Claves de las elecciones en Portugal: una campaña electoral incierta que apunta a los pactos para gobernar

• Según las encuestas, ningún partido obtendrá la mayoría absoluta y tendrían que pactar otra vez para gobernar
• Los comicios fueron adelantados después de que Costa no lograra sacar adelante los presupuestos de 2022

Un cartel del Partido Socialista para las elecciones legislativas de Portugal

Los portugueses están llamados este domingo a acudir a las urnas en unas elecciones legislativas adelantadas después de que el Parlamento tumbara los presupuestos de 2022 del primer ministro, António Costa.

En unos comicios marcados por la variante ómicron, están en juego 230 escaños en el Parlamento luso. Algunas de las últimas encuestas muestran un empate técnico entre las principales formaciones, el Partido Socialista de Costa y el Partido Social Demócrata PSD de Rui Rio. Ninguna de ellas obtendría mayoría absoluta, lo que forzaría a nuevos pactos de Gobierno.

¿Qué se vota?

Más de 10,8 millones de portugueses, tanto de fuera como de dentro del territorio nacional y extranjeros con estatuto de igualdad política mayores de 18 años, están llamados a votar este domingo en las elecciones legislativas de Portugal.

Los votantes elegirán a 230 diputados, que a su vez escogerán quién será el próximo primer ministro luso, que deberá formar un nuevo Gobierno. Según las encuestas, hay entre un 15 y un 20% de indecisos y se prevé una elevada abstención, que en los últimos tres comicios se ha situado entre el 45 % y el 60%.

Preocupación en Portugal por la abstención en unas elecciones con el 10 % de la población confinada

La variante ómicron ha obligado a cambiar la dinámica del proceso electoral y, en estos comicios, se ha potenciado el voto anticipado, que ha permitido a los ciudadanos depositar sus papeletas una semana antes. En las elecciones de 2019 ya se utilizó esta opción, aunque tuvo poco éxito. Solo 50.000 portugueses emitieron su voto de forma anticipada.

Sin embargo, el 23 de enero, más de 300.000 electores se acogieron a esta fórmula, entre ellos el actual primer ministro y candidato socialista, António Costa. Durante esta jornada, el país registró una alta participación con cifras de asistencia de más del 85% en ciudades como Lisboa y Oporto, dos de los distritos electorales decisivos.

Además, este domingo, alrededor de 700.000 electores confinados por el coronavirus podrán ir a los colegios electorales a depositar sus papeletas a última hora –entre las 18:00 y las 19:00 horas-, un voto que será decisivo.

¿Por qué se han adelantado las elecciones?

La alianza entre socialistas, el Bloque de Izquierda y comunistas que en 2015 llevó al Gobierno a António Costa, la conocida como “geringonça”, terminó tras las elecciones de 2019. Con mayoría simple, el socialista se alejó de la izquierda para gobernar en solitario.

A mitad de su mandato, el 27 de octubre de 2021, Costa no logró sacar adelante los presupuestos de 2022 por el desacuerdo en las medidas para el salario, el IVA a la luz o la lucha contra la pobreza. El Partido Comunista se unió al Bloque de Izquierda para votar en contra del proyecto, en lugar de abstenerse, como hizo en los dos años anteriores.

El presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, convocó elecciones anticipadas, aunque esperó al plazo límite para dejar tiempo para que el Parlamento tramitara iniciativas legislativas pendientes, como medidas anticorrupción y la ley de eutanasia, que terminó vetando.

Se trata de la primera vez que el Parlamento portugués tumba un presupuesto desde que en 1974 se restableció la democracia en el país. Desde entonces, Portugal ha celebrado 15 elecciones legislativas, de las cuales siete han sido adelantadas.

¿Quiénes son los candidatos y qué proponen?

Al igual que en las elecciones legislativas de 2019, en esta ocasión hay hasta 21 partidos, pero solo dos candidatos tienen posibilidades de formar Gobierno y convertirse en primer ministro: António Costa y Rui Rio.

Costa, del Partido Socialista, aspira a revalidar su triunfo en las legislativas y convertirse en el primer ministro luso que más tiempo ha estado al frente del Gobierno desde la Revolución de los Claveles. En su campaña se ha comprometido a reducir su Ejecutivo –que cuenta con 19 ministerios y 50 secretarías de Estado actualmente-, así como subir a los salarios y regionalizar el país, entre otros asuntos. El actual primer ministro ha abierto la puerta al diálogo y a los pactos con la izquierda.

Como principal líder de la oposición, Rui Rio, del Partido Social Demócrata PSD, de centro derecha, ha basado su campaña en recuperar el centro y el interior de Portugal y se ha mostrado abierto a pactar. Rio votó a favor de la despenalización del aborto en el referéndum llevado a cabo en 2007 y aboga por un partido que sirva los intereses de los ciudadanos a pie de calle.

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Desde Bloco de Esquerda, la tercera fuerza del país que cuenta con 19 escaños, Catarina Martins apuesta por fijar objetivos con el Partido Socialista de Costa, a quien ha invitado a reunirse al día siguiente de las elecciones. Mientras, el candidato por el Partido Comunista Portugués, Jerónimo de Sousa, se ha perdido la campaña electoral debido a una operación y ha destacado que su formación estará presente en futuros acuerdos.

Francisco Rodrigues dos Santos es el candidato por CDS-PP, una alianza de partidos conservadores, que en las legislativas de 2019 no logró escaño en el Parlamento, y que se ha mostrado dispuesto a apoyar un Gobierno del PSD.

Entre los principales candidatos de las legislativas también se encuentra André Ventura, líder del partido de extrema derecha Chega! (¡Basta!, en portugués), que en los pasados comicios logró un escaño. Ventura, un conocido comentarista deportivo en la televisión lusa, comenzó su vida política con el conservador PSD, pero en 2019 fundó su actual fuerza.

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¿Qué dicen los sondeos?

Las encuestas auguran un escenario político complejo en Portugal, ya que ninguno de los partidos principales logrará mayoría absoluta. Según un sondeo de Aximage publicado el 25 de enero, el PSD de Rui Rio, con el 34,4% de los votos, superaría ligeramente al Partido Socialista de António Costa, con un 33,8% de apoyo.

Este empate técnico obligaría a llevar a cabo pactos en la izquierda o en la derecha para gobernar. Las formaciones de derecha sumarían el 46,8% de los votos, medio punto más que el total de los partidos de izquierda.

En este sentido, la abstención –que fue superior al 45% en los comicios de 2019- y el nivel de indecisos –que se prevé que sea del 20%-, serán decisivos en estas elecciones legislativas.

¿Cuándo se sabrá quién será el primer ministro?

Si las encuestas aciertan, el ganador de estos comicios se verá obligado a pactar con otros partidos, ya que no pronostican que haya opción para una mayoría absoluta. António Costa, quien apostó por obtener una mayoría absoluta, ahora abre las puertas a pactar con las formaciones de izquierda y volver a la “geringonça”.

El PSD también sopesa la idea de formar alianzas, pero si ni la derecha ni la izquierda alcanza las cifras, se abre la vía del Bloque Central, un pacto entre el PS de Costa y el PSD de Rio. No sería la primera vez que en Portugal se prueba esta fórmula, ya que en 1983 el socialista Mário Soares terminó aliándose con el partido de centro derecha. Sin embargo, Costa y Rio coinciden en una cosa: esquivar el Bloque Central.

En este sentido, si finalmente ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, el nombre del próximo primer ministro de Portugal solo se conocerá cuando se empiecen a negociar los acuerdos entre partidos.