Abascal, Orbán, Le Pen y sus socios advierten contra los "ataques" a la UE: "Rusia nos conduce al borde de una guerra"
- Vox convoca en la Cumbre de Madrid a varios líderes europeos de derecha y extrema derecha
- Orbán aboga por "la desescalada" en Ucrania pero rechaza un acuerdo estratégico entre EE.UU. y Rusia
Varios líderes europeos de derecha y extrema derecha, convocados en Madrid por Vox en una cumbre para reflexionar sobre el futuro de Europa, han mostrado este sábado su preocupación por los "ataques internos y externos" que recibe la UE y han advertido que las acciones militares de Rusia en la frontera oriental "nos han conducido al borde de una guerra".
En una declaración conjunta, los integrantes de la Cumbre de Madrid -entre los que figuran el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán; el de Polonia, Mateusz Morawienski; la presidenta de la Agrupación Nacional, la francesa Marine Le Pen; o el presidente de Vox, Santiago Abascal- han lamentado la "ineficacia de la diplomacia de la UE" ante la crisis en Ucrania y consideran que cada nación "debería tener una voz fuerte y solidaria" para preservar "la paz, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras de las naciones europeas".
Para ello, el documento pide "defender la primacía de las constituciones nacionales sobre el derecho de la UE".
La Cumbre de Madrid también denuncia la política inmigratoria comunitaria y "la ineficacia de FRONTEX" y hace una "expresa condena" del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, "que ha provocado efectos nefastos en Europa", dice el documento.
Además, instan a las instituciones europeas a alcanzar acuerdos con terceros países "para que los inmigrantes con condenas judiciales las cumplan en sus países de origen y se intensifique el retorno de todos los inmigrantes que entren ilegalmente en territorio comunitario".
"Autosufiencia energética"
En materia económica, los firmantes piden que se cumpla "el principio de preferencia comunitaria" para que las mercancías producidas en los Estados miembros de la UE tengan "prioridad" sobre las de terceros países, cuestión a la que responsabilizan del "empobreciendo de los agricultores y ganaderos de nuestras naciones y del debilitamiento de Europa como potencia industrial".
También piden mejorar "la autosuficiencia energética" europea mediante un conjunto de medidas que permita a los socios comunitarios "disponer libremente" de la energía que necesitan, "respetando el medio ambiente, pero sin someterse a la imposición de prejuicios ideológicos". En ese sentido, consideran que la "fallida política energética de Bruselas contribuye a unos precios de la energía insostenibles".
Los formaciones políticas presentes en esta Cumbre de Madrid se han comprometido a crear una oficina de coordinación para "aunar fuerzas y voto en el Parlamento Europeo" en las cuestiones referidas en el documento.
La representación internacional se ha completado con responsables de otros partidos europeos como Marlene Svazek (Austria), Tom Van Grieken (Bélgica), Krasimir Karakachanov (Bulgaria), Martin Helme (Estonia), Vincenzo Sofo y Paolo Borchia (Italia), Valdemar Tomasevski (Lituania), Rob Roos (Países Bajos) y Aurelian Pavelescu (Rumanía).
En su intervención inicial, el líder de Vox, Santiago Abascal ha denunciado el "proceso de destrucción" de las clases medidas y populares, "claves para garantizar la estabilidad y convivencia de las naciones", y la "extraña alianza" que a su juicio existe entre "la izquierda más radical y los grandes poderes económicos", con "consecuencias gravísimas para los pueblos".
Por su parte, el vicepresidente de Acción Política y eurodiputado de VOX, Jorge Buxadé, ha calificado el resultado de la cumbre de Madrid de "rotundo éxito" porque, en su opinión, demuestra que "se están asentando fuerzas en defensa de la soberanía, de la libertad y el bien común".
Orbán pide que se escuche a los países europeos
Tras la finalización de la cumbre, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha abogado por "la paz, la desescalada y la negociación" ante la crisis ucraniana, pero ha rechazado que la la solución al conflicto acabe siendo un acuerdo estratégico entre Rusia y Estados Unidos sobre la seguridad europea sin implicación de los europeos.
Según ha explicado Orbán, los mandatarios centroeuropeos no quieren que la crisis se cierre con un acuerdo con EE.UU. sin que se oiga su voz. "Tenemos que movilizar nuestras energías para ralentizar el proceso, negociar y encontrar un camino para la paz", ha manifestado el presidente húngaro, que este martes se reúne con el ruso, Vladímir Putin.
Orbán ha tratado de restar importancia a esa cita en el actual contexto recordando que ambos países celebran una cumbre todos los años y ha asegurado que el eje de la reunión será la economía, aunque ha reconocido que sera difícil no hablar de la seguridad europea.
Él abogará por la paz, ha insistido tras reconocer su "preocupación" ante la incertidumbre sobre lo que puede pasar en sus fronteras. Al margen de esta cuestión, en la reunión se ha abordado como tema principal el precio de la energía, "una tragedia para millones de familias europeas", según sus palabras.