguiendo 'semáforos' nacionales, con criterios propios o basados en el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC), se revisan periódicamente.
Por eso, y para evitar sorpresas, además de la guía del mapa que acompaña a esta noticia, conviene acudir a las fuentes oficiales, páginas de la Unión Europea o instituciones de los países a los que se quiera viajar.
Francia
Francia aprobó el uso del certificado COVID en julio -la oposición a esta medida causó muchas protestas- y desde entonces es necesario para entrar en bares y restaurantes, centros comerciales, cines, teatros, transporte público, y también en hospitales o residencias de ancianos. Quienes no tengan el certificado de vacunación pueden entrar a Francia con una prueba negativa de menos de 72 horas.
El gobierno de Emmanuel Macron está utilizando el pasaporte COVID para incitar a los más escépticos a vacunarse y hacer frente a la quinta ola del coronavirus. El Ejecutivo francés ha decidido generalizar la dosis de recordatorio de la vacuna a todos los mayores de 18 años; de no hacerlo, su certificado COVID caducará a partir del 15 de diciembre para los mayores de 65 años y del 15 de enero para el resto.
Italia
Para viajar desde España a Italia hace falta el certificado COVID y rellenar el formulario de localización de pasajeros. Desde el 16 de diciembre, además, también hay que presentar un test negativo previo. Los niños menores de seis años están exentos de presentar una prueba, pero los de seis años o más, que hasta ahora no entraban en la campaña de vacuanción, deben presentar una prueba negativa. Si no se tiene certificado COVID o no se ha completado la pauta de vacunación, habrá que someterse a una cuarentena de cinco días y realizar una prueba diagnóstica al terminar.
El pasado mes de julio, Italia se convirtió en el primer país europeo en implantar el certificado de vacunación como requisito para acceder al país y también a la mayoría de espacios públicos, como museos, cines, estadios y gimnasios. Al ampliarse la obligación de presentar el certificado COVID a los espacios de trabajo se produjeron violentas protestas.
Ahora se han reforzado las exigencias pensando en la mayor movilidad y actividad social de las fechas navideñas. De esta forma, desde el 6 de diciembre hasta el 15 de enero se prohíbe la entrada a bares, restaurantes o espectáculos a los no vacunados y a otras actividades como gimnasios, piscinas, estadios y eventos deportivos, porque el nuevo pasaporte COVID en el país italiano ya no se puede obtener con un test negativo en las zonas "amarilla" y "naranja" del país. Además, desde esa fecha, el certificado COVID solo tendrá una validez de nueve meses, para impulsar la recepción de la tercera dosis.
Reino Unido
Desde el 7 de diciembre, para entrar en el Reino Unido desde España es necesario el certificado COVID y también una prueba negativa realizada como mucho 48 horas antes del vuelo, incluso si se tiene la pauta completa de la vacunación, una medida que el Gobierno había retirado en octubre. Además, los viajeros deberán hacerse otra prueba PCR a los dos días de su llegada. Esta medida se pide a los mayores de 12 años.
Eso se une a otros requisitos documentales, ya que es necesario rellenar un formulario de entrada al país. Sin embargo, la exigencia del pasaporte no es homogénea en todo el territorio: es más severa en Escocia o Gales, donde se pide para cines, teatros, conciertos y grandes espectáculos en interiores y exteriores.
Además, se ha reintroducido el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público y tiendas de Inglaterra, en el marco de un recrudecimiento de la situación de la pandemia en el país europeo y ante las preocupaciones que plantea la variante ómicron. Sin embargo, no es obligatoria de momento en la hostelería.
Alemania
En Alemania, preocupada por el incremento de contagios en la que califican de la "ola de los no vacunados", se permite el acceso de viajeros desde España con el pasaporte COVID-19 o, en su defecto, una prueba negativa. Al igual que ocurre en España, las medidas sanitarias varían en cada uno de los Estados, aunque en general se pide el certificado COVID para acceder a bares, restaurantes, ocio nocturno y eventos culturales.
Precisamente, para poner freno a la nueva ola, Alemania impondrá nuevas restricciones a escala nacional a los no inmunizados. Se limitan los encuentros privados de las personas no vacunadas al propio núcleo familiar o de convivencia y otras dos personas de otra burbuja de convivencia, sin contar a los menores de hasta 14 años. Y también se exigirá estar vacunado o haber pasado la enfermedad para acceder a establecimientos de comercio minorista, salvo en los de primera necesidad. En el caso de cines, teatros y restaurantes se podrá pedir adicionalmente un test negativo además del pasaporte COVID. Sobre estas medidas comunes, los Estados pueden añadir más restricciones.
Además, se reducirá la validez del pasaporte COVID a nueve meses tras haber completado la pauta completa, lo que forzará a muchos alemanes a recibir una dosis de refuerzo.
Portugal
Para viajar a Portugal desde un país de elevado nivel de riesgo, si se llega por avión, barco o vía fluvial, se requiere el pasaporte COVID y además una prueba negativa 72 horas antes del viaje o 48 horas antes si se trata de un test de antígenos. Eso ha creado confusión porque España en su conjunto estaba en situación de riesgo intermedio cuando se han puesto en vigor estas medidas, pero varias comunidades autónomas, entre ellas las limítrofes con Portugal salvo Extremadura, estaban en nivel de riesgo elevado, según el semáforo del ECDC.
Según han especificado las autoridades portuguesas, por carretera basta con presentar el pasaporte COVID como documento que acredite la pauta completa de vacunación, una prueba negativa o haber pasado la enfermedad, informa Europa Press citando fuentes del Ministerio de Administración Interna. En caso de no tener ese certificado, deberán presentar PCR negativa (hecha en las 72 horas anteriores) o test de antígenos negativo (hecho en las 48 horas anteriores). Y si llegan sin test deberán realizar uno, pagado por ellos mismos, en alguno de los puntos designados por la autoridad sanitaria local y esperar la notificación del resultado.
Las medidas, en vigor desde el 1 de diciembre, hasta el 9 de enero, serán "revisadas" y "pueden cambiar en una semana", según las autoridades portuguesas. El pasaporte COVID es necesario en Portugal para entrar en restaurantes, hoteles, alojamientos turísticos, eventos con butacas preasignadas y gimnasios.
España
¿Y qué tienen que hacer los viajeros y turistas extranjeros para entrar en España? En España el certificado COVID lo exige ya la mayoría de las comunidades autónomas. Con variaciones según territorios, se pide generalmente para acceder a bares y restaurante, ocio nocturno y grandes eventos en interiores.
Además, todos los viajeros que lleguen a España por vía aérea o marítima, incluidos los niños de cualquier edad, pasajeros en tránsito y los residentes en España que regresen a su país de origen deben rellenar un formulario de control sanitario previo a su viaje, que proporciona un código QR para presentar al embarcar y al llegar. Los niños menores de 12 años están exentos de presentar certificados, pero no de completar el citado formulario.
Con la irrupción de la variante ómicron, España ha endurecido los controles en las entradas para los viajeros de varios países africanos -deben guardar cuarentena obligatoria los pasajeros de vuelos procedentes de Botsuana, Esuatini, Lesoto, Malawi, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue- así como los procedentes del Reino Unido, que ya solo podrán ingresar con el certificado de vacunación.
De este modo, los viajeros de países considerados de riesgo alto deberán aportar una prueba diagnóstica con resultado negativo realizada como máximo 72 horas antes de la llegada, independientemente de si están o no vacunadas o hayan pasado la enfermedad.