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Fracasa el tercer intento del Parlamento italiano para escoger al presidente y continúan las negociaciones políticas

  • La tercera votación ha finalizado con la mayoría de votos en blanco
  • Este jueves se llevará a cabo un cuarto escrutinio en el que se precisará mayoría absoluta

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Recuento de votos en la sesión del pasado lunes en el Parlamento italiano.
Recuento de votos en la sesión del pasado lunes en el Parlamento italiano.

Los partidos italianos siguen sin acercar posturas. Las negociaciones para elegir al nuevo jefe de estado continúan bloqueadas. Este miércoles se ha llevado a cabo la tercera votación, que ha finalizado de nuevo con una mayoría de papeletas en blanco por la falta de acuerdo entre las fuerzas políticas. Este jueves se realizará un nuevo escrutinio, en el que bastará la mayoría absoluta para elegir a un candidato.

La votación ha concluido con 412 papeletas en blanco, aunque se han dejado ver nombres muy destacados como el de Sergio Mattarella, actual presidente de la República. Mattarella, que a sus 80 años ha reiterado repetidamente que no quiere continuar en el cargo, ha obtenido 125 apoyos de los 981 participantes en el voto, para el que están convocados 1.009 "grandes electores", la suma de diputados, senadores y delegados regionales.

La situación está provocando tensiones entre formaciones de izquierda y derecha. Aunque la mayoría se ha decantado por el voto en blanco hasta que se alcance un acuerdo, el partido ultraderechista Hermanos de Italia se ha desmarcado apoyando uno de sus miembros, Guido Crosetto, según fuentes de la formación, como señal de que la parálisis no puede continuar.

El pasado lunes el Parlamento italiano, reunido en sesión conjunta (630 diputados, 320 senadores y 58 delegados regionales), comenzó la votación del que será el presidente de la República durante los próximos siete años. El actual primer ministro, Mario Draghi, partía como uno de los principales favoritos. Sin embargo, ni la izquierda ni la derecha italiana cuentan con los escaños necesarios para imponer a un candidato.

Desde que se produjo la primera votación las formaciones políticas han ido ganando tiempo a base de congelar el proceso sin acuerdo a la vista. Mientras tanto, los diferentes partidos, siguen negociando a espaldas de la cámara el nombre del futuro presidente. Este lunes se reunieron los líderes de los principales partidos Matteo Salvini, Giuseppe Conte y Enrico Letta.

En la jornada celebrada el martes la coalición de la derecha italiana, la de los partidos de Matteo Salvini, Silvio Berlusconi y Giorgia Meloni, propuso tres nombres para la presidencia italilana: a Letizia Moratti, alcaldesa de Milán, al fiscal Carlo Nordio y al pensador y antiguo presidente del Senado, Marcello Pera. Tres candidatos que fueron rechazados por la izquierda y el Movimiento 5 estrellas.

Pero a partir de este jueves, el proceso sufre un cambio significativo que altera el escenario actual, ya que, a partir de la cuarta votación parlamentaria, será necesario obtener una mayoría absoluta para sacar adelante a un nombre, es decir, se precisarán al menos 505 votos de los 1.009. Entonces, los partidos políticos deberán decidir a qué candidato apoyan. De lo contrario, la elección del próximo presidente de la República amenaza con quedar paralizada durante días a la espera de un acuerdo político que satisfaga a los electores y no sacuda la política italiana.