La mujer que presuntamente mató a su hija en un hotel de Logroño acusa a la abuela
- Las acusaciones han insistido en que no tenía ningún trastorno psiquiátrico y que tomó la decisión cuatro meses antes
- La defensa pide que se admita la eximente incompleta de anomalía psíquica y sostiene que fue la abuela antes de suicidarse
La defensa de la mujer acusada de matar a su hija de 5 años en un hotel de Logroño en enero de 2020 sostiene la asesinó la abuela materna, quien después se suicidó y su cadáver apareció en el río Ebro a su paso por la capital riojana y que ella no no participó en el asesinato.
La Audiencia Provincial de Logroño ha iniciado este lunes la vista oral por la muerte de esta pequeña Carolina, que juzgará un tribunal popular hasta el próximo 17 de febrero; y en la que el fiscal, la acusación particular, que ejerce el padre de la menor, y la acusación popular de la asociación Clara Campoamor piden prisión permanente revisable a la madre como presunta autora de un delito de asesinato.
Las tres acusaciones coinciden, según recogen Efe y Europa Press, en que fue la madre quien, presuntamente, asfixió a la niña con una almohada tras proporcionarle un somnífero y después se autolesionó con varios cortes en las muñecas y otras partes del cuerpo.
El Ministerio Público pide una indemnización de 200.000 euros para el padre, mientras que la acusación particular solicita 250.000 euros por la pérdida de la menor y otros 140.000 por los daños psicológicos y las secuelas por la muerte.
La defensa pide que se admita la eximente incompleta de anomalía psíquica y sostiene que fue la abuela quien, antes de suicidarse, administró un somnífero a su hija e nieta, asfixió a la menor y realizó varios cortes a su hija.
La defensa asegura que la acusa no planeó ni participó en el asesinato
La defensa de la madre de la niña Carolina, que murió el 26 de enero de 2020 en un hotel de Logroño presuntamente a sus manos, A.U, ha acusado a la abuela de la niña y ha manifestado que no planeó ni participó en el asesinato, siendo una víctima más y que estaba agobiada por un problema económico tras ser estafada.
Además, la defensa de la acusada ha hablado del "deseo de protección" de la madre de Carolina, por la delicada salud de esta última, que el padre de la menor interpretó como un "control obsesivo" por la falta de entendimiento entre los dos, que ya no eran pareja.
También se ha referido a la "fragilidad psíquica de la madre", señalando que "es la abuela la que toma las decisiones" y ha relatado cómo el fin de semana de los hechos recogió a la niña del colegio el viernes e hicieron lo habitual: jugar y ver películas.
Ese fin de semana, según la defensa, el tío de la pequeña estaba en casa de la abuela, donde también vivía la madre y, por tanto, estaba Carolina. La abuela le dijo a la madre de la niña que necesitaba que le diera el aire, agobiada por sus problemas económicos que sólo había compartido con su hija. Así, le pidió que cogiera a la niña, dormida, y se las llevó a Logroño, para salir de Haro. Una vez en la capital riojana le comunicó a la acusada que había cogido un hotel, para que no pasaran frío mientras ella se despejaba.
La niña se despertó, pidió desayunar y compartió un colacao y un croasán con su madre, según la versión de la acusada. Después, ambas volvieron a dormirse a causa de un medicamento que les dio la abuela. La hoy acusada manifiesta que se despertó, vio la sangre y comprobó que la niña no se despertaba.
Los vídeos, pieza angular de las acusaciones
Por contra, en el escrito de acusación, el fiscal considera que la madre de la niña planeó su asesinato como "último acto posesivo" antes del suicidio. Relata, también, que lo hizo junto a la abuela de la niña para, después, matarse ambas, algo que sólo llegó a realizar esta última.
En este sentido, la acusación particular, en su informe añadido al de la acusación pública y leído al inicio del juicio, se ha apoyado en que, días anteriores, la acusada preparó veinte vídeos, en los que manifestaba encontrarse en plenas facultades, realizando un "relato subjetivo de su historia con el padre y referencias al sistema judicial".
"Si estais viendo este vídeo es que ya no estoy", decía explicando que "no es un arrebato" y sin hacer "referencia a su madre ni ninguna intención de ésta". Además, cuando se le informa de fallecimiento de la madre "manifiesta que, tras mucho tiempo pasándolo mal, llegó a la determinación de quitarse la vida y llevarse a su hija", porque de dejarla con el padre "no tendría futuro".
Se ha referido, además, a la muerte como violenta, recalcando que llevaba suministrando a la niña medicina para dormir cuatro meses. Para la acusación particular llevaba ese tiempo programando los hechos.
La acusación ha añadido cómo el informe del alta de la Unidad de Psiquiatría del Hospital San Pedro indica que no presentaba patología y sí un rasgo de personalidad "obsesivo compulsivo y narcisista".
La acusacion popular, por último, ha puesto el acento en que la acusada no salió del hotel hasta que la niña estuvo muerta y, al ser detenida, "refiere de forma espontánea que no le sorprende", además de relatar la intención de suicidarse tanto de ella como de la abuela. En los vídeos, ha reiterado, se ve la "intención de no dejarla con vida" y "no se ha arrepentido en ningún momento de los hechos