Ibercaja retrasa su salida a Bolsa más allá de febrero
- El banco aragonés se muestra prudente ante la alta volatilidad del mercado
- La salida a Bolsa estaba prevista para febrero
Ibercaja ha comunicado hoy a la Compañía Nacional del Mercado de Valores que esperará para salir a Bolsa a que los mercados vuelvan a una situación de mayor normalidad. Hace apenas 10 días anunció que lo haría en febrero.
El Consejo de Administración del banco aragonés toma esta decisión “a la vista de la alta volatilidad que se está registrando en los mercados de capitales internacionales en los últimos días, derivada de la situación de elevada tensión geopolítica mundial”, en una referencia implícita a la inestabilidad que genera la crisis en Ucrania.
Volatidad en el mercado
El arranque de las Bolsas internacionales en el comienzo de este año ha sido peor de lo esperado. En España, el Ibex 35 ha caído en enero más de un punto porcentual.
“El momento es complicado para los bancos“
Además, "el momento es complicado para los bancos porque los tipos de interés podrían subir también por encima de lo previsto. Los inversores buscan refugio en valores como el oro, la renta fija o las divisas" según señala Javier Santacruz, analista financiero. "Y existe el temor a que la inflación, que está muy alta, continúe así durante mucho tiempo", añade.
Según Santacruz, la inflación penaliza especialmente a la banca porque no tiene capacidad de subir los tipos de interés que aplica a los préstamos si antes no lo hace el Banco Central Europeo que, además, se está resistiendo a ello.
En el trasfondo de la decisión de Ibercaja está además el conflicto ucraniano y la desestabilización que genera. Algunos bancos en Francia, Alemania e Italia, parecidos en tamaño al aragonés, también han suspendido su salida a bolsa.
Ibercaja podría retrasar la operación hasta el verano, momento en el que los analistas calculan una bajada de los precios y esperan que la tensión con Rusia se rebaje.
A pesar de este retraso, la salida a Bolsa del banco mantiene el interés de los inversores institucionales porque buscan en este tipo de bancos su mayor diversificación, solvencia y control de costes. Y porque "a diferencia de los grandes, encajan mejor los posibles movimientos regulatorios que se esperan para los próximos años" destaca Santacruz.