'Flor Fané', un cómic poético sobre las contradicciones de los malos tratos
- "Yo no quería una heroína, quería un personaje real", asegura Sara Morante
- Más noticias sobre cómic en 'El Cómic en RTVE.es'
Sin compasión y sin juzgarla, así ha construido la historietista Sara Morante a Olga, su Flor Fané (Astiberri), la protagonista de una novela gráfica en la que la autora demuestra que es posible que una niña "marchita" por los malos tratos saque belleza y convierta la ira y la rabia en poderes liberadores.
Flor Fané (publicada por Astiberri) significa flor "marchita", y también es el nombre de esta obra, cuenta su autora a Efe.
"Este título (que sale de uno de los capítulos) tiene dos caras, el de una flor y su desarrollo natural, pero luego Fané, que es una palabra que me gusta mucho y viene del francés, pero en español es una palabra muy coloquial, muy de calle y popular, es quizá más de nuestras abuelas que de nuestra generación y significa 'estoy fatal, machacada'", dice Morante (Torrelavega, 1976).
Y es esa "contradicción" la que define a Olga, o más bien a cómo se siente una persona en esa situación, con "sentimientos tan contradictorios" como "¿me está permitido odiar o en el fondo quiero a esa persona?".
Un cómic profundo, casi filosófico y poético
Con la "seguridad" de querer contar eso, Morante invirtió varios años en darle forma, cuerpo y alma a esta niña con la que el lector irá creciendo a través de textos profundos, casi filosóficos y poéticos, e imágenes de igual calado.
Pero, avisa la autora, no quiere que en Flor Fané la gente vea una historia de maltrato, aunque esa sea la situación concreta de Olga, sino una historia donde lo relevante es cómo esa situación de horror "afecta a todo lo demás": "en la novela se habla de la muerte, de cómo entiende un niño la muerte, el apego, de cómo juzga a las personas, son temas universales".
Narrado en primera persona y en tiempo presente, lo que da más realidad al relato, el lector no apreciará rasgo alguno de compasión por parte de la autora. No lo verá porque no ha querido tenerla, porque en el aprendizaje que Olga va teniendo a lo largo de su vida, sobre todo por parte de sus amigas, ese asidero que la saca de su entorno familiar, "forma parte del aprendizaje".
Por eso también matiza que en estas líneas no siempre se estará de acuerdo con Olga porque "cuando estás en una situación complicada tomar decisiones acertadas es complicado".
Según confiesa Morante, esta historia ha salido de su cabeza, "de lo real, lo imaginado y lo escuchado", ya que, al fin y al cabo, el miedo que vive Olga es un "sentimiento universal" y si alguna vez alguien lo ha sentido (sea quien sea la fuente que lo produce) se sabe trasladar a otro contexto.
"La realidad es peor que 'Flor Fané'"
"Yo creo que la realidad es peor que Flor Fané y si nos metiéramos en la cabeza de cualquier persona que vive esto nos vamos a encontrar con estas reflexiones valientes, yo no quería una heroína, quería un personaje real, con todas las contradicciones que ella siente, no me interesan los personajes perfectos que toman decisiones y son maravillosos, quería un personaje que mirase la violencia y la experimentase de manera diferente y que sintiese la contradicción de sentimientos", aclara.
Consciente de que su libro aborda un tema "incómodo", la historietista tiene claro también que "tiene que serlo así" porque es una realidad que está pasando y a ella le interesaba meterse en la cabeza que vive en un entorno de malos tratos para ver que el "alcance de la violencia no llega a lo físico, sino que mina el desarrollo" de las personas.
"Lo que ella aprende -añade- es que la expresión de la rabia es la violencia, ¿cómo sales de eso?, pues con las referencias de fuera de casa, porque tiene unas amigas, tiene el ejemplo de los padres de sus amigas. Y quería hablar de la rabia y la ira, porque son sentimientos denostados, pero la rabia es una parte fundamental y creo que la fortaleza de Olga se basa en la rabia".
Sentimientos que Olga manifiesta a través de una serie de metáforas e ilustraciones basadas en la naturaleza, el terreno en el que le gusta moverse a Morante y que juega "a pachas" con un texto en el que Olga no es tratada como "víctima", sino con "respeto y dignidad".