Garzón ve "impecables" sus palabras y aclara que sus críticas a las macrogranjas son "como ministro de Consumo"
- El ministro de Consumo ha restado importancia a la falta de apoyo que le ha brindado la parte socialista del Gobierno
- Considera que la polémica surge de una manipulación de sus palabras "por parte de la derecha"
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se ha ratificado este miércoles en las críticas que hizo a la ganadería intensiva en España, palabras que considera "impecables" y que asegura haber dicho como titular de Consumo. Contradice así a la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que ha señalado que estas opiniones son "a título personal" y no del Ejecutivo.
En una entrevista en la SER, Garzón ha restado importancia a la falta de apoyo que le ha brindado la parte socialista del Gobierno tras su polémica entrevista en el diario británico The Guardian en la que aseguró que las macro-granjas españolas "contaminan el suelo, el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados".
"Yo creo que lo que dije tal y cuál lo dije es impecable. Yo no innovo nada. Yo lo que hago es traducir lo que se ha traducido desde la ciencia", ha afirmado en la entrevista.
"Es evidente que estoy en contra de las macrogranjas, como lo está mucha gente, pero mis declaraciones son como ministro de Consumo, por supuesto que sí. No podría ser de otra manera tratándose de una materia que es competencia también del Ministerio de Consumo", ha manifestado Garzón.
Ha explicado que no ha hablado del asunto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero sí lo ha hecho con la vicepresidenta, segunda y compañera en Unidas Podemos, Yolanda Díaz.
Según su versión, Díaz no le ha trasladado que Sánchez esté molesto por sus palabras tras el aluvión de críticas que ha recibido no solo desde el sector ganadero o el PP, sino también entre las filas del PSOE.
Normaliza las diferencias en la coalición
Para Garzón, es normal que existan distintas opiniones o discrepancias en un Gobierno de coalición y en ese contexto enmarca esa falta de respaldo público entre el resto de compañeros de gabinete.
"Estamos en un Gobierno de coalición (...) tenemos un acuerdo programático para la legislatura, pero eso no significa que tengamos homogeneidad. Tenemos nuestras diferencias", ha insistido.
En cualquier caso, considera que la polémica surge de una manipulación de sus palabras, de un "bulo por parte de la derecha" que ha generado "una bola", aunque se ha ratificado en su apuesta por la ganadería extensiva en detrimento de la industrial que, insiste, contamina el suelo, las aguas y produce más gases de efecto invernadero.
Tampoco cree que sus opiniones puedan afectar a la venta de carne española en el exterior porque es un problema que no solo afecta a España, sino a otros países de la UE.
A su juicio, esta carne no tiene la misma calidad que la producida en la ganadería extensiva y tradicional, con independencia del país de origen. "Creo en la política valiente, en reconocer los problemas", ha añadido.