Díaz llama a aparcar las "rivalidades partidistas" y aprobar la reforma laboral: "Rechazarla es decir 'sí' al proyecto PP"
- Pide avanzar hacia "un verdadero cambio cultural" que "da la espalda a la temporalidad" y "retiene el talento de la juventud"
- El Congreso debate y vota la reforma laboral pendiente de convalidación tras su aprobación en el Consejo de Ministros
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha lamentado este jueves que la convalidación de la reforma laboral, la que a su juicio es la "norma más importante de la legislatura", se sustancie "en las rivalidades partidistas" y "los debates superficiales", por lo que ha llamado a aquellos partidos que aún están en el 'no' a elegir entre dejar atrás o no el "modelo fracasado" del PP y avanzar así hacia "un verdadero cambio cultural" que "da la espalda a la temporalidad" y "retiene el talento de la juventud". "Si una norma contiene avances, hay que votar a favor", ha subrayado.
En el debate en el Congreso de los Diputados para la convalidación del Real Decreto-ley de la reforma laboral, que fue aprobado por el Gobierno en diciembre, Díaz ha agradecido el apoyo de Ciudadanos, el PDeCat, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Teruel Existe, el PRC y la Unión del Pueblo Navarro (UPN), cuyos votos afirmativos suman junto al PSOE y Unidas Podemos una mayoría de 176 diputados, pues finalmente los diputados de UPN mantendrán la disciplina de voto pese a no estar de acuerdo con la decisión tomada por la dirección del partido. Por su parte, ERC votará en contra, al igual que el bloque liderado por PP y Vox, al que también se han unido PNV, EH Bildu, BNG, la Cup, Foro Asturias y el exdiputado de Cs Pablo Cambronero (en el Grupo Mixto), lo que supone un total de 173 diputados.
La titular de Trabajo ha expresado su "ilusión" ante la aprobación de "una norma decisiva que tiene tras de sí una década de luchas para devolver la dignidad que la reforma del PP arrebató", pero también su "preocupación" por no haber conseguido trasladar su contenido: "Tengo la sensación de que no hemos abordado con rigor y con seriedad lo que esta reforma laboral supone", ha dicho la vicepresidenta segunda, que ha matizado que durante estas semanas de negociación solo ha escuchado "proyectos personales, humo, maquillaje, esto no cambia nada…" frente "a ultraactividad, prioridad de convenios o lucha contra la precariedad", que bajo su punto de vista es de lo que se trata.
"Me apena que el debate se sitúe en el campo de las rivalidades partidistas", ha destacado, pues en su opinión la reforma ya ha demostrado que funciona en su primer mes de vida, después de que enero haya cerrado con más de 238.600 contratos indefinidos y la cifra se haya elevado hasta el 15 % del total de firmas, según los datos publicados este miércoles por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). "Me entristece que una norma, la más importante de la legislatura, se sustancie en debates superficiales que no ayudan a superar el descrédito de la política", ha recalcado.
La norma tiene como objetivo prioritario reducir la temporalidad en España, uno de los males endémicos de nuestro mercado laboral, y para ello contempla la reducción de contratos temporales, convirtiendo al indefinido como el habitual, al tiempo que España cumple con las exigencias de la Comisión Europea para poder recibir una nueva partida de los fondos europeos. Además, recupera el equilibrio entre trabajadores y empresarios en la negociación colectiva, pone en marcha un nuevo mecanismo similar al ERTE que ofrece flexibilidad a las empresas que necesiten ajustar su plantilla y aumenta las sanciones para las empresas infractoras.
"Decir sí o no al modelo fracasado del PP"
Enfrente, ha dicho, se sitúa la reforma laboral aprobada "unilateralmente" por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012, que "destruyó más de un millón de empleos en los primeros dos años", "entronizó el trabajo basura", "despreció el diálogo social", provocó dos huelgas generales e incluso fue impugnada por el Tribunal Constitucional. Y ha recordado que entonces se recurría al "mantra del mal menor" para justificarla: "Mejor un trabajo de miseria que nada".
