La indecisión se apodera de Costa Rica en las elecciones presidenciales
- Este domingo Costa Rica votará al sustituto de Carlos Alvarado entre un abanico de 25 candidatos
- Las últimas encuestas reflejaban un 30% de indecisos a una semana de los comicios
Un 30% de los electores todavía indecisos y un amplio abanico de 25 candidatos reflejan el complejo panorama electoral al que se enfrenta Costa Rica en los comicios que celebra este domingo para elegir al sustituto de Carlos Alvarado. El actual presidente, el más joven de la historia reciente del país, abandona el cargo sin apenas apoyos, tras cuatro años marcados por la consolidación de una reforma tributaria impopular y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Este domingo, 3,5 millones de costarricenses están llamados a las urnas para elegir a su nuevo presidente y a los 57 diputados que conformarán la Asamblea Legislativa del país para el periodo 2022-2026. Entre la multitud de opciones, la más amplia que los costarricenses hayan visto hasta ahora, se encuentran experimentados políticos, economