¿Las vacunas salvarán las fiestas? Comprueba el riesgo de contagio en cenas y celebraciones de Navidad
¿Cuál es el riesgo de contagio de COVID en las fiestas navideñas? Con los datos de un simulador creado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), comparamos el tiempo máximo de exposición sin riesgo para tres tipos de celebraciones: una reunión familiar de seis personas, una más grande de 15 invitados y un evento con 45 personas en un restaurante, todo en espacios cerrados donde habría una persona contagiada.
Afrontamos la próxima Nochebuena, Nochevieja y demás celebraciones con ilusión por reencontrarnos y compartir las fiestas, y también con el renovado temor a los contagios de COVID-19 en las que son las segundas navidades en pandemia.
La principal diferencia con las mismas escenas navideñas del año pasado es que ahora la mayoría de los españoles está vacunada. Sin embargo, en la situación actual, con una elevada tasa de incidencia, con una variante predominante muy contagiosa, la delta, y con otra -la ómicron- cada vez más preocupante, seguir las medidas de precaución básicas marca la diferencia. Hablamos no solo de estar vacunados, sino de llevar puesta la mascarilla, mantener una buena ventilación de los espacios cerrados y la higiene de manos.
Los cálculos de los tres escenarios concretos que se presentan —una cena de Navidad pequeña con seis personas, una amplia con 15 y una gran reunión de 45 personas en un restaurante— se realizan siguiendo el modelo matemático desarrollado por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) que estima la transmisión del virus de la COVID-19 en espacios cerrados, como casas, oficinas, restaurantes, escuelas o medios de transporte.
Gracias a este simulador se puede calcular, por ejemplo para comidas y cenas navideñas en domicilios, la transmisión de aerosoles en función de distintas variables. Entre ellas, el número de personas, los metros cuadrados de la estancia y su altura, si se usa mascarilla, si hay ventilación, si los congregados se mueven o están sentados o si hablan en voz baja, gritan o incluso cantan, y cuántas de las personas reunidas están vacunadas.
Partiendo de la situación hipotética de que hay una persona infectada con el SARS-CoV2, y asumiendo que el 80 % de los presentes están vacunados —la proporción de españoles que tienen la pauta completa a día de hoy— el resultado que se ofrece en cada escenario es el tiempo máximo que los asistentes podrían permanecer en ese lugar sin probabilidad de contagiarse en una celebración de una duración de cuatro horas.
En los siguientes escenarios se muestra una estimación de tiempo basada en un cálculo de probabilidades. No está garantizada la seguridad en ningún caso.
Los escenarios que se presentan aquí parten de unos supuestos comunes: 1) en la sala siempre hay una persona contagiada, y solo una; 2) la interacción entre las personas en la sala se desarrolla respetando las normas de distancia social, higiene de manos, etcétera, porque de lo contrario se podría producir la transmisión del virus por contacto u otras vías distintas a los aerosoles.
La simulación del MIT tiene en cuenta la predominancia actual de la variable delta, con una transmisibilidad superior a las cepas originales del virus. Aunque es posible que la variante ómicron se siente a la mesa en estas fiestas en muchos hogares, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que probablemente esté presente en todo el mundo y se está expandiendo "a un ritmo que no habíamos visto en ninguna de las cepas anteriores". De hecho, ómicron podría ser ya la dominante en Europa antes de marzo, ha advertido el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC).
El riesgo en espacios interiores ha llevado a la cancelación de muchas de las cenas de empresa tradicionales en estas fiestas, por miedo a que un contagio entre alguno de los trabajadores origine brotes, como ha pasado este mes en el caso particular de varias celebraciones de médicos y personal sanitario.
Sin embargo, según los hosteleros, se mantienen las reservas para comidas y cenas entre familiares y amigos, que buscan de forma prioritaria reservas en terrazas abiertas y lugares bien ventilados. El certificado COVID que se pide en muchas comunidades para acceder a la hostelería quiere contribuir a reducir riesgos. Si las cancelaciones no van a más, en el sector confían en alcanzar el 70 % de ocupación. En cualquier caso, para aquellos grandes grupos de personas que busquen en un restaurante el espacio donde reunirse en estas fiestas, está el siguiente escenario.
Test de antígenos, además de vacunas
En estas fiestas de 2021, además de la vacuna, tenemos otro recurso para afrontar que las celebraciones con familiares y amigos sean más seguras: los test de antígenos que se venden en las farmacias.
"En las reuniones de Navidad lo que tenemos que hacer si nos vamos a reunir con las familias es hacernos test de antígenos esa misma mañana, y el que dé positivo que se quede en casa", recomienda la viróloga e inmunóloga Margarita del Val.
"¿Que uno se queda sin reunión familiar de Navidad? Sí, pero imaginemos lo que sería contagiar a toda la familia. Esta posibilidad de los test no la teníamos el año pasado. Hacerse el test no supone renunciar a nada; supone saber si te ha tocado la lotería. Es un rasca directo. Sabes en el momento si te ha tocado", compara.
