La pesadilla judicial para las madres que quieren proteger a sus hijos de padres abusivos
- La ONU pide a los tribunales españoles más protección para niños y niñas víctimas de violencia de género y abusos sexuales
- Organizaciones de mujeres denuncian que el falso Síndrome de Alienación Parental ha sido sustituido por otros mecanismos
Expertos independientes de la ONU han vuelto a recriminar a España, y no es la primera vez, sino la quinta, que nuestros tribunales no protegen lo suficiente a los niños y niñas de los padres abusivos. “Los menores en España están expuestos a la violencia y los abusos sexuales por un sistema judicial que no les protege de los padres abusivos”, afirma el informe.
Los relatores y relatoras encabezados por Reem Alsalem han constatado que, a menudo, "las decisiones judiciales favorecen a los hombres incluso cuando existen motivos razonables para sospechar que abusan de los hijos y de sus madres". Tras analizar varios casos, confirman que existe un prejuicio y un "sesgo discriminatorio contra las mujeres". Su testimonio, dice el informe, "se percibe como menos creíble que el de los varones". "No se cree a las madres cuando denuncian violencia física o sexual cometida por los padres contra ellas o contra sus hijos". Según se puede leer en el dictamen, aunque están prohibidas por la ley y carecen de apoyo científico, las teorías sobre la "alienación parental" parecen seguir desempeñando un papel en las decisiones judiciales en España.
Laberintos judiciales
La pesadilla de Inmaculada Fuentes (Burgos, 1978) empezó hace cinco años. Su marido y padre de sus dos hijos, una niña y un niño entonces con doce y ocho años respectivamente, decidió poner fin a la relación. La hija se negó siempre a ir con el progenitor y tras una fuerte discusión lo denunció a la Ertzainza. Los juzgados de violencia de género le obligaron a abandonar el domicilio familiar y adjudicaron la custodia de las dos criaturas a la madre. Los problemas acababan de empezar. Se estableció un régimen de visitas que, en el caso de la niña debían producirse en un punto de encuentro, pero la violenta relación entre padre e hija desembocó en la suspensión de esas visitas. Tras varios recursos y apelaciones se produjo la intervención de los serviciales de la Diputación de Álava que decidieron tutelar al niño. Inmaculada Fuentes conservó la custodia de su hija, considerada en situación de riesgo, pero perdió la de su hijo, evaluado en desamparo. En este laberinto judicial, que incluye cuatro procesos abiertos, esta madre ha pasado de tener primero custodia compartida, después la custodia de sus dos hijos, para al final perder la del niño, adjudicada al padre.
“"Mi hijo está completamente solo, el padre le tiene aislado de todo su entorno "“
Para esta madre, como para otras muchas en su misma situación, lo peor no es la odisea judicial, sino el dolor de no tener contacto con su hijo. "Cada mañana, sobre las siete -nos cuenta,-le mando un whatsapp y le pregunto: "Egun on ¿Cómo estás?". Inma cuenta que el niño le escribe cuando le dejan, porque le tienen bloqueado el teléfono, y siempre contesta: "Mal". Ella se acerca a la puerta del colegio donde estudia su hijo siempre que puede para poder verle "aunque sean veinte segundos", dice, ya que el padre no le deja tener contacto con ella. Desde mediados de diciembre no le ha visto y desde antes de las Navidades no ha podido hablar con él. El padre lo tiene aislado, no le permite hablar ni con ella, ni con su hermana, ni con sus abuelos maternos, ni con nadie de su entorno familiar o deportivo. "Mi hijo está completamente solo", afirma esta mujer angustiada a la espera de que la Audiencia Provincial resuelva y pueda volver a tener un régimen de visitas con su hijo, al que llegaron a tutelar por SAP (Síndrome de Alienación Parental).
El SAP es un falso síndrome ideado en los años 80 por un psiquiatra norteamericano llamado Richard Gardner, que no está reconocido ni por la OMS ni por la comunidad científica y en España ha quedado prohibido por la nueva Ley de la Infancia y la Adolescencia.
El falso síndrome de alienación parental
Para Altamira Gonzalo, de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, el SAP es "un invento, una estrategia de defensa, utilizada por los negacionistas de la violencia de género. Es un falso síndrome que se invoca sólo en los juzgados y solo sobre las madres, nunca para los padres". En su larga experiencia ante los tribunales, ha visto cómo se recurre a él cuando las madres denuncian a los padres de sus hijos, ya sea por abusos sexuales, violencia de género o en pleitos por visitas o custodias.
