Casado defiende a "toda la ganadería española" y carga contra el "intervencionismo comunista" de Garzón
- El PP lanza la campaña 'Más ganadería, menos comunismo" contra el ministro Alberto Garzón
- Asegura que, si Sánchez no destituye al ministro de Consumo, mostrará "que es un presidente débil"
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha vuelto a pedir este viernes al presidente del Gobierno el cese del ministro de Consumo, Alberto Garzón, por la polémica de las macrogranjas y ha afirmado que su partido defiende a "toda la ganadería de España", asegurano que en las granjas de ganadería intensiva "no se maltratan animales" ni contaminan.
Casado ha visitado este viernes una explotación de ganado extensivo en el municipio abulense de Las Navas del Marqués, coincidiendo con el lanzamiento de una campaña del PP contra Garzón bajo el lema "Más ganadería, menos comunismo", en la que exige la marcha del ministro de Consumo.
Según ha señalado, la campaña se justifica en el hecho de que Garzón es el "líder del Partido Comunista español" y que trata, desde el Consejo de Ministros, de "intervenir en los hábitos y en la economía familiar", al decir a los españoles que coman menos carne y a los ganaderos "que tienen que cerrar sus explotaciones".
Por ello, se ha mostrado en contra del "intervencionismo comunista" que representan el propio Garzón o la vicepresidenta primera, Yolanda Díaz, que están "orgullosos de ser comunistas" a pesar de que esta ideloogía sea la que "más miseria, más opresión y más muerte ha dejado en el siglo pasado en Europa".
"Un presidente débil"
En ese sentido, Casado le ha recordado a Pedro Sánchez que mantener al ministro de Consumo significa asumir que es "un presidente débil que no manda nada" y "compra las tesis de Garzón".
El líder del PP ha dicho estar "indignado" a causa del "ataque que desde el Gobierno se está haciendo" al sector primario "desde hace tres años" y ha afirmado que "no hay precedentes" de un Ejecutivo que "hable mal de su país en el extranjero", por lo que ha pedido "responsabilidades de inmediato".
Casado ha afirmado que en las explotaciones ganaderas españolas, tanto en la extensivas como en las intensivas, se cumple "una normativa muy estricta, que por cierto depende del ministro de Consumo; y si no le gusta, lo que tiene que hacer es cambiarla".
Pero ha afirmado que no hay matrato animal en la ganadería intensiva y "tampoco me parece que contaminen" ya que las granjas "aprovechan incluso los residuos" para biocombustibles para la refrigeración o la calefacción.
Polémica en torno a las macrogranjas
Garzón aseguró en una entrevista en el diario The Guardian el pasado 26 de diciembre que la ganadería extensiva era "un medio medioambientalmente sostenible de ganadería y que tiene mucho peso en partes de España como Asturias, partes de Castilla y León, Andalucía y Extremadura", pero que "lo que no es sostenible en absoluto" son las "llamadas macrogranjas".
"Encuentran un pueblo en un área despoblada de España y colocan allí a 1.000, o 5.000, o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan la tierra, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados", señaló.
Estas declaraciones han provocado un profundo rechazo entre los partidos de la oposición y también entre el sector socialista del Gobierno de coalición, incluyendo el presidente, Pedro Sánchez, quien lamentó las palabras del ministro de Consumo. Desde Unidas Podemos han calificado de 'bulo' esta polémica y han acusado a PP y PSOE de intentar "restaurar el bipartidismo".