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Naturaleza

Ciudad Real, refugio de las grullas en invierno

  • Entre 9.000 y 10.000 ejemplares pasan los meses de frio en la provincia
  • Castilla-La Mancha es la tercera comunidad que más ejemplares acoge

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Las grullas vuelven en invierno a Ciudad Real

Desde finales de Octubre y hasta acabar Febrero, las grullas hibernan en la Península Ibérica y norte de África. Recorren miles de kilómetros buscando lugares donde poder alimentarse, ya que en las zonas de las que proceden –centro y norte de Europa- la nieve cubre los campos en los meses de invierno y tienen dificultades para encontrar alimento.

Largos viajes

Las grullas provienen casi todas del centro y norte de Europa: Alemania, Polonia, Países Bálticos, Escandinavia… Allí crían y pasan la primavera, pero cuando llega el frio, recorren más de 4.000 kilómetros -en ocasiones superando los 9.000 metros de altitud- hasta llegar al que será su hogar durante unos cuatro meses.

La Península Ibérica es uno de sus destinos favoritos. Llegan aquí a través de dos rutas migratorias, cruzando Francia y Alemania, y muchas de ellas se quedan en la provincia de Ciudad Real, la mitad, en el Parque Nacional de Cabañeros. Su director, Ángel Gómez, explica que “estas aves pasan el día comiendo en dehesas y zonas de cultivo, y cuando cae la tarde, vuelan en bandada a zonas encharcadas para pasar la noche dentro del agua porque si viene un depredador lo oyen chapotear”.

Estas aves pasan el día comiendo en dehesas y zonas de cultivo

A finales de Febrero y principios de Marzo, vuelven a sus lugares de origen para criar y pasar los meses cálidos.

Curiosidades

Aunque parece que siempre van en grupo, son aves solitarias. Crían a kilómetros de distancia unas de otras. Suelen poner dos huevos, por eso es frecuente verlas de cuatro en cuatro cuando están en el campo. Vuelan en bandadas con forme de ‘V’ para proteger las aves adultas y experimentadas a las más pequeñas, y aumentar hasta en un 70% el alcance del vuelo.

La grulla común es, además, una de las especies más ruidosas de nuestra fauna. Su larga tráquea emite un característico trompeteo que puede escucharse hasta a dos kilómetros de distancia. Esto se debe a que “la laringe atraviesa el esternón como si fuese una caja de resonancia y eso magnifica el grito, por eso es tan llamativo” explica Gómez.

Esta ave se ha convertido en atractivo turístico y reclamo para muchas personas que visitan los espacios naturales de la provincia de Ciudad Real. Es fácil identificarlas, escucharlas, contemplarlas o fotografiarlas.

Censo

Cada año la asociación Grus Extremadura coordina dos censos de grullas: uno a finales del mes de diciembre y otro a finales de enero. Lo llevan a cabo socios y colaboradores de la Sociedad de Historia Natural de Ciudad Real, y técnicos de los Parques Nacionales de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel. Esto sirve para conocer el estado poblacional de esta especie y posibles cambios en sus rutas migratorias.

En el primero realizado esta temporada, se han contabilizado entre 9.000 y 10.000 ejemplares solo en la provincia de Ciudad Real. Aproximadamente la mitad, unas 4.603, están en el Parque Nacional de Cabañeros. Suelen pernoctar en el embalse de la Torre de Abraham, cercano al municipio de Pueblonuevo del Bullaque, y a un embalse privado, próximo a Alcoba de los Montes. Otras 2.275 grullas están en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, otro de los sitios preferidos por los amantes de la naturaleza para disfrutar de ellas. El resto pasan estos meses en la comarca Alcázar de San Juan y en el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.

Castilla-La Mancha es la tercera comunidad autónoma que más grullas acoge, detrás de Extremadura y Aragón.