Johnson niega haber mentido al Parlamento y dice que nadie le advirtió de que las fiestas iban contra las normas
- Su exasesor Dominic Cummings le acusa de mentir y de conocer que se celebraban fiestas
- Asegura que advirtió por escrito de que al menos una de las celebraciones violaba las normas
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha tenido que salir al paso de unas declaraciones de su exasesor Dominic Cummings, quien le ha acusado de mentir ante el Parlamento cuando pidió perdón por una fiesta celebrada en Downing Street en pleno confinamiento.
Johnson ha negado categóricamente haber mentido y asegura que nadie le advirtió de que aquel encuentro podía estar en contra de las restricciones por la pandemia. "Nadie me dijo que lo que estábamos haciendo era, como usted dice, contra las normas, que el evento en cuestión era algo, que íbamos a hacer algo que no fuera un evento de trabajo", ha respondido a los periodistas que le han preguntado por las revelaciones de Cummings.
Cummings ha asegurado en su blog que tanto él como al menos otro miembro del equipo advirtieron por escrito en un correo electrónico de que el encuentro convocado el 20 de mayo de 2020 "con bebidas" en el jardín de Downing Street iba "contra las normas" y "no debía ocurrir". El exasesor de Johnson será interrogado por una investigación oficial, según ha informado el diario Mirror.
Tras conocerse estas afirmaciones, el portavoz del primer ministro ha animado a cualquiera con información sobre las fiestas a acudir ante la comisión de investigación puesta en marcha en el Parlamento. Por su parte tanto el secretario de Exteriores, Dominic Raab, como el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, han respaldado a Johnson. "Por supuesto que le creo", ha declarado Sunak, mientras Raab ha considerado que sería "inaceptable" que el jefe del Ejecutivo hubiera mentido.
Cummings: "fuimos ignorados"
"Fuimos ignorados", ha asegurado Cummings, quien ha pedido que no se castigue al personal que asistió a la reunión, pues la invitación provenía del secretario privado del primer ministro, Martin Reynolds. Reynolds envió un correo electrónico a un centenar de empleados y les pidió que trajeran "su propio alcohol". Johnson ha afirmado que no vio este correo.
Cummings ha explicado que, tras recibir su advertencia, Reynolds habló con el propio Johnson y este estuvo de acuerdo en que la cita siguiera adelante.
"Los sucesos del 20 de mayo por sí solos, no importa la relación de otros eventos, significan que el primer ministro mintió al Parlamento sobre las fiestas", ha añadido el exasesor.
Cummings fue el principal asesor de Johnson y uno de los artífices de la victoria del "sí" en el referéndum del Brexit. Sin embargo, Johnson rompió con él y le despidió en noviembre de 2020 cuando se conoció que se había saltado el confinamiento.
A partir de entonces se sucedieron las revelaciones y filtraciones sobre las fiestas en Downing Street y en otros departamentos del Gobierno en los peores meses del confinamiento. Los medios británicos han informado de más de una decena de supuestas celebraciones, incluyendo una en la víspera del funeral por el príncipe Felipe de Edimburgo, marido de la reina.
Como consecuencia de esta polémica, el respaldo a Johnson en las encuestas se ha desplomado, la oposición ha pedido su dimisión y varios diputados conservadores le han retirado su apoyo.