Según ha destacado, el PP con su reforma "nos ha obligado a escoger entre la miseria y la nada" y "han atado las manos de las personas trabajadoras de este país con la devaluación salarial". "Hemos tardado 11 años en recuperar los niveles de empleo anteriores", ha añadido. Por ello, ha dicho la vicepresidenta, votar en contra este jueves a la convalidación de la ley acordada con los agentes sociales es "confirmar para siempre" una norma "agresiva", con un "modelo de precariedad, bajos salarios, subcontratación pirata y prejuicio antisindical de la derecha".
"Dar la espalda a esta reforma es devolvernos a la casilla de salida en el juego funesto de la precariedad", ha enfatizado Díaz, quien "no encuentra un argumento sólido para votar en contra" ni "para enrocarse ante un Real Decreto-ley que ya ha hecho sentir sus efectos en el mercado laboral y en la vida de tantas personas trabajadoras". "Hoy se vota 'sí' o 'no' al modelo fracasado del PP, 'sí' o 'no' a un trabajo decente", ha insistido.
Entre otras medidas, Díaz ha destacado que el Real Decreto-ley del Gobierno recupera la ultraactividad indefinida, algo que de por sí "justificaría el voto afirmativo"; pero también deroga la prioridad de los convenios de empresa, lo que "significa acabar con el instrumento más pernicioso articulado por el PP para bajar los salarios". Además, "trabajar en una subcontrata ya no será sinónimo de precariedad", mientras que la contratación indefinida "es ya la norma en nuestro país". "Esto no es humo, es tangible", ha asegurado la vicepresidenta.
Una norma fruto "del consenso y la generosidad"
La titular de Trabajo ha defendido que este decreto es "el resultado claro del acuerdo, del consenso y de la generosidad, de la ética de la responsabilidad, de muchos meses y mesas de negociación", pues el Gobierno y los agentes sociales negocian desde la pasada primavera sus contenidos, y ha dado las gracias tanto a las patronales como a los secretarios generales de UGT y CC.OO., Pepe Álvarez y Unai Sordo, que han seguido el debate desde la tribuna.
"Creo que este pacto es una gran lección para la política. Porque eso es la política: diálogo, la negociación permanente, tejer acuerdos, hacer síntesis", ha puntualizado Díaz, frente "al 'no' por el 'no', al partidismo y al ruido". "La política es cuidarse, llegar a acuerdos, aunque uno no consiga el 100 % de los objetivos", ha añadido, para después agradecer al PNV su disposición a "discutir los contenidos y ser serio en el debate", a pesar de que votará en contra tras no conseguir incorporar la prevalencia de los convenios autonómicos.
Otro de los socios de la investidura que se ha descolgado del voto a favor de la reforma ha sido ERC. Precisamente la ministra se ha dirigido a los escaños ocupados por los republicanos cuando ha asegurado que "la lectura atenta de este Real Decreto-ley les ha permitido comprobar qué hay y qué no hay en su texto" y "en ninguna de sus páginas hay resignación y complacencia": "Hay firmeza, compromiso colectivo y mirada larga".
"El texto está escrito al dictado de la confianza y la responsabilidad, una responsabilidad que hoy debemos hacer nuestra con un voto afirmativo" y con "el orgullo de proteger a las personas trabajadoras de nuestro país", ha instado Díaz, con el fin de que otros partidos se sumen a la votación a favor. En este sentido, la vicepresidenta ha reivindicado la "trascendencia histórica" de la reforma, ya que supone -ha dicho- un "cambio de paradigma" a "una cultura de la precariedad", que "da la espalda a la temporalidad" y "retiene el talento de la juventud". "Cualquier avance merece un voto afirmativo. Nadie que haya vivido en la precariedad quiere volver a ella", ha concluido.
En cualquier caso, fuentes de Moncloa han señalado a RTVE que, a pesar de estas discrepancias, mañana seguirán "como siempre". "Quedan dos años, hay mucho por hacer, y esto no quiebra nada la relación con los socios", han insistido.