Árbitras, entrenadoras y directivas: las otras mujeres del fútbol, todavía en minoría
- Hay cinco entrenadoras en primera división femenina de fútbol. "Pronto las habra al más alto nivel", afirma Montse Tomé
- Hay pocas mujeres en las directivas de clubes y sólo dos directoras ejecutivas
- Puedes ver Objetivo Igualdad este sábado a las 16.30 en el Canal 24 horas y en RTVE Play
Alexia Putellas (Mollet del Vallès 1994) ha hecho historia al convertirse en la primera jugadora española en ganar el Balón de Oro en 2021. Un galardón que solo había conseguido antes, en 1960, Luis Suárez, delantero como ella del Fútbol Club Barcelona. A sus 27 años, la centrocampista catalana cierra un año repleto de éxitos. Al triplete del Barça: Champions, Liga y Copa de la Reina, suma la clasificación de la selección nacional, en la que es capitana, para la Eurocopa 2022 y el Mundial 2023. La española sucede a la estadounidense Megan Rapinoe, Balón de Oro en 2019, pero quizás lo más sorprendente es que otras tres futbolistas españolas Sandra Paños, Jennifer Hermoso e Jennifer HermosoIrene Paredesestaban entre las finalistas del premio.
El éxito de Alexia Putellas no solamente da visibilidad a toda una generación de mujeres deportistas, sino que las convierte en referentes para las más jóvenes. Hasta ahora los modelos a seguir eran masculinos. Hoy eso está cambiando.
"Cuando yo jugaba -dice Montse Tomé (Oviedo 1982), segunda seleccionadora de la Absoluta Femenina-, nuestros referentes eran Guardiola, Iniesta o Zidane. Claro que admirabas a tus propias compañeras; sin embargo, no nos conocía nadie. Nosotras jugábamos por pasión, sin recibir nada a cambio, como otras antes que habían roto barreras y abierto muchas puertas. Ahora, estas mujeres se están convirtiendo en ídolos, firman camisetas, se les conoce, se sabe de sus éxitos", asegura.
Faltan referentes femeninos
Tras una vida como futbolista, fue cuatro veces internacional. Montse Tomé se formó en la escuela de entrenadores de la Federación Española de Fútbol en un curso en el que solamente había tres mujeres."No teníamos la idea de que puedes ser entrenadora profesional, de que puedes tener esa salida para no dejar el fútbol que nos apasiona, que podemos hacer como muchos exfutbolistas que terminan siendo entrenadores", recuerda.
"De momento, hay cinco entrenadoras en primera división femenina", nos cuenta después de un entrenamiento de la Selección preparatorio de su camino hacia el Mundial 2023. Son pocas y de momento son mujeres que entrenan a equipos femeninos, pero Montse Tomé tiene confianza. "Más pronto que tarde veremos a una mujer dirigir equipo al más alto nivel. Entendemos el fútbol de la misma manera, no hay diferencia en el sexo, hay diferencia en como cada uno lo ve, pero no en si es un hombre o una mujer", dice mientras comparte el terreno de juego con Jorge Vilda, entrenador de la selección absoluta de fútbol con el que dice compartir la misma estrategia. Un equipo en el que la preparadora física es también una mujer, Blanca Romero.
“Más pronto que tarde veremos a una mujer dirigir equipo al más alto nivel“
"No hay que rendirse", asegura, y recuerda cómo cuando ella empezaba, allá por los años 90, todavía era muy raro ver a las niñas jugar al fútbol. Nos cuenta que entonces no se podía jugar con chicos y que cuando llegó a la selección solo había dos categorías y ahora hay Sub 15, Sub 17, Sub 20 y Sub 23. El proceso es lento, aunque poco a poco se van consiguiendo éxitos. Las mujeres están más preparadas y hay más oportunidades. Hace falta más visibilidad que llegará con los éxitos deportivos, dice.
"El futbol femenino es un transatlántico que ha zarpado y te subes a él o lo pierdes". Así de claro lo tiene Ingrid Martínez Sicilia, directora Ejecutiva del Club Esportiu Júpiter. Un club con más de un siglo de historia que, sin embargo, hasta hace poco más de 10 años no ha tenido fútbol femenino. "Empezamos, a tener referentes en las jugadoras, hay algunas entrenadoras, también árbitras, incluso algunas presidentas. Pero necesitamos un poquito más de tiempo. Necesitamos un compromiso de todos los elementos que intervienen en el fútbol: las entidades públicas, el legislador, la apuesta de clubes, que las empresas se impliquen a través de su patrocinio o mecenazgo y sobre todo la promoción y la difusión en los medios de comunicación para crear referentes y para aumentar el consumo del fútbol femenino", dice Ingrid Martínez Sicilia.
