Las familias de las víctimas del Domingo Sangriento piden justicia 50 años después
- Miles de personas han desfilado por el recorrido original de la marcha organizada el 30 de enero de 1972
- Johnson presentó una propuesta de ley encaminada a conceder una amnistía a los militares que sirvieron en Irlanda del Norte
Las familias de las víctimas del Domingo Sangriento han marchado este domingo por las calles de Derry, Irlanda del Norte, para recordar a los 14 civiles asesinados por el Ejército británico hace 50 años y mantener viva su lucha para llevar ante la justicia a los autores de esta masacre.
Acompañadas por miles de personas, han desfilado por el recorrido original de la marcha organizada el 30 de enero de 1972 para denunciar la discriminación que sufría la comunidad católica-nacionalista en Irlanda de Norte a manos del Gobierno de Belfast, sectario y reservado solo para partidos unionistas-protestantes.
El trayecto aquel día estaba diseñado para concluir en el Ayuntamiento, pero las medidas impuestas por la Policía para impedirlo desembocaron en disturbios, lo que dio pie a que entrase en el barrio católico del Bogside el primer batallón del Regimiento de Paracaidistas.
"Recuerdo muy bien ese día. Mi padre nos dijo a los más jóvenes que nos quedásemos en casa porque se decía que habría enfrentamientos en la calles", ha explicado a Efe Gerry Duddy, quien tenía 14 años cuando su hermano Jackie, de 17, se convirtió en la primera víctima mortal del Domingo Sangriento.
Ninguno de los responsables de los disparos ha sido condenado
La marcha organizada este domingo, liderada por niños, sí ha llegado al Ayuntamiento antes de emprender el regreso al Bogside, donde se ha celebrado un acto conmemorativo ante el Monumento del Domingo Sangriento y en el que las familias han depositado fotografías de sus seres queridos.
También han participado en esta ceremonia el primer ministro irlandés, Michaél Martin, y su titular de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, quienes han efectuado una ofrenda floral ante el monumento después de escuchar los nombres de todos los heridos y fallecidos en el Domingo Sangriento.
Martin se ha reunido a continuación en privado con las familias, a las que ha agradecido su dedicación para llevar a cabo una "persistente, digna y valiente campaña" para buscar "justicia, verdad y responsables". El taoiseach (primer ministro) ha declarado a los medios que el Gobierno de Dublín apoya los esfuerzos de los activistas para lograr que los tribunales castiguen a los responsables de aquella atrocidad.
“Nuestros hijos fueron enterrados hace 50 años, pero todavía no los hemos sepultado“
Ninguno de los responsables de los disparos ha sido condenado y en julio pasado los fiscales británicos dijeron que el único soldado británico acusado de asesinato no sería juzgado, una decisión que está siendo impugnada por los familiares.
"Debería haber un camino hacia la justicia", ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores irlandés a la emisora estatal RTE después de reunirse con familiares de las víctimas. "Alguien dijo, nuestros hijos fueron enterrados hace 50 años, pero todavía no los hemos sepultado... porque no tenemos justicia”, ha dicho Coveney, quien ha reiterado la oposición del Gobierno irlandés a una propuesta del primer ministro británico, Boris Johnson, para detener todos los juicios de soldados y militantes para tratar de dejar atrás el conflicto.
Un portavoz del Gobierno británico ha dicho que están "absolutamente comprometidos a abordar los problemas heredados de manera justa". "Esto incluirá medidas que se centren en la recuperación de información, para que las familias puedan saber qué pasó con sus seres queridos y que promueven la reconciliación, para que todas las comunidades en Irlanda del Norte puedan avanzar", ha dicho el portavoz.
Cameron pidió perdón a las familias
Después de años de campaña, las familias obligaron a Londres a lanzar una nueva pesquisa y el nuevo Informe Saville calificó en 2010 de "injustificada e injustificable" la actuación de los soldados, quienes sabían además que estaban ofreciendo "falsos testimonios" al tribunal Widgery.
El entonces primer ministro británico, el conservador David Cameron, tuvo que pedir perdón a las familias y subrayar que todos los fallecidos y heridos en el Domingo Sangriento no eran miembros del IRA, sino civiles inocentes.
"Cameron se disculpó y dijo que todos somos iguales ante la ley, pero me pregunto entonces por qué no hay aún militares procesados y condenados por el Domingo Sangriento", ha dicho Gerry Duddy, quien ha denunciado los planes del actual premier, Boris Johnson, para "ocultar la verdad no solo sobre esta atrocidad, sino de otras cometidas" la región.
Johnson presentó el pasado mayo una propuesta de ley encaminada a conceder una amnistía a los militares que sirvieron en Irlanda del Norte durante el conflicto, una medida que se aplicaría también a los paramilitares, pero que cuenta con el rechazo de todas las fuerzas políticas de la región, ya sean unionistas o nacionalistas.