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Cómic

'Victus', ¿el Barry Lyndon catalán?

  • Santamaría y Dalmases adaptan la novela de Albert Sánchez Piñol sobre la Guerra de Sucesión española
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Detalle de la portada de 'Victus'
Detalle de la portada de 'Victus'

En 2012 el escritor Albert Sánchez Piñol publicó Victus (La Campana), una novela histórica que abordadaba la Guerra de Sucesión española desde la perspectiva catalana y que culminaba con el asedio de Barcelona de 1714. Un éxito que el guionista Carles Santamaría (Barcelona, 1963) y el dibujante Cesc F. Dalmases (Sabadell, 1980) adaptaron al cómic en tres tomos que ahora se recogen en un único volumen: Victus (Norma editorial). Un gran cómic del que hablamos con sus autores.

Carles Santamaría es periodista, Premio Nacional de Cultura de Cataluña, por su labor como divulgador de cómic, y dirigió los Salones de Cómic y Manga de Barcelona desde 2005 a 2017. Así explica su pasión por esta historia: "La Guerra de Sucesión y sus efectos colaterales es un hecho clave de la historia de España y Cataluña que me ha interesado desde hacía tiempo. Al leer la magnífica novela histórica Victus de Albert Sánchez Piñol visualicé enseguida cómo podría ser el cómic. Se trata de la vida de un personaje histórico real, Martí Zuviría, que fue ayudante del general Antonio de Villarroel, aunque del que se conocen pocos detalles. Sánchez Piñol reinventa la vida del personaje, introduciendo personajes ficticios y otros reales, para escribir un fresco histórico que culmina con el asedio de Barcelona en 1714".

Un singular personaje que a Dalmau le recordó a un antihéroe de Kubrick: "La apasionante vida de Martí Zuviría me evocaba a Barry Lyndon, de vida igualmente intensa, azarosa y desgraciada en medio de conflictos armados europeos. En la novela Zuviría se forma como ingeniero militar en Francia bajo la tutela del Marqués de Vauban, considerado el gran genio de la ingeniería militar de la época, se alista en el ejército francés que lucha del lado de Felipe de Anjou en la Guerra de sucesión, deserta, vuelve a Barcelona, se pasa al lado austriacista y acaba bajo las órdenes del general Villarroel, mientras su vida sentimental da un par de vuelcos y acaba de forma trágica".

Por eso decidió hacer este cómic: "En el verano de 2013 planteé a Albert Sánchez Piñol y a su agencia literaria Carmen Balcells el proyecto de la adaptación y me encontré con un novelista que es un apasionado y defensor del cómic a quien le encantó la idea y el planteamiento de la adaptación. Teníamos claro que se debería tratar de un cómic en formato de álbum a color que plasmase toda la fuerza visual que emana la novela. La agencia se puso en contacto con Norma Editorial, que hizo suyo el proyecto desde el primer minuto y se volcó para hacerlo realidad".

Página de 'Victus'

Martí Zuviría, ¿héroe o cobarde?

Pedimos a Carles que nos detalle quién era Martí Zuviría: "Martí Zuviría sale citado en tres ocasiones, si no recuerdo mal, en las Narraciones Históricas de Francesc de Castellví, una monumental y documentadísima obra que cuenta día a día cómo sucedieron los hechos de la Guerra de Sucesión. Castellví había sido capitán de la Coronela de Barcelona y tras exiliarse a Viena al final de la guerra se carteó con combatientes de ambos bandos para escribir aquellos hechos".

"De Zuviría -continúa carles-, sabemos que fue un militar que ocupó diversos puestos en el ejército austriacista, hasta llegar en 1713 a ser nombrado con el rango de teniente coronel como uno de los ayudantes reales del general Antonio de Villarroel, comandante militar de la defensa de Barcelona. Albert Sánchez Piñol rescribe su vida para crear un personaje oportunista y cínico, pero tierno en el fondo, lleno de contradicciones y muy crítico con los reyes y gobernantes, de ambos bandos, donde sólo las figuras del Marqués de Vauban y Antonio de Villarroel emergen como figuras brillantes en sus respectivos campos y de gran talla humana".

Página de 'Victus'

El personaje se inspira en Adrien Brody

La figura de Zuviría también fue una de las cosas que convenció a Cesc F. Dalmases para dibujar el cómic: "Lo que me llamó más la atención del proyecto fue la historia. Victus es una novela que que está escrita de una forma un tanto diferente. Los personajes que aparecen y la manera en la que está narrada la historia ya es distinta a otras novelas de corte histórico. Sobre todo me llamó la atención la forma divertida en la que entrabas en la historia. Cuando empiezas a darte cuenta de que estás dibujando la historia de un antihéroe, de un personaje que es realmente un perdedor, que a pesar de ser un genio en su trabajo de ingeniería, realmente es un cobarde, que en cuanto tenga la opción de huir siempre irá el primero".

