Cierra el bar Candela, icono del flamenco en Madrid durante 40 años
- Desde 1982 había sido lugar de reunión de iconos como Camarón, Morente y Paco de Lucía
- La pandemia también ha forzado el cierre de otros tablaos, como el Villa Rosa y El Café de Chinitas
El bar Candela, un icono del flamenco en pleno centro de Madrid, ha cerrado sus puertas después de 40 años de recorrido tras ser vendido a un inversor por la hija de su fundador, Miguel Aguilera. Desde 1982, el pequeño local de tan solo 30 metros cuadrados había sido el centro neurálgico donde se reunían músicos como Camarón, Enrique Morente y Paco de Lucía.
Y no solo hoy, siempre fue considerado un lugar importante dentro del género y fue testigo del nacimiento de grupos y temas actualmente reconocidos. “El primer vídeo de Ketama también lo hicimos allí, así que tenemos mucha pena por el cierre”, declara a TVE Antonio Carmona, cantante del grupo de flamenco-fusión Ketama.
Por las noches cargaba su atmósfera y se convertía en un sitio de reunión de músicos, pero también era un motor que impulsó nuevas influencias como el nuevo flamenco. “Nos juntábamos ahí toda la noche, 20 o 25 guitarristas, en esa cueva donde sonaba muy bien la guitara”, explica Juan José Suárez Salazar, guitarrista de La Barbería del Sur.
Además, la influencia del Candela superó todo tipo de fronteras, tanto geográficas como musicales, y se convirtió en un lugar que acogió a artistas internacionales como el músico de rock Lenny Kravitz y Slash, el guitarrista de Guns N’ Roses.
Uno de los sectores más afectados económicamente por la pandemia ha sido el de la hostelería y el espectáculo. El confinamiento y las restricciones comenzaron estancando la afluencia de público nacional e internacional, y eso se tradujo en una caída de ingresos que finalmente ha terminado forzando el cierre de estos negocios.
Así, en verano de 2020 bajaba la persiana el tablao Casa Patas, y menos de un año después lo hacían El Café de Chinitas y el tablao Villa Rosa. Ahora, con el cierre del bar Candela, la voz del flamenco se apaga un poco más dentro de las calles madrileñas.