Johnson se niega a dimitir mientras algunos conservadores se rebelan para forzar una moción de censura interna
- Johnson comparece en otra tensa sesión de control en el Parlamento
- El exministro para el Brexit, a Johnson: "En nombre de Dios, váyase"
El primer ministro británico, Boris Johnson, insiste en que no va a dimitir por el escándalo del partygate, las fiestas celebradas en Downing Street y en otros departamentos del Gobierno en pleno confinamiento por el coronavirus.
Este mismo miércoles, Johnson ha tenido que someterse a otra tensa sesión de control en el Parlamento, en la que la oposición le ha preguntado una y otra vez por el caso y le ha reiterado sus peticiones de dimisión.
Mientras, un grupo de diputados conservadores ha empezado a enviar cartas para activar una moción de censura interna que podría acabar por desalojarle del cargo, según avanzan los medios británicos. Los críticos necesitan 54 cartas para desencadenar la moción. El portavoz del primer ministro ya ha adelantado que piensa pelear cualquier moción interna y presentarse como candidato en las próximas elecciones.
"En nombre de Dios, váyase"
El líder laborista, Keir Starmer, le ha preguntado si "un primer ministro que miente al Parlamento debe seguir en el cargo", a lo que el primer ministro no ha respondido directamente. Sin embargo, Johnson en cambio ha respondido "no" a la pregunta de una diputada que le ha interrogado sobre si "no es ya el momento de que dimita".
Starmer ha recordado la fiesta celebrada antes del funeral de príncipe Felipe de Edimburgo, marido de la reina, mientras Isabel II "cumplió las normas". El presidente de los Comunes le ha reconvenido y ha pedido que no se hable de la familia real en la sesión de control.
Durante la sesión, detrás de Starmer se ha sentado un diputado del Partido Conservador que ha dejado la formación para unirse a los laboristas tras la polémica.
Por su parte, el líder del Partido Nacionalista Escocés, Ian Blackford, ha calificado de "ridícula" y "absolutamente patética" la excusa de Johnson de que no fue advertido de que la fiesta del 20 de mayo de 2020 iba contra las normas.
Desde los bancos de su propio partido, el diputado y exministro para el Brexit David Davis ha pedido a su antiguo jefe que se vaya tras "semanas y meses defendiéndole" ante sus votantes, y le ha citado la petición de un diputado a Neville Chamberlain en 1940: "En nombre de Dios, váyase".
El primer ministro ha tenido que escuchar adjetivos como "estúpido", "mentiroso" y "deshonesto", y constantes gritos y abucheos. El presidente de la Cámara llamado al orden en innumerables ocasiones e incluso ha amenazado con expulsar a algún diputado.
Johnson se ha defendido repitiendo sus argumentos de la semana pasada, remitiéndose al resultado de la investigación oficial en marcha y alegando los supuestos éxitos de su estrategia ante la pandemia. Este mismo miércoles, el Gobierno ha anunciado el levantamiento de las restricciones establecidas antes de Navidad.