Una marcha en favor de los presos de ETA recorre Mondragón sin incidentes
- La Audiencia Nacional rehusó prohibir, como habían solicitado distintos partidos y colectivos de víctimas esta semana
- Sare ha asegurado en un comunicado que "es hora de acabar con la política penitenciaria de excepción"
Varios cientos de personas han participado este viernes en Mondragón (Gipuzkoa) en la controvertida manifestación convocada por Sare en apoyo a los presos de ETA que la Audiencia Nacional rehusó prohibir, como habían solicitado distintos partidos y colectivos de víctimas, y que ha transcurrido con normalidad.
La polémica suscitada en torno a la marcha arrancó el pasado lunes en las redes sociales, donde el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) dio a conocer la existencia de esta convocatoria en apoyo a los etarras Henri Parot, "Unai", José Manuel Pagoaga Gallastegui, "Peixoto", y Eugenio Barrutiabengoa, "Arbe", prófugo de la justicia en Venezuela, todos ellos vecinos de Arrasate y cuyos nombres aparecían en el cartel anunciador del acto.
En los días posteriores, la denuncia pública de Covite fue sucedida por una cascada de críticas a este acto cuya celebración fue rechazada tanto por el Gobierno como por el PP, el PSE-EE, Vox y Ciudadanos, además de por distintas asociaciones de víctimas y otros colectivos, varios de los cuales reclamaron la prohibición de la marcha.
Sare: "Es una denuncia contra la política penitenciaria de excepción"
En esta tesitura, Sare hizo público un comunicado para explicar su postura y aclarar que el evento no pretendía ser un "homenaje" a ningún preso, sino una "denuncia contra la política penitenciaria de excepción" que, a su entender, se aplica a los reclusos de ETA.
"Con el fin de evitar dolor añadido a ninguna víctima", Sare decidió además eliminar del cartel de la convocatoria los nombres de los tres etarras citados, cuya inclusión había dado lugar, en su opinión, a "malos entendidos".
En este contexto, la Delegación del Gobierno en Euskadi puso la convocatoria de la manifestación en conocimiento de la Fiscalía que ya el jueves se mostró desfavorable a prohibir el acto, como finalmente también decidió la Audiencia Nacional, al entender que no había "constancia alguna" que permitiera afirmar "que se haya producido o que se vaya a producir delito alguno" en la marcha.
Una manifestación que reclama "erradicar todos los sufrimientos"
Con estos precedentes, la manifestación ha arrancado este viernes por la tarde, pasadas las 18.00 horas de la plaza de Sebero Altube de Mondragón, encabezada por varias personas que portaban una pancarta con el lema en euskera: "Elkarbizitzarako, bakerako, etxerako bidean" (En camino a la convivencia, la paz y a casa) y que, tras recorrer varias calles de la localidad, han concluido la marcha en el punto de partida.
Una portavoz de Sare ha leído un comunicado en el que ha asegurado que "es hora de vaciar las prisiones en el camino a casa". "Ya es hora -ha añadido- de acabar para siempre con la política penitenciaria de excepción".
"Hay que priorizar la legislación ordinaria para que los presos vascos puedan desarrollar el proceso de regreso a casa que les corresponde. Es hora de desbloquear la progresión de grados y priorizar las condiciones de inclusión social. Suspensión de las penas de por vida, respeto al derecho de familia y curación domiciliaria de los gravemente enfermos", ha dicho.
Tras recordar, "el dolor de los familiares de los presos y exiliados" vecinos de la localidad, la representante de Sare ha destacado también la necesidad de "avanzar en el camino de la paz".
"Caminamos paso a paso hacia el camino de la convivencia, dando cabida a todas las vivencias. Sin dejar a nadie atrás, juntos, entre iguales y diferentes; con los que sentimos cerca y lejos", ha insistido, tras lo que ha hecho hincapié en la importancia de "erradicar todos los sufrimientos, de todas partes, que se están prolongando durante años".
"Porque queremos el fin definitivo de la constante vulneración de derechos, dejando atrás el camino de la confrontación. Porque, al fin y al cabo, queremos que el futuro de nuestros descendientes sea otro", ha concluido.