El 2022 abre un nuevo ciclo electoral en España: ¿qué se juega cada partido?
- Castilla y León ha adelantado sus elecciones al 13 de febrero y Andalucía debe convocar este año
- Es el inicio de un ciclo que se alargará hasta el 2023 con todos los partidos preparándose para dos años de campaña
Este 2022 marcará el inicio de un nuevo ciclo electoral en España. Será Castilla y León la comunidad que dará luz verde a una campaña electoral que empezará a finales de enero y que se alargará durante muchos meses ya que después vendrán las elecciones en Andalucía, que tocan en diciembre de este año, pero que también pueden adelantarse.
Precisamente Andalucía ha sido la comunidad que ha marcado en los últimos años el inicio de diferentes tendencias políticas que posteriormente se consolidaban en España, por lo que estos comicios se han vivido con ambiente de elecciones generales con los líderes nacionales volcados en campaña y con todos los ojos puestos en estas urnas autonómicas. Es la primera vez que Castilla y León se lanza al ruedo electoral en solitario, pero sus resultados se leerán en clave nacional por los partidos.
Habrá que ver si Castilla y León, como lo ha hecho Andalucía, va marcando el camino para toda España. En 2015 Andalucía inició una revolución que llegaría al Congreso de los Diputados meses después. En esta región se rompió por primera vez el bipartidismo con la entrada de Podemos y Ciudadanos a un tablero político que cambiaría por completo y para siempre la política en España. Tras Andalucía, esas formaciones hacían historia ese mismo año entrando por primera vez en el Congreso de los Diputados con 69 diputados (Podemos) y 40 escaños (Ciudadanos).
El guion se repitió en los siguientes comicios andaluces, otra vez, en diciembre de 2018: entonces era Vox el que hacía entrada en un parlamento autonómico por primera vez y la ola volvía a llegar al Congreso cuatro meses después, en las elecciones generales de 2019, cuando el partido se convertía en la tercera fuerza en España, con 52 representantes. Se confirmaban esas tendencias de forma exacta.
Con estos antecedentes, tanto Castilla y León como Andalucía están en el punto de mira de todos los partidos que arrancarán 2022 montados en las caravanas electorales y con la vista puesta en las elecciones generales que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho no tiene intención de adelantar. Con adelanto o no, 2022 y 2023 van a ser años electorales- en mayo de 2023 se celebrarían elecciones autonómicas en 12 regiones y comicios municipales y, si no se adelantan, las generales tocarían en noviembre del próximo año.
España se adentra en un nuevo tiempo de campaña electoral permanente. Y todo ello en medio de una pandemia aún sin controlar y con el país buscando la total recuperación de la crisis económica y social.
PP, con el viento a favor en Castilla y León y Andalucía
Tanto en Andalucía como en Castilla y León el viento sopla a favor del PP, por lo que el partido tratará de, si se consolidan las encuestas y mantiene estos dos gobiernos de Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco, vender ese éxito en estas comunidades como el preludio del cambio que llegará a España, empujado además por sondeos que dan la victoria al PP en unas hipotéticas elecciones generales, aunque el CIS sigue augurando una victoria socialista.
El presidente del PP, Pablo Casado, en su última comparecencia de balance del año, se presentó como la única alternativa real a Sánchez y dijo que en 2022 “el cambio es imparable”. Sacó pecho de los triunfos arrolladores de Alberto Núñez Feijóo, en Galicia, en 2020; y de Isabel Díaz Ayuso, en la Comunidad de Madrid, en 2021. Y se mostró convencido de que el color azul llegará también en forma de votos a Castilla y León y a Andalucía donde esperan "un gran resultado", dijo, "como antesala de su llegada a La Moncloa".
Pero el PP ha pasado de 2021 a 2022 con asuntos espinosos aún por resolver. Hace solo unos meses de la imagen de Casado y Ayuso abrazados en el balcón de Génova celebrando ese triunfo indiscutible de la madrileña, el más importante desde que Casado lidera el partido, pero en política siete meses son una eternidad y entre ellos ahora reina la desconfianza con una ruptura entre ambos que nadie niega en el PP. Está por ver cómo se resuelve y en el seno del partido hay preocupación por si eso afecta en las urnas de este año y en las propias de la Comunidad de Madrid, que se repiten el año que viene. En las últimas semanas el 'ruido' entre Génova y la Puerta del Sol ha bajado un poco pero fue protagonista en todos y cada uno de los congresos regionales que el partido ha celebrado este 2021.
