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10 películas para entender el cine en 2021

  • Mientras el cambio de paradigma de salas a plataformas se consolida vertiginosamente, las formas del largometraje se estancan

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Imágenes de 'Titane' y 'West Side Story'
Imágenes de 'Titane' y 'West Side Story'

El segundo año de pandemia ha dejado al cine (entendido como largometraje de salas o plataformas) inmerso en un doble movimiento de velocidades contradictorias: industrialmente, el cambio de paradigma de salas a plataformas se consolida vertiginosamente; artísticamente, las formas se estancan.

El reciente éxito mundial de taquilla de Spider-Man: No Way Home ha devuelto al menos la confianza de que los blockbuster seguirán teniendo su hueco en salas mientras el público adulto se entrega al consumo casero. Pero, pase lo que pase con el futuro de la industria, la pregunta es si el cine, como arte, se lanzará definitivamente a la pura narración contagiada por las series y descartará su aspecto más poético. Algunas de las mejores películas de 2021 muestran estas tendencias.

Titane

Con la nada modesta ambición de inaugurar una mitología moderna, Julia Ducournau puso patas arriba el Festival de Cannes y ha conectado con su tiempo como ninguna otra película en 2021 a través de Alexa (Agathe Rousselle): una serial killer embarazada de un coche que huye cambiando su género y encuentra el amor haciéndose pasar por el hijo desaparecido de un bombero.

Película discursiva en su acumulación de temas, tritura conceptos como masculino, femenino o familia y aborda la fluidez de género, el transhumanismo, y, esencialmente, el amor. El voluptuoso estilo de la cineasta francesa entra a golpes por la retina y recuerda, una vez más, que solo hay originalidad dentro la tradición: todo lo que no es género es plagio.

Días de Cine - 'Titane'

El poder del perro

Las plataformas como Netflix o AppleTV siguen siendo un refugio presupuestario para autores, aunque selecto y limitado a cineastas ya consagrados. Ejemplo de 2021 son los trabajos de Paolo Sorrentino (Fue la mano de Dios), Adam McKay (No mires arriba), o los hermanos Coen (La tragedia de Macbeth), pero en la temporada de premios estadounidenses la elegida es El poder del perro, de la neozelandesa Jane Campion.

Drama turbio y milimétrico, ambientado en el forillo postwestern de Montana en 1925, es una de las más inteligentes versiones de un tema central del cine contemporáneo: el derribo de la masculinidad tóxica. Adaptación de la novela Thomas Savage, la película subvierte a fuego lento la relación de poder entre dos complejos personajes bordados por Benedict Cumberbatch y Kodi Smit-McPhee. Todo envuelto en un equilibrio perfecto entre su lírica oscura y concisión dramática.

Días de Cine - 'El poder del perro'

Dune

Los grandes estudios siguen tras su santo grial: la gran producción que aúne en salas al público juvenil y adulto. El gran batacazo de 2021, fue Eternals, la incursión de la ganadora del Oscar Chloé Zhao (Nomadland) en el universo Marvel que no convenció a nadie.

En el lado opuesto, Denis Villeneuve logró en Dune lo más parecido a esa cuadratura del círculo y se confirma como un especialista en vampirizar y empaquetar clásicos modernos.

Días de Cine - 'Dune'

West Side Story

La pandemia retrasó un año la versión de Steven Spielberg del célebre musical. La película será recordada, de momento, por ser uno de los pocos tropiezos en taquilla del cineasta, pero sobre todo por ser la quintaesencia de sus virtudes como narrado superdotado.

Filmar West Side Story ha sido casi un capricho sentimental para Spielberg que ha respetado la película de Robert Wise de 1961 como un diamante que apenas hay que tallar, sino más bien mimar.

Días de Cine - West Side Story de Steven Spielberg

Drive my car

En 2018 fue Hirokazu Kore-eda con Un asunto de familia y en 2019 Bong Joon Ho con Parásitos. Cada año, una película asiática despunta en los grandes festivales y en las listas de lo mejor del año. En 2021, el protagonismo vuelve a Japón con Ryusuke Hamaguchi, premiado en Berlín con La ruleta de la fantasía y la fortuna y en Cannes con Drive my car, adaptando a Murakami.

Como sucede con el surcoreano Hong-Sang Soo, el cine de Hamaguchi es puramente confesional y su cine, que bebe de Éric Rohmer, se apoya tanto en la palabra que no es descabellado sostener que su obra tiene más de literatura que de cine.

The Velvet Underground

Los documentales revisionistas son unos de los contenidos audiovisuales estrellas de la actualidad, a menudo vueltas de tuerca que mascan el mismo hueso y presentan de manera renovada lo que el espectador ya conocía, especialmente revistando sucesos e ídolos culturales del siglo XX.

Por su apuesta formal, desataca The velvet undergorund, donde Todd Haynes aborda la complejidad de la fugaz formación de Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison y Moe Tucker, y capturar algo de la fértil atmósfera de la banda a través de su conexión con el cine de Andy Warhol y cineastas satélites de The Factory como Jonas Mekas o Paul Morrissey.

No mires arriba

En la era de las redes sociales, el humor se ha convertido en uno de los principales rasgos de la comunicación y quizá no sea casual que sátiras como Parásitos o El buen patrón encuentren reconocimientos que antes parecían vedados a la comedia.

El humor siempre se ríe de algo y, por tanto, tiene un posicionamiento moral y el mejor ejemplo de todo ello es Adam Mckay, director de No mires arriba, donde pasa gozosa revista a nuestra ceguera ante el cambio climático, fake news y opinión pública, populismo político y la pseudofilosofía de Sillicon Valley. Con brocha gorda a veces, pero con uno de mejores repartos en años.

Anette

Que, además de Titane, la otra película celebrada como ‘verdaderamente original’ en 2021 sea la obra de un cineasta de 61 años dice mucho de cierto estancamiento general del panorama cinematográfico, y sobre todo, de que los pocos autores que gozan de presupuesto para plasmar universos personales comenzaron su carrera en otra época.

Leos Carax logra un hito del musical con su ópera pop concebida por Sparks y protagonizada por Adam Driver y Marion Cotillard. Hay más cine en el juego de encadenados del primer minuto de Anette que en 99,9% de las películas del año.

Días de Cine - 'Anette'

Quién lo impide

Con permiso de Madres paralelas, la película española del año es el íntimo pero monumental retrato de la adolescencia de Jonás Trueba. Es difícil pensar en otra película más que esta obra que se pasea con total naturalidad en el filo del documental y la ficción para registrar durante cinco años el paso a la madurez de un grupo de jóvenes.

Su radical independencia de cualquier atadura formal o industrial la ha arrinconado a un injusto segundo plano incluso en los premios cinematográficos que resumen el año, incapaces de soslayar las etiquetas que la película destruye.

La crónica francesa

Nadie ejemplifica mejor el posmodernismo que Wes Anderson y su cine canibalizador que aplica un filtro chic a todos los estilos del pasado. En La crónica francesa revisita con nostalgia el poder de las narraciones escritas. Aunque Anderson pueda ser repetitivo y las variaciones de sus fantasías cartesianas infinitas, la película recuerda en su trama que la búsqueda de la originalidad no termina nunca.