"Para mí -continúa el dibujante- esa es un poco la gracia. Es un personaje que es un superviviente, pero al mismo tiempo no es un héroe al uso. Hasta quizá el final de la historia donde encuentra la motivación para ser el héroe que se supone.Eso es lo que más me sorprendió de la novela. Además me resultó muy interesante, muy fácil de leer, aunque ya iba un poco con la predisposición de dibujarla, sobre todo por por la gracia que tenía el personaje de Martí Zuviria".

Para el aspecto físico de Zuviría, Cesc confiesa que se basó en un actor de Hollywood: "Está inspirado en el actor Adrian Brody y tiene un cierto aire a Elvis. Sobre todo porque la descripción que hace Albert Sánchez Piñol es de un personaje con la nariz grande, alto, bastante delgado, con un aspecto poco fornido y un poco desgarbado, aunque con un cierto atractivo físico. Y Adrien Brody tiene un poco ese punto: no es el típico guapo al uso ni tiene ese aspecto de héroe que se presupone para el protagonista de una historia, sino que tiene ese aspecto un poco más desgarbado. Evidentemente después yo le puse mi filtro, mi estilo y mi forma de dibujar, pero sí, Martí está inspirado en Brody".

Cesc nos habla de otros protagonistas del cómic: "Destacaría a los personajes que giran alrededor de Martí Zuviría, como el marqués de Vauvan y el general Villarroel, que son un poco sus maestros, forjan su carácter y lo hacen madurar. Luego están otros personajes, que quizás son menos importantes en la historia, pero que también me hacen mucha gracia, como el niño y el enano, con ese embudo que lleva en la cabeza. Me resultan muy curiosos en medio de esta historia y acabarán siendo, junto a Amelie, la familia de Martí. Son personajes a los que les coges cariño y me resulta divertido que deambulen por la historia sin aportar aparentemente nada. Lo que hacen es darle a Martí esa familia que realmente él no desea, pero al final no tiene más remedio que aceptar que es padre y que es marido. Y eso le da la motivación para luchar al final. No por la libertad, sino por su familia. Esa es un poco la la gracia".

Página de 'Victus'

La Guerra de sucesión, un conflicto con un final devastador

El cómic comienza en 1705, con un joven Zuviría a punto de comenzar sus estudios de ingeniero. Y abarcará toda esa guerra hasta la caída de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714. "La Guerra de Sucesión fue un gran conflicto europeo que duró quince años y se libró en diversos campos de batalla europeos entre ellos España -nos explica Carles-. Esta conflagración se inició con la muerte sin descendencia de Carlos II de España en 1700. Las grandes potencias europeas querían hacerse con el codiciado trono del entonces decadente Imperio español. Se forjaron dos grandes alianzas que entraron en guerra: por una parte la patrocinada por Luis XIV de Francia y su candidato y nieto Felipe de Anjou, y por otra parte la encabezada por el pretendiente archiduque Carlos de Austria sustentada por el Sacro Imperio Romano Germánico e Inglaterra".

"Catalunya inicialmente juró fidelidad al proclamado Felipe V -continúa Carles-, pero al constatar que este incumplía su compromiso de respetar los fueros de los catalanes, se pasó al lado austriacista. El tratado de Utretch en 1713 selló el fin del conflicto europeo, ya que la guerra había tenido un gran coste y estaba estancada. Las grandes potencias se repartieron diversos territorios en disputa y España, donde los austriacistas sólo tenían parte de Catalunya y las Islas Baleares, fue para el borbón Felipe V. El problema es que los catalanes fueron abandonados por sus aliados austriacistas en defensa de sus instituciones y tuvieron que librar solos la parte final de la guerra contra las tropas borbónicas apoyadas por Francia, cuyo régimen era absolutista y centralista".

"El asedio de Barcelona duró quince meses -concluye Carles-. Fue una resistencia desesperada y heroica sustentada en las clases populares la ciudad organizadas en las milicias gremiales de la Coronela frente a un ejército muy superior. Dicha resistencia se basaba en la vana esperanza de que en el último momento llegara una ayuda o mediación de Inglaterra o Austria, cosa que nunca sucedió. Fue un final absolutamente devastador".

