El Banco Mundial prevé una ralentización del crecimiento al 4,1% en 2022
- Según sus previsiones, el crecimiento pasará del 5,5% de 2021 al 4,1% este año
- La economía mundial entra en una desaceleración pronunciada en medio de amenazas como las variantes del COVID
El Banco Mundial ha afirmado este martes que el crecimiento de la economía mundial registrará en 2022 y 2023 una "ralentización pronunciada". Según sus previsiones, el crecimiento pasará del 5,5% de 2021 al 4,1% este año y al 3,2% el año que viene.
Además, el Banco Mundial ha considerado que la demanda de los consumidores acumulada durante la pandemia "se disipará" en paralelo a los apoyos fiscales y monetarios a los que varias economías han recurrido en los últimos dos años, lo que contribuirá a la reducción en el ritmo de crecimiento.
En un comunicado, la organización ha indicado que "tras una fuerte recuperación en 2021, la economía global está entrando en una desaceleración pronunciada en medio de amenazas como las variantes del COVID y una subida de la inflación, la deuda y las desigualdades en ingresos que pueden poner en peligro la recuperación en las economías en desarrollo".
La pandemia seguirá alterando la actividad económica
El Banco Mundial también ha advertido de que la pandemia continuará siendo un elemento que altere la actividad económica, tal y como indica la "rápida expansión de la variante ómicron".
Según el organismo, la desaceleración "notable" en economías como las de Estados Unidos o China tendrá un impacto sustancial en la demanda de bienes y servicios a los países en desarrollo, en un momento en el que estos "no disponen de espacio para implementar políticas" de choque.
Asimismo ha alertado del riesgo de un "aterrizaje duro" alimentado por nuevos brotes de coronavirus, presiones inflacionarias, problemas persistentes de cuello de botella en la cadena de suministros, así como grandes vulnerabilidades financieras en muchas partes del mundo.
El presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, ha asegurado que "la creciente desigualdad y los riesgos de seguridad son particularmente dañinos para los países en desarrollo". "Para poner a más países en una senda favorable al crecimiento, hay que lograr acciones internacionales coordinadas y una serie de políticas nacionales integrale", ha advertido Malpass.