Al menos 31 muertos por el derrumbe de una mina de oro en Sudán

• Algunas fuentes hablan ya de 38 mineros fallecidos y 17 heridos
• Ha sucedido en Al-Nahud, localidad situada al suroeste del país, en el estado de Kordofan Occidental

A través de la minería tradicional se obtiene el 75 % de la producción total de oro en Sudán

Al menos 31 personas han muerto tras el derrumbe de una mina de oro privada en Al-Nahud, localidad situada al suroeste de Sudán, según ha confirmado el director de la compañía de recursos naturales, Khaled Dahweya, quien ha informado del rescate de una persona con vida.

Algunas fuentes elevan ya a 38 los mineros fallecidos y otros 17 heridos, pero hasta el momento solo han podido ser recuperados 31 cuerpos sin vida del derrumbe. Según la nota oficial, el incidente ha ocurrido en la mina Um Draisai en el área de Foga, en el noroeste del estado de Kordofan Occidental, donde se vinieron abajo "ocho pozos de extracción tradicional de oro en la zona, en la que trabajan miles de civiles".

Los oficiales han agregado que se han desplegado equipos de rescate especializados en el lugar del accidente para rescatar al resto de los atrapados, cuyo número es indeterminado, y al resto de cuerpos de las víctimas del colapso.

Una problemática que se repite

En Sudán, donde hay grandes reservas de oro, son frecuentes los accidentes y el derrumbe de minas por la precaria infraestructura, así como las malas condiciones y la poca preparación de los mineros, que arriesgan sus vidas a diario en busca de este metal precioso bajando cientos de metros bajo tierra.

Según datos oficiales, aproximadamente dos millones de personas trabajan en las minas tradicionales en quince de los dieciocho estados del país. A través de la minería tradicional se obtiene el 75 % de la producción total de oro en Sudán, que supera las 93 toneladas por año, según estadísticas oficiales de 2018.

Las protestas se multiplican tras el golpe de Estado

Decenas de manifestantes resultaron heridos el pasado sábado, día de Navidad, durante una nueva jornada de protestas multitudinarias en Sudán contra el golpe de Estado del pasado 25 de octubre y la cúpula militar que está al mando del país.

Miles de sudaneses convocados por los denominados comités de resistencia, quienes organizan las principales marchas en Sudán, tomaron las calles de la capital, Jartum, y otras localidades del país a grito de "El poder es para el pueblo, los militares a los cuarteles" y "El Estado es civil y no militar", según constató Efe.

Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y bombas de sonido para dispersar a las multitudes, que se aproximaron a la puerta sur del palacio presidencial, lo que provocó decenas de heridos, según los organizadores.

El líder de los comités de resistencia en Jartum, Abas Al Taer, dijo a Efe que "más de 30 manifestantes resultaron heridos por (el impacto de botellas) de gas lacrimógeno, mientras que muchos más sufrieron asfixia".