"Lo que vemos ahora en los juzgados -nos dice esta abogada- es la herencia de ese derecho patriarcal, de esa justicia patriarcal que sigue considerando a los hijos propiedad del padre. Por ello, los hijos tienen la obligación de ir con el progenitor. No se pueden negar a las visitas, sea bueno o malo para ellos". Citando a una jurista americana, resume: "El derecho trata a las mujeres como los hombres ven y tratan a las mujeres".
“El SAP es una estrategia de defensa de los negacionistas de la violencia de género“
Chelo Álvarez, presidenta del Consejo Estatal de Mujeres y Menores Resilentes de la Violencia de Género lo explica de manera muy gráfica: "Cuando una mujer va a la policía a denunciar que le han robado la cartera prima su palabra, haya testigos o no. Pero cuando una madre denuncia que un hijo o hija está sufriendo violencia física o abusos sexuales, se nos pone en duda una y otra vez, se nos criminaliza. Se nos juzga con estereotipos y se nos castiga con el arrancamiento de los hijos".
Esta psicoterapeuta describe que son procesos largos, que pueden duran más de 10 años y suponer que madres protectoras sean encausadas o encarceladas y cita el caso de Juana Rivas. Aunque cada proceso tiene sus peculiaridades, Altamira Gonzalo reconoce que hay un patrón, un método muy parecido en todos los casos, que consiste en quitar los hijos a las madres, entregar la custodia a los padres o en su defecto a los servicios sociales y aislar a esos niños y niñas del contacto con la madre".
Coordinación parental, el nuevo SAP
Aunque la Ley de la Infancia y la Adolescencia (2021) lo prohíbe, aunque el CGPJ recomienda desde 2013 no utilizarlo, el SAP (Síndrome de Alienación Parental) sigue planeando por nuestro sistema judicial. "Se va transformando, modulando, lo llaman de otra manera, hablan de madre manipuladora, madre instrumentalizadora que le ha creado al niño una falsa memoria", afirma Chelo Álvarez. Sobre todo, asegura, se esconde detrás de la llamada "coordinación de parentalidad", una herramienta auxiliar del juez capaz de emitir y recabar informes de obligado cumplimiento.
Altamira Gonzalo ni tiene ninguna duda: "La coordinación parental pretende ligar a los niños y niñas con el progenitor, sea bueno o sea malo para ellos, obligarles a cumplir las visitas". Para esta letrada, "este método de resolución de conflictos se está aplicando en nuestro país indebidamente en situaciones de violencia de género denunciadas, aunque lo prohíbe la CEDAW (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer), lo prohíbe el Convenio de Estambul y sobre todo lo prohíbe nuestra Ley Integral.
Derecho con perspectiva de género
Para corregir las actitudes patriarcales que detecta en nuestro sistema, la ONU le pide a España que "todos los funcionarios del sistema judicial apliquen un enfoque de género centrado en el niño, en unos casos que pueden constituir tratos inhumanos, denigrantes o incluso tortura".
No es la primera vez que la ONU da un toque a España. Actuó en el caso de Ángela González Carreño, que acabó en una condena por el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), después de que el padre asesinara a su hija a pesar de sus 51 denuncias para evitar que le dejaran a solas con la niña. O en el de Irene Costumero, que sentó en el banquillo a cuatro funcionarios de los Servicios Sociales de la Diputación Foral de Bizkaia. Pero son muchas, más de 400 dicen las organizaciones feministas, las mujeres que están peleando contra una justicia patriarcal que juzga sin perspectiva de género, ni de la infancia, que aplica estereotipos anclados en el pasado y que las somete a una nueva forma de violencia: la institucional.
Desde el Consejo Estatal de Mujeres y menores resilientes con la violencia de género piden voz para las víctimas, estar en los Observatorios tanto del Ministerio como del Consejo General del Poder Judicial, amnistía para las madres protectoras juzgadas por SAP o por sus nuevas formulaciones. Pero sobre todo, subrayan, pretenden proteger y salvar a sus hijos e hijas de unas situaciones brutales, de un daño irreversible que no se puede ignorar. Al mismo tiempo, nos recuerdan unos datos demoledores: apenas se denuncia un 15% de los casos de abusos a menores, de los cuales menos de un 70% llegan a juicio. También se sabe que un porcentaje muy alto de estos abusos son intrafamiliares.