Sin embargo, ¿para qué hacerse pruebas diagnósticas si ya nos hemos vacunado? Porque las vacunas, pese a su eficacia para protegernos de la enfermedad grave, no son esterilizantes, es decir, no evitan que nos contagiemos y podamos contagiar a otros. En ese caso, en una reunión familiar, los mayores y las personas más vulnerables corren riesgo.
"A lo mejor la cena de Nochevieja la tenemos con amigos jóvenes, pero en Año Nuevo la tenemos con los abuelos. Ahí es donde puede estar el problema", explica Del Val, que pone otro ejemplo clarificador. "El pico de gripe que hemos tenido todos los años en enero y febrero es por las comidas de Navidad. No es que el virus se transmita más con el frío, es que nosotros nos lo contagiamos en las comidas".
Encomendados a las medidas de protección básicas
En las navidades de 2020, los gobiernos autonómicos quisieron blindar las celebraciones navideñas limitando las celebraciones para que no reunieran a más de 6-10 personas de dos grupos de convivencia entre familiares y "allegados", flexibilizando los confinamientos perimetrales y el toque de queda en los días festivos, y recomendaba test de antígenos y confinamientos voluntarios para prevenir contagios.
Sin embargo, este año, por la aceleración de los contagios y la "incertidumbre asociada a la variante ómicron", Sanidad hizo el 30 de noviembre una mera recomendación de poner "límites" al número de participantes en "eventos públicos y sociales, especialmente durante las celebraciones de las fiestas navideñas", que en la práctica han imitado unas pocas comunidades autónomas alarmadas por la situación.
Pero sin un respaldo legal específico que permita ir más allá de las recomendaciones, se espera pasar estas fechas amparados en la vacuna y en pedir prudencia a los ciudadanos para que mantengan las medidas básicas de toda la pandemia: mascarillas, distancia interpersonal, ventilación e higiene de manos.
Sobre esta información
El simulador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que sigue esta información está basado en un estudio publicado en abril de 2021 en la revista PNAS por los investigadores Kasim Khan, John W. M. Bush y Martin Z. Bazant, que asume que la transmisión vía aerosoles es la principal para el contagio del SARS-CoV-2.
La aplicación usa un modelo teórico para calcular tiempos de exposición, niveles de ocupación y niveles de concentración de CO₂ seguros en espacios interiores. Al introducir especificaciones sobre las estancias, las tasas de ventilación y filtración, el uso de mascarillas, la edad del grupo, la actividad respiratoria y la tolerancia al riesgo, se puede comprobar cómo mitigar la transmisión del coronavirus en interiores cuando hay la presencia de una persona infectada. En un cálculo avanzado de la aplicación, se pueden incluir otros factores adicionales, entre ellos la tasa de inmunización.
De todos modos, aunque la calculadora y los escenarios aquí presentados realizan una estimación del tiempo máximo de exposición seguro, se trata de probabilidades. La seguridad no está garantizada en ningún caso.
En el escenario de una reunión de seis personas y la celebración en un restaurante, se ha considerado un grupo de edad estándar en el simulador, formado por personas de 15 a 64 años (0,68 en la variable del modelo del MIT. Para el escenario de una cena amplia de 15 personas, se ha aumentado la edad a un índice 0,85, de modo que contempla la presencia de personas mayores de esa edad. En todas las variaciones de este hipotético de una cena más numerosa en un domicilio particular, se ha considerado también que los asistentes pasan gran parte del tiempo de pie.
Para comprobar la renovación de aire en un lugar determinado se utiliza la tasa de ventilación del aire por hora (ACH, por sus siglas en inglés, de Air Changes per Hour). Para una misma tasa de emisión de partículas, el incremento del caudal de ventilación reduce la concentración de partículas en el aire por el efecto de dilución, y, por tanto, la probabilidad de riesgo de infección. Si un espacio tiene 1 ACH significa que en una hora entra en la sala un volumen de aire exterior igual al volumen de la sala, y, debido a la mezcla continua del aire, esto resulta en que el 63% del aire interior ha sido reemplazado por aire exterior. Con 2 ACH se reemplaza el 86% y con 3 ACH, el 95% [más información sobre la ACH].
En los escenarios de las celebraciones en domicilios incluidos en esta información, se ha considerado 3 ACH para una ventilación apropiada y 1 ACH para una ventilación insuficiente (aunque la recirculación del aire en una habitación cerrada sería de en torno a 0,35-0,4 ACH). En el caso del restaurante, se ha estimado una ventilación adecuada en 6 ACH, el indicador de nivel de ventilación "ideal" según la guía de buenas prácticas de ventilación en hostelería de la Comunidad de Madrid para prevenir la transmisión de la COVID-19, y otras similares que siguen las recomendaciones de las guías de Harvard.
Atendiendo a otras variables del simulador, en esta información se ha considerado que la variante dominante es la delta, con una transmisibilidad 2,5 veces superior a la de la variante salvaje del virus. Otras variables que permite manipular la simulación del MIT pero que se han mantenido constantes en los escenarios planteados son la duración de los encuentros (4 horas), el tipo de mascarilla (quirúrgica desechable), la tolerancia al riesgo (0,1) y la humedad relativa del aire (60 %).