Portada para uno de los tomos de la trilogía de 'Victus'

Adaptando la novela al cómic

Carles Santamaría nos comenta lo más sencillo y lo más complicado de hacer esta adaptación: "La novela de Sánchez Piñol pedía a gritos una adaptación al cómic al tratarse de una novela de aventuras y desventuras con un trasfondo histórico y bélico que vas visualizando a medida que la lees, que se desarrolla dos tempos narrativos. Un Zuviría anciano nos cuenta su vida, lleno de pesadumbre y dolor, rememorando su juventud, de una manera que te atrapa desde la primera página. Es un relato apasionante".

"El reto era hacer una adaptación de un relato literario a la narrativa dibujada secuencial, que fuera fiel pero no literal y que funcionase cómo cómic -añade carles-. A veces 30 páginas del libro se podían visualizar en una viñeta, mientras que una escena que era narrada sintética en la novela precisaba de 4 páginas en el cómic, como la batalla de Almenar. La adaptación fue una maravillosa y exigente labor que ocupó cuatro años de mi vida, entre 2013 y 2017, de la que me siento muy orgulloso. Ha sido la obra cumbre y final de mi vida profesional, dado que desde 2017 estoy retirado de cualquier actividad dada mi grave cardiopatía".

Por supuesto, una obra de este calibre también requería de una gran documentación, como nos explica Carles: "La ventaja es que la adaptación coincidió con la conmemoración del Tricentenario de la caída de Barcelona el 11 de septiembre de 1714, en unos años en que aparecieron documentadísimas obras sobre la Guerra de Sucesión. Debo significar en primer lugar al historietista Oriol García Quera, autor de un magnífico cómic titulado Barcelona 1714 publicado en 2005. También debo citar al ilustrador Francesc Riart con libros como La Coronela de Barcelona (1705-1714) o Els exèrcits de Catalunya (1713-1714), ambos escritos per el historiador Xavier Hernández".

"Otras obras que leí -añade Carles- fueron La Guerra de Sucesión en España 1700-1714 de Joaquim Albareda; La Guerra de Successió i els setges de Barcelona (1697-1714) de Josep M. Torras i Ribé; Diario del sitio de Barcelona (1713-1714) Impressió facsímil; Barcelona 1700 de Albert Garcia Espuche o Barcelona 1714. Els gravats de la guerra de Successió con texto de Agustí Alcoberro, que contiene una impresionante serie de grabados de la época de Jacques Rigaud, que plasma el efecto devastador del sitio sobre las murallas, los baluartes y edificaciones de Barcelona".

"Además -continúa el guionista-, había sido el comisario de una exposición en las calles de Barcelona titulada La Batalla Final, donde montamos unas instalaciones con ilustraciones de Oriol García Quera en lo que habían sido los principales escenarios del asalto a la ciudad del 11 de septiembre de 1714. Ello me dio un conocimiento sobre el terreno de los enfrentamientos que habían tenido lugar en las calles de la ciudad. Dicha documentación me permitió al escribir el guión técnico adjuntar imágenes de armamento, uniformes, vestidos, carruajes, edificios y demás objetos, que le resultaran útiles al dibujante Cesc F. Dalmases. Debo reseñar el entendimiento total con este genial dibujante, que ha plasmado con su talento una obra de gran calidad gráfica. Hemos tenido una relación muy enriquecedora, donde él ha encontrado buenas soluciones gráficas al guión planteado".

Página de 'Victus'

Dibujando la Barcelona de 1700

Cesc F. Dalmases también destaca lo complicada que fue esa labor de documentación: "Cuando trabajas un cómic del siglo XVIII todo es muy complicado: La vestimenta, los trajes... todo tiene que estar documentado y son trajes y ropas que no nos dejan mucho margen de error. Aunque para que el cómic fluya y se pueda leer de forma sencilla, debes sintetizar un poco el dibujo y no recrearte tanto en los detalles, como los que ribetes y adornos de todo tipo que tenían esos trajes y esas casacas... Hay que enocntrar un equilibrio aunque, evidentemente, eso tiene un complejo trabajo de documentación".

"También -continúa Cesc- está toda la parte de las localizaciones. Si se especifica un pueblo en concreto, donde sucede una batalla o algún tipo de evento dentro de la historia, tengo que dibujar esa población concreta. Carles también hizo una labor de documentación bastante exhaustiva. Encontramos libros y otras publicaciones históricas que nos sirvieron para saber, por ejemplo, cómo era la Barcelona del 1700: que aspecto tenía, como eran los edificios... Podías pensar que igual era más barroca o más medieval o más gótica... Pero no es el caso de Barcelona, que en 1700 tenía una estructura muy recta. Los edificios eran rectos, con balcones, usaban cortinas... Solían ser bloques de pisos de cuatro pisos, como mucho, e iban pintados de colores distintos: azules, verdes... Ese era el aspecto de Barcelona".