Abrir los despachos a las mujeres
Para esta directiva, hay que profesionalizar el mundo del fútbol. Reclama abrir las puertas de los despachos de los clubes a las mujeres porque "hay muchas sobradamente preparadas para hacerlo". Un club tiene que dirigirse como una empresa: "Esa falta de profesionalidad de los clubes es la que trae la discriminación por razón de sexo, la falta de igualdad e incluso otro tipo de agresiones. La gestión femenina es una lucha que conducirá a la igualdad real.".
“La profesionalización del fútbol traerá la igualdad real“
De momento en las federaciones, que sí tienen una gestión profesional, se están dando pasos, aunque los datos muestran que las mujeres solo ocupan el 14% de los puestos ejecutivos. De hecho, para acceder a las subvenciones ordinarias, las federaciones tienen que contar con cuatro mujeres o al menos con el 40% de presencia femenina en sus juntas, pero los puestos de responsabilidad siguen siendo territorio masculino.
De las 65 federaciones deportivas que hay en España solamente dos están presididas por mujeres, la de Remo y la de Salvamento y Socorrismo. En los clubes de futbol, sobre todo los de categorías inferiores, las mujeres brillan por su ausencia. Nada más dos son directoras ejecutivas Ingrid Martínez Sicilia y Patricia Rodríguez, del Granada Club de fútbol.
Romper el tabú del silencio
Ingrid Martínez Sicilia ha sufrido en primera persona la discriminación. "Claro que hay machismo en el fútbol, pero sobre todo lo que hay es un dato aberrante: todas las mujeres que estamos en el fútbol en algún momento de nuestra carrera hemos experimentado discriminación por el hecho de ser mujeres y otro tipo de agresiones como acoso moral, sexual, a pesar de que no se denuncia. Tenemos que romper el silencio del tabú, denunciar y sobre todo ensalzar que no todos los clubes son iguales, que no todo el fútbol masculino es igual", afirma.
“Todas las mujeres del fútbol hemos experimentado algún tipo de discriminación “
Nos confiesa que está viviendo una muy buena experiencia en el Club Esportiu Júpiter: "A pesar de ser una mujer y de vestirme como tal, no tengo que disfrazarme, que esconderme detrás de un traje, para que se valore mi trabajo. Me siento realizada, todo lo contrario de mi experiencia anterior en otro club donde se me ninguneaba, se me humillaba y no se me dejaba cumplir con mi trabajo. Fue una experiencia que me costó la salud. No todos los clubes son iguales", Anima a las mujeres a unirse, a formar red con otras mujeres vinculadas al deporte para hacerse más fuertes en un mundo todavía muy masculinizado.
Insultos machistas
Guadalupe Porras lleva 18 años arbitrando partidos y haciendo historia. Ha sido la primera árbitra en una final de la Copa del Rey y también la primera española en pitar en un partido oficial de competiciones europeas masculinas. Formada en el colegio de árbitros de Badajoz reconoce que ha conseguido todo lo que se ha propuesto, como mucho esfuerzo y sacrificio. Niega que le haya costado más que a sus compañeros varones aunque acepta que el hecho de que haya mujeres pitando la liga femenina contribuye a dar visibilidad a esta profesión donde las chicas van abriéndose paso.
Como todos los árbitros reconoce haber recibido insultos. "Todos los compañeros reciben insultos, pero los nuestros van dirigidos al sexo. Te dicen que te vayas a fregar y otras cosas por el estilo. Creen que así te van a hacer daño, aunque cuando estás en el terreno de juego te sueles aislar y concentrar. Y esos alaridos no suelen afectar a tu trabajo", concluye.
En los seis años que lleva Alicia Espinosa arbitrando ha escuchado insultos como: "Vete a fregar" o "Te voy a cortar la coleta". Sobre todo, en partidos de niños y niñas y muchas veces por parte de algunas madres. Lo considera micromachismos, reflejo de una sociedad en la que la igualdad no es ni de lejos una realidad. Nos queda "un poco", asegura, para acostumbrarnos a ver mujeres arbitrando en primera división masculina. "Son un orgullo ejemplos como el de Guadalupe Porras o el de Marta Huerta de Aza y ojalá que haya cada vez más", afirma.