La vía diplomática en Ucrania, "difícil" sin concesiones: "Moscú no se va a ir con las manos vacías"
- El Kremlin descarta una reacción “inmediata” a los documentos de Washington y la OTAN
- La retirada de tropas rusas “solo puede darse a cambio de contraprestaciones”
Rusia analiza estos días las respuestas por escrito que ha recibido esta semana de Estados Unidos y de la OTAN a las garantías de seguridad que ha pedido Moscú para encontrar una salida a la crisis en Ucrania. El Kremlin ya ha señalado que se tomará su tiempo para estudiar un texto cuyo contenido se desconoce, lo que podría llevar a que algunos interpretaran que “hay concesiones a Moscú que no se quieren reconocer abiertamente”, según afirma a RTVE.es el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), Jesús Núñez Villaverde.
El Kremlin ha descartado una reacción "inmediata" a las garantías de seguridad que ha pedido Moscú para encontrar una salida a la crisis en Ucrania.
Washington y la Alianza Atlántica han rechazado que la OTAN renuncie a la política de puertas abiertas a Ucrania y otros países, una de las garantías de seguridad exigidas por Rusia. Aunque el diálogo entre las partes siga abierto, Núñez Villaverde destaca que “Moscú no se va a ir de esta historia con las manos vacías”.
Retirada de tropas, “solo a cambio de contraprestaciones”
El despliegue de fuerzas rusas en la frontera con Ucrania comenzó en noviembre de 2021 y ha ido aumentando de forma progresiva hasta llegar a los más de 100.000 soldados. Rusia ha informado de ejercicios aéreos en la península de Crimea, que se anexionó en 2014, así como en regiones próximas a Ucrania. También desplazará tropas a Bielorrusia, donde los días 10 y 20 de febrero se llevarán a cabo maniobras militares ruso-bielorrusas, calificadas por Occidente de “preocupantes”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado que hay “una clara posibilidad” de que Rusia invada Ucrania en febrero. Washington y la OTAN buscan que Moscú retire sus tropas de la frontera ucraniana y, tras recibir sus respuestas, el presidente ruso, Vladímir Putin, no cierra el diálogo.
Sin embargo, el repliegue de las fuerzas rusas “no será el próximo paso que dé Moscú”, según afirma Núñez Villaverde, quien recalca que “no hay que descartarlo en el futuro”.
“Sería una señal de desescalada y de que Moscú consigue algo después de esta apuesta militarista”, explica Núñez Villaverde. “Rusia ha dicho que se va a tomar tiempo en responder (…) Eso le da tiempo para seguir manteniendo el interés por el diálogo, pero también manteniendo la acumulación de fuerzas, contando con que lo que ya hay es suficiente para llevar a cabo acciones militares importantes”, asevera.
Por su parte, el catedrático de Ciencia Política de la Universidad Pablo de Olavide, Manuel Torres, indica a RTVE.es que la retirada de tropas rusas “solo puede darse en la medida en que Putin pueda vender a su opinión pública que eso se produce a cambio de contraprestaciones”. “Occidente conseguirá invertir un poco el orden de los acontecimientos si es capaz de ofrecerle algo a Putin con lo que pueda justificar ante sus ciudadanos el por qué va a dar marcha atrás”, subraya.
Mantener la vía diplomática, "difícil sin una concesión tangible"
Entre las garantías de seguridad que exige Rusia para rebajar la tensión en Ucrania está poner freno a la expansión de la OTAN, la retirada de tropas y armamentos de la Alianza en países que hacen frontera con Rusia y el cese de cooperación militar con antiguas repúblicas soviéticas. Sin embargo, en su respuesta a Moscú, tanto Washington como la OTAN han rechazado que la Alianza renuncie a la política de puertas abiertas.
Torres recalca que “va a ser difícil que la vía diplomática se mantenga abierta si no hay algún tipo de concesión tangible de algo que Rusia pueda interpretar como un gesto de buena voluntad”. “La visión rusa es que esa pretensión de dialogar y la vía diplomática es simplemente un intento de dilatar la situación, de prolongar lo inevitable”, advierte.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha asegurado que las respuestas de Estados Unidos a Rusia contienen elementos racionales en “asuntos secundarios”, como en lo relativo al emplazamiento de misiles de corto y medio alcance.
“Recordemos que dentro de la Guerra Fría hubo posibilidades de acuerdo en armas estratégicas nucleares, en armas tácticas, en armas convencionales entre Moscú y Washington. Si eso ha sido posible en la Guerra Fría, por qué no va a serlo hoy”, indica Núñez Villaverde.
La respuesta “sin prisas” de Putin a las propuestas de EE.UU. y la OTAN
Occidente ha tardado más de un mes en responder por escrito a las propuestas de garantías de seguridad de Moscú y ahora el Kremlin ha descartado una reacción “inmediata”. Lavrov ha informado de que Putin ya tiene “todos los documentos” y ha recalcado que primero habrá “consultas interdepartamentales”. Además, el presidente ruso consultará con los militares las medidas que tomará si Occidente ignora sus demandas.
“Estamos en un juego de ida y vuelta absolutamente previsible en el sentido de que la OTAN nunca va a poner por escrito que renuncia la integración de nuevos países, ya no solamente de Ucrania, y que, por su parte, Moscú no se va a ir de esta historia con las manos vacías”, señala el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH).
Por su parte, el catedrático de Ciencia Política de la Universidad Pablo de Olavide afirma que Putin “busca un compromiso de que esos países (Estados Unidos y la OTAN) cerrarán la puerta no solo a Ucrania, sino a cualquier país de esa órbita que Rusia cree tener derecho a establecer, no van a integrarse nunca en la Alianza”, algo que Torres recalca que es “muy complicado desde la propia lógica democrática”. “La respuesta de no cerrar la puerta, no da mucha esperanza a Rusia de que esa condición que ha impuesto sea aceptada”, añade.
Concesiones “secretas” en las negociaciones
Como en toda negociación, se desconoce por ahora el contenido exacto de los documentos presentados por Estados Unidos y la Alianza Atlántica. Núñez Villaverde considera que “no es buena señal porque hace pensar que no quieren que se sepa”. “Pueden argumentar que es para preservar la intimidad del asunto, pero transmite la idea de que puede haber cosas que no quieren que sepamos. Esa opacidad se interpretaría en clave de que hay concesiones a Moscú que no se quieren reconocer abiertamente”, dice el codirector IECAH.
Por su parte, Manuel Torres afirma que la transmisión de las negociaciones a la opinión pública “casi en tiempo real no facilita el acuerdo”. “Sobre todo porque los distintos Gobiernos tienen que mantener en ocasiones discursos diferentes hacia su opinión pública y luego hacia la otra parte”, recalca.
Los motivos de las garantías de seguridad que exige Rusia a Estados Unidos y a la OTAN van más allá de lo que se conoce, a juicio de algunos expertos. El politólogo Kirill Rogov asegura que "la confrontación con Occidente es fuente de legitimidad para Putin a nivel interno. Anexionarse Crimea disparó su popularidad en 2014, tras un período de protestas. Ahora busca algo similar".