"También había ciertos canales de agua -continúa Cesc-, que es evidente han desaparecido. Toda la parte de de de las murallas, de los baluartes que tenía Barcelona, que se conserva también poco. Pero sí hay una idea, sobre todo toda la parte del Born, que se conserva bastante como eran las murallas, como eran las formas de Barcelona en esa época. Hay libros ilustrados, donde se puede ver cómo era la Barcelona de esa época. Y también hemos cuscado otras localizaciones del cómic en webs de historia, etc..., intentando encontrar siempre esa imagen que se correspondiera lo más posible a la a la realidad. A veces no acababas de encontrar algo y tenías que recurrir un poco a la invención y tratar que fuera lo más riguroso posible. Pero, por suerte, es una época que está bastante bien documentada. No es complicado encontrar documentación gráfica".

Página de 'Victus'

Espectaculares batallas

Cuando leemos el cómic tenemos la impresión de que podría ser una gran superproducción histórica de Hollywood. "Si me lo permites, el cómic es un buen story-board magníficamente dibujado -asegura Carles-. Creo que Victus podría ser un nuevo Barry Lyndon, ya en formato de largometraje o de miniserie para la televisión o alguna de las plataformas de streaming, ahora que se las producciones de tipo histórico tienen tanto tirón. Respecto al actor, coincido con Cesc en que Adrian Brody podría encarnar a Martí Zuviría perfectamente, a quien se describe como un personaje alto de piernas largas, algo desgarbado, con una nariz prominente y con esa mirada llena de melancolía".

Destacar también las especatulares batallas que se narran en el cómic y la pericia de Cesc al dibujarlas. "Creo que las batallas de la época realmente tenían que ser horribles. Hablamos de miles de soldados con mosquetes que tenían que ser recargados a cada disparo. Imaginarse un momento como ese tiene que ser realmente muy impresionante. Hay páginas en el comic donde recreamos un poco esas batallas. También hemos querido centrarnos en lo complicado que lo tenía un soldado, al que se le venía una carga de caballería encima, para poder recargar su arma antes de que ese caballo lo arrollará. Realmente tenía que ser muy complejo. Tanto que decidimos que era importante dedicarle una página entera a esa función del soldado, para intentar ponernos en su lugar y narrar desde dentro como podía ser enfrentarse a un ejército en esa época".

Pero esas espectaculares batallas no han sido lo más difícil de dibujar para Cesc: "Lo más complicado ha sido lo que comentaba antes, toda la parte de las ropas y uniformes de los personajes. También me preocupaba, y fue lo que más trabajé para intentar que quedase bien, que los personajes históricos debían ser en cierto modo reconocibles, aunque pasasen por un filtro de dibujo para transformarlos en personajes que pudieran actuar dentro del cómic. Por eso intenté buscar también retratos de la época, aunque solían ser un poco anodinos e incluso se parecían unos a otros (ríe). Por eso intenté diferenciarlos, que tuviesen una personalidad propia. Más que nada para que pudieran actuar bien dentro del cómic y fueran creíbles como personajes".

"En cuanto a Martí -añade-, aunque hay referencias a él en los escritos del general Villarroel, no hay ningún retrato ni se describe su aspecto. Ahí tuve más libertad para crear el personaje como a mí me parecía. Pero en el caso de los otros personajes históricos, de los que sí hay retratos, tenías que ceñirte un poco eso. Pero lo más complicado es conseguir que esos personajes tuvieran una personalidad propia y funcionasen dentro de la narrativa del cómic".

Sobre sus proyectos, Carles está jubilado por motivos de salud y Cesc F. Dalamases tiene la agenda completa: "Acabo de terminar otro cómic para Norma Editorial y estamos en fase de posproducción, acabando de pulir detalles y trabajando en la portada. También es una adaptación de una novela de un autor muy conocido y su salida está prevista para el Salón del Cómic de Barcelona de este año. Yambién es un cómic de corte histórico, dedicado a un personaje muy, muy famoso".

"Aparte -concinúa Cesc- estoy trabajando en dos cómics para editoriales francesas. El primero es un thriller policíaco con toques fantásticos que está previsto para dentro de un par de años, para el 2024. Y el segundo está en fase de test, esperando a ver si cuaja. Tengo este par de años cubiertos de trabajo y esperemos que todo vaya bien".

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