Pacientes y médicos acogen entre la esperanza y la cautela el estudio sobre el origen de la esclerosis múltiple
- Un macroestudio de Harvard apunta al virus de la mononucleosis como una de las causas
- El desarrollo de la enfermedad neurodegenerativa está influido por otros factores ambientales y genéticos
Neus lleva más de 20 años conviviendo con la esclerosis múltiple. "Hay muchas cosas que no puedes hacer. Ya no trabajo, soy pensionista", cuenta a un equipo de TVE, sobre una enfermedad que le ha causado problemas de movilidad y se manifiesta de "forma diferente a cada una de las personas". El origen de esta enfermedad neurodegenerativa, que afecta a unas 50.000 personas en España, es desconocido, pero desde este jueves sabemos un poco más.
Durante dos décadas, científicos de la Universidad de Harvard han hecho seguimiento de los 10 millones de militares estadounidenses. De los 801 soldados diagnosticados de esclerosis múltiple, todos menos uno habían sido infectados con el virus de Epstein Barr, según la investigación publicada en la revista Science. Así, los autores de la investigación señalan que la infección de mononucleosis multiplicaría por 32 el riesgo de padecer esclerosis múltiple. La noticia abre una ventana a la esperanza para neurólogos y pacientes, que todavía prefieren ser cautelosos.
El virus no sería la única causa
La infección por el virus se conoce como mononucleosis o, más popularmente, como "enfermedad del beso", porque se transmite por la saliva. Llega a afectar a más del 90 % de la población. Por ello, los expertos nos recuerdan que haberla pasado no significa que vayamos a desarrollar una patología crónica.
De hecho, detrás de la esclerosis múltiple hay otros factores, como la predisposición genética, y desencadenantes ambientales: el tabaquismo, los niveles bajos de vitamina D, la obesidad en la adolescencia y los traumatismos cráneo-encefálicos frecuentes, según ha enumerado Xavier Montalban, jefe Neurología del Hospital Vall d'Hebron, en una entrevista en La tarde en 24 horas sobre las implicaciones del macroestudio publicado.
"Es una enfermedad multicausal", subraya igualmente doctora Lucienne Costa-Frossard, neuróloga de la unidad de esclerosis múltiple del Hospital Ramón y Cajal, y cita más factores ambientales como la flora intestinal u otros virus de la familia de los herpes.
¿Podría una vacuna contra el virus prevenir la esclerosis?
Aun así, un estudio de tal magnitud ha abierto esperanzas para muchos, ¿podría una vacuna contra el virus de Epstein-Barr prevenir el desarrollo de la esclerosis? Es una hipótesis que han lanzado los mismos autores del estudio.
En respuesta, la doctora Costa-Frossard ha explicado que hay investigaciones en marcha para encontrar este tipo de vacunas contra el virus de la mononucleosis desde hace "dos décadas", sin embargo, cuando se consigan, habrá que seguir investigando y observando su relación con la esclerosis múltiple.
De hecho, la farmacéutica estadounidense Moderna acaba de comenzar la fase I de los ensayos clínicos de su candidato a antídoto de ARNm contra el virus de Epstein-Barr, que se ha relacionado con otros problemas del sistema inmunitario como la púrpura trombocitopénica o la fatiga crónica.
"Si desarrollamos una vacuna contra el virus de Epstein-Barr y la administramos en etapas tempranas, quizá podamos prevenir el desarrollo de la esclerosis múltiple", ha especulado, con mucha cautela, el neurólogo Montalban. Los pacientes también son prudentes. "[El estudio] nos da mucho optimismo, pero sabemos que no se va a curar de un día para otro", señala Jorge. Y ojalá un día, nos dice, esta enfermedad forme parte de la historia.