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Coronavirus

Disturbios en Bruselas en una manifestación multitudinaria contra las restricciones por la pandemia

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Disturbios en Bruselas en una marcha contra las restricciones

La manifestación de este domingo en Bruselas contra las restricciones sanitarias adoptadas por la pandemia de coronavirus ha concluido con disturbios y escenas de violencia. La policía belga ha utilizado cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, unos 50.000, convocados por asociaciones como Manifiestación Mundial por la Libertad o Europeos Unidos contra la Libertad.

Fuentes policiales han informado de que 70 personas han sido arrestadas y al menos tres agentes y 12 manifestantes han tenido que ser atendidos en hospitales.

Aunque Bélgica anunció el viernes una leve relajación de las restricciones, pese al récord de infecciones, el Gobierno también avanzó que los ciudadanos tendrán que recibir una dosis de refuerzo después de cinco meses para mantener el certificado COVID que les permite entrar en cines y restaurantes.

La marcha arrancó al mediodía del Parque del Cincuentenario, cerca de donde se encuentran las principales instituciones de la Unión Europea. Poco después comenzaron los incidentes, cuando algunos de los asistentes lanzaron proyectiles a los agentes, que respondieron con cañones de agua y gases lacrimógenos.

Según la agencia de noticias Belga, algunos vehículos y edificios también sufrieron daños, mientras que el diario Le Soir publicó imágenes de la sede del Servicio Europeo de Acción Exterior, encargada de la diplomacia de la UE, con cristales rotos. Poco antes de las 15:00 horas, la policía de Bruselas pidió en su perfil de la red social Twitter la disolución de la marcha.

Manifestantes observan el humo de una bengala durante una protesta contra las restricciones en Bruselas.

Manifestantes observan el humo de una bengala durante una protesta contra las restricciones en Bruselas. EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ

Contra el "chantaje" de la vacuna

“Es increíble, la afluencia. Pero tengo un doble sentimiento al respecto. Por un lado, estoy feliz de ver tanta gente reunida. Por otro lado, estoy descontento porque esta gente está aquí porque no son escuchados. Hay un gran problema democrático", dijo a Belga el presidente de Europeos Unidos por la Libertad, Tom Meert.

"Estoy enojada por el chantaje que está haciendo el Gobierno, sobre todo a los jóvenes; realmente están chantajeando para que todo el mundo tenga que ir a por la vacuna", aseguró a Reuters una manifestante.

Antes del inicio de la marcha, junto a la Estación del Norte, la policía registró a los manifestantes y en algunos casos encontró objetos peligrosos que fueron confiscados. También antes del comienzo de la protesta, las fuerzas de seguridad detuvieron a seis personas.

Durante el recorrido de la manifestación, se vieron banderas alemanas, francesas, neerlandesas, estadounidenses, polacas o rumanas, indicó Belga. Los asistentes, igualmente, portaban pancartas con críticas a los Gobiernos, la vacunación o el certificado COVID digital, y la mayoría de los participantes no llevaba la mascarilla puesta.

Incidentes en Bruselas durante una marcha contra las restricciones

"La peor enfermedad, el totalitarismo"

Para tratar de que la convocatoria tuviera la máxima repercusión posible, los convocantes habían lanzado llamamientos en redes sociales y organizaron viajes en autobús y en tren hasta la capital belga desde otros países europeos.

Con la manifestación, autorizada por el alcalde de la ciudad de Bruselas, el socialista Philippe Close, los organizadores dicen defender "la democracia, los derechos humanos y el respeto a la Constitución". Europeos Unidos por la Libertad afirma en su página web que la propagación de la COVID-19, la saturación de los hospitales y las muertes de personas enfermas no justifican la derogación de las libertades fundamentales garantizadas por la democracia.

"La peor enfermedad que hemos importado de China no ha sido el virus, sino el totalitarismo", afirma el movimiento, que también critica "la falta de debate público previo a las decisiones que toman los gobiernos basándose en el asesoramiento científico".

Durante los últimos fines de semana han sido habituales las protestas contra las medidas sanitarias en Bruselas, y a menudo han concluido con escenas de violencia. Destacó, en particular, la celebrada el pasado 21 de noviembre, que logró congregar a 35.000 personas por las calles de la capital belga, con destrozos al final de la marcha de cristales, coches y mobiliario urbano.