Hombres armados vigilan la morgue de Almaty, uno de los lugares más sensibles de Kazajistán
- Un día después de que la Fiscalía cifrara en 225 los muertos en las protestas, los familiares llegan a recoger los cuerpos
- El Gobierno insiste en que la mayoría de las víctimas son terroristas o bandidos pero las familias lo niegan
Hombres armados vigilan la morgue de Almaty, que se ha convertido en uno de los lugares más sensibles de Kazajistán. Fue adonde llevaron la mayor parte de los cadáveres en la llamada operación antiterrorista.
Este domingo, un día después de que la Fiscalía General del país cifrara en 225 los muertos en las violentas protestas, los familiares de las víctimas siguen llegando a recoger los cuerpos.
Galinyan cuenta que llevaba 10 días sin tener noticias de su hermano pequeño, de 24 años. Hasta que este sábado recibieron una llamada en la que les comunicaron que Shoján, obrero de la construcción de profesión, estaba en esta morgue.
Lo han visto muerto de un disparo en la cabeza. Pero no les han dado información alguna sobre dónde ni cómo murió. No les han dicho qué ha ocurrido.
El Gobierno insiste en que la mayoría de las víctimas son terroristas
El Gobierno insiste en que la mayoría de las víctimas son terroristas o bandidos pero las familias lo niegan.
Para justificar por qué no se ha identificado a los supuestos terroristas que atacaron Kazajistán, el presidente, Kasim-Yomart Tokáyev, ha llegado a afirmar, sin aportar ninguna prueba, que células extremistas robaban por la noche los cadáveres de las morgues.
Tatiana Chernobil, investigadora de Derechos Humanos, no confía en la información de las autoridades kazajas. Es miembro del comité contra la tortura en Kazajistán y exige una investigación completa e independiente.
Pero Chernobil no cree que el Estado, al que califica de autoritario, la haga. Más cuando se sospecha que detrás de los violentos disturbios puede haber una lucha por el poder en las más altas instancias.