El Gobierno de Kazajistán considera estabilizada la situación tras las protestas, que dejan más de 160 muertos
- El presidente del país encarga la creación de una comisión para la reconstrucción de edificios e instalaciones públicas
- Los peores disturbios en 30 años dejan casi seis mil detenidos, muchos de ellos extranjeros
El Gobierno de Kazajistán considera "estabilizada" la situación en todas las regiones de la república centroasiática, donde los detenidos en las protestas y disturbios de los últimos días ascienden ya a casi seis mil, muchos de ellos extranjeros.
Según la agencia rusa Sputnik, un total de 164 personas, incluidos dos niños, han muerto en los disturbios, 103 en la capital, Almaty, donde se han producido los peores episodios de violencia.
Durante una reunión del gabinete de crisis el presidente, Kasim-Yomart Tokáyev, fue informado este domingo de que "en todas las regiones la situación se ha estabilizado".
"Las fuerzas de seguridad han liberado todos los edificios administrativos y se ha restablecido el trabajo de los servicios comunales y otros sistemas básicos", informó la Presidencia en un comunicado.
Tokáyev subrayó que los órganos de seguridad del Estado tomarán las medidas necesarias para el pleno restablecimiento del orden y la seguridad en el país. Además, encargó la creación de una comisión constitucional para liquidar las consecuencias de los disturbios, lo que incluye la reconstrucción de edificios públicos y otras instalaciones fundamentales para el funcionamiento de las ciudades afectadas.
Intervención de la OTSC
Varios edificios públicos han sido incendiados durante la última semana en las protestas en todo el país, lo que provocó que el presidente kazajo emitiera órdenes de disparar a matar para poner fin a los disturbios.
El sábado, el exjefe del Comité de Seguridad Nacional (CSN), Karim Masímov, fue detenido por alta traición y podría enfrentarse a una condena de 15 años como principal implicado en la investigación abierta tras los disturbios.
Por invitación de Tokáyev, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la alianza militar postsoviética liderada por Rusia, envió tropas a Kazajistán para restaurar el orden, una intervención que se produce en un momento de alta tensión en las relaciones entre el Gobierno de Vladimir Putin y la Unión Europea por la crisis en Ucrania.
"Se han transferido varias instalaciones estratégicas bajo la protección del contingente unido de mantenimiento de la paz de los estados miembros de la OTSC", ha asegurado en un comunicado la oficina presidencial.
Por iniciativa de Kazajistán, los líderes de la OTSC celebrarán el lunes una reunión virtual para analizar las medidas adoptadas para la normalización de la situación en Kazajistán.
Almaty, principal foco de resistencia
El principal foco de resistencia sigue siendo la antigua capital kazaja, Almaty, donde aún se oyen disparos y en cuyo extrarradio tienen lugar esporádicos enfrentamientos entre la policía y grupos de hombres armados.
"Los guerrilleros siguen ofreciendo resistencia armada. Hay signos de estabilización, pero también hay focos de resistencia cruenta", dijo Erzhan Babakumarov, alcalde de la ciudad, a la televisión Jabar 24. Según el alcalde, la pasada noche fue "relativamente tranquila", por lo que ya han comenzado los trabajos de reparación del mobiliario urbano y los mercados.
Pero la operación antiterrorista continúa en la ciudad, donde han sido detenidas unas 850 personas por actos terroristas, pillaje y otros delitos Mientras, el contingente militar ruso completó este domingo su despliegue en territorio kazajo, donde realizará labores de pacificación, lo que incluye la vigilancia de instalaciones estratégicas.
Las protestas en Kazajistán -un país de unos 19 millones de habitantes rico en hidrocarburos- estallaron a principios de año de manera pacífica en el Oeste de la república debido a la subida de los precios del gas licuado, principal combustible en esa región bañada por el mar Caspio, pero desembocaron en violentos disturbios en varias ciudades del país más rico de Asia Central, los más graves desde su independencia, en 1989.