Precisamente, en este primer semestre del año debe convocarse ese Congreso regional del PP de Madrid, convertido antes si quiera de ponerle fecha, en un auténtico campo de batalla entre ambos. Ayuso se niega a no ser ella la presidenta del PP de Madrid y no contempla vías intermedias pactadas. Ha dicho por activa y por pasiva que se presentará a esas primarias que se auguran tensas, salvo giro inesperado. Esta cita es la más importante a nivel orgánico de las que tiene el PP previstas para este 2022.
Mientras se resuelve lo de Madrid, Casado se volcará en la campaña castellanoleonesa y andaluza para reivindicar, si gana el PP, esas victorias.
Cs lucha por sobrevivir y Vox ya quiere gobernar
Y si el PP lucha por tomar impulso hacia La Moncloa de cara a las próximas citas electorales, en el caso de Cs la lucha es por la supervivencia misma.
Tras el divorcio político de Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado en la Comunidad de Madrid en 2021, que supuso la desaparición de los 'naranjas' en esta región y la consolidación de su debacle en las urnas; el año ha acabado con otra separación y nada amistosa por parte de Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea, que se volverán a ver las caras en la cita del 13 de febrero en Castilla y León.
El golpe electoral de Madrid fue duro, meses después del no menos fuerte en las elecciones catalanas de 2021- donde Cs se derrumbó y se dejó por el camino 30 escaños-, todo ello junto a la mal calculada moción de censura en la Región de Murcia, que no le salió precisamente bien a los de Inés Arrimadas.
Cs tratará de levantar cabeza este 2022 tras un año pasado nefasto para la formación y se agarra con fuerza a lo poco que le queda de calado: los gobiernos de coalición con el PP en la Junta de Andalucía- que puede durar más que poco- y en el Ayuntamiento de Madrid, donde las parejas de baile Juanma Moreno y Juan Marín, y José Luis Martínez Almeida y Begoña Villacís han seguido marcando el paso juntos. Eso sí, el PP ya ha dado un portazo a la posibilidad de ir junto a Cs en Andalucía.
Las dos citas electorales de este año son más que claves para un partido que avanza sin freno hacia la desaparición y del que no solo el PP recoge votos. El socialista Salvador Illa se comió el voto ‘ciudadano’ en Cataluña y Ayuso directamente lo devoró en la Comunidad de Madrid. Queda por ver si ahora los 'populares' Moreno y Mañueco acaban con los que han sido sus compañeros de gobierno de coalición, a los que pueden volver a necesitar para gobernar. O no. Algunas encuestas señalan precisamente que el PP ya no podrá mirar a Cs y tendrá que girar a la derecha, esto es, a Vox, para poder gobernar. Todo apunta a que el PP necesitará de mayorías absolutas, como la de Feijóo, o casi absolutas, como la de Ayuso, para no depender de la formación de Santiago Abascal.Y queda por ver cómo resuelve el PP esa ecuación que le quita el sueño: su relación con Vox.
Desde que Casado ‘rompiera’ con el líder de Vox, Santiago Abascal, durante la moción de censura fallida a Pedro Sánchez de octubre de 2020, la relación entre ambos no termina de definirse y no todos los ‘barones’ van en la misma dirección. Si Cs sigue menguando como auguran las encuestas, Casado sabe que no le queda otra que pactar con Vox y ahora este partido está dispuesto a entrar en los gobiernos autonómicos y no ha perdido ocasión para repetir en los últimos meses que los gobiernos "serán con ellos o no serán" en toda una declaración de intenciones.
En Castilla y León Vox parte de un suelo bajo con un solo procurador y los sondeos le auguran crecimiento y convertirse en decisivos. Y la formación va a por todas en Andalucía, donde suena con fuerza la actual portavoz adjunta del partido en el Congreso, Macarena Olona, como candidata regional.
La lucha por la izquierda
Por la izquierda las incógnitas no son menores. El PSOE no plantea tanto estas elecciones en clave nacional, sabedor de que tanto en Andalucía como en Castilla y León no le son favorables las encuestas. En ambas comunidades los socialistas ganaron las últimas elecciones autonómicas pero la suma PP y Cs superó los escaños del PSOE. Los socialistas están aún muy lejos de la fuerza que durante 40 años tuvieron en Andalucía, su mayor bastión durante décadas.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha terminado 2021 con unos Presupuestos Generales del Estado debajo del brazo que algunos partidos ya auguran serán las últimas cuentas que se negocien en esta legislatura ante el ciclo electoral que se inicia. Son muchos los partidos que creen que las citas electorales imposibilitarán, aún más, negociaciones y acuerdos. En el aire queda la renovación del CGPJ, que se antoja más complicada con el PSOE y el PP batiéndose en las citas electorales importantes que vienen.
Esos PGE dan estabilidad y aire al Gobierno de coalición que parece tener- o al menos escenificar- menos discrepancias. La última protagonizada hace meses por las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, no menor, también tuvo final feliz en forma de acuerdo a tres con los sindicatos y la patronal sobre la reforma laboral. Aunque ahora a esta reforma le queda una tramitación parlamentaria que no va a ser fácil por lo ya avanzado por los socios de Sánchez en el Congreso y que apunta a ser uno de los grandes asuntos políticos de este inicio de 2022, el año que también será el de la gestión de los fondos europeos.
En clave electoral, el PSOE también se prepara para dar más fuerza a un lema ya convertido en mantra entre los socialistas- vincular al PP con la ultraderecha- que ganará enteros si los ‘populares’ pactan con la formación de Abascal en estas comunidades y que se usará como revulsivo para el voto de izquierdas.
Y aunque no parece que esté encima de la mesa, de momento, el escenario de adelanto de las generales a este 2022- el propio Sánchez garantizó en su última rueda de prensa del año que agotará la legislatura- el PSOE mira de reojo la evolución de una de las figuras políticas de 2021, Yolanda Díaz, que ya prepara su salto como candidata y que es la política mejor valorada de España, según el CIS.
“Es el comienzo de algo maravilloso”, dijo Díaz en el acto protagonizado el pasado noviembre junto a políticas de otras formaciones como Mónica Oltra, Mónica García o Ada Colau, y que se celebró como el germen de ese ‘frente amplio’ en el que entraría, claro está, Unidas Podemos, pero que no termina de definirse porque “no toca”, según ha dicho en las últimas semanas la propia ministra de Trabajo, a la que Pablo Iglesias lanzó como su sucesora al frente de la candidatura de Unidas Podemos. Ella ha defendido su “transversalidad” y huye, en sus propias palabras, de limitarse a un “pequeño espacio a la izquierda del PSOE”.
Queda por ver, por tanto, cómo se articula la presencia de Díaz en estos comicios regionales que ahora se convertirán en las plataformas de los partidos, que aprovecharán para colar sus mensajes en clave nacional. Tanto en Castilla y León como en Andalucía se espera una importante presencia de Pedro Sánchez, Pablo Casado, Santiago Abascal e Inés Arrimadas, y Díaz no puede quedarse rezagada en estas primeras batallas, que marcarán agenda, discursos, tendencias y relevancia política.
En Castilla y León, la representación de Podemos es más que modesta con un solo representante. La cosa se complica al mirar a Andalucía, donde a la izquierda del PSOE hay nada menos que tres formaciones que concurrirán previsiblemente a los comicios: Unidas Podemos, que integra a IU y el PCA; Adelante Andalucía, liderado por Teresa Rodríguez, y Andaluces Levantaos. Todas estas formaciones llegaron a unirse en torno a Podemos, pero los últimos años solo han llevado a una fragmentación absoluta en la izquierda andaluza, más allá del PSOE. En la búsqueda de apoyos territoriales, Díaz tendrá que lidiar con esa situación y ver cómo configura su relación con la mujer fuerte a la izquierda del PSOE, Teresa Rodríguez, quien dijo recientemente que “cualquier iniciativa que ponga en común políticas de cambio es interesante”.
En este 2022 además la mirada política no solo estará fijada en estos partidos, los ya tradicionales, el foco se dirige hacia lo que pueda conseguir la España vaciada, que se lanzará con diferentes plataformas tanto en Castilla y León como en Andalucía, y que también quiere lanzarse en las futuras generales. Ya hay encuestas que les otorgan diputados en unas hipotéticas elecciones en toda España y está por ver en qué caladero de votos pescan más, si a izquierda o a derecha, mientras ellos se definen como plataformas sin ideología.
Arranca por tanto un ciclo electoral que se puede alargar durante dos años y que convertirá en frenética la lucha entre el bloque conservador y el de izquierdas, y dentro de cada frente, con nuevos actores que entran en juego. El 28 de enero da el pistoletazo de salida de la campaña electoral en Castilla y León, el primer asalto de una batalla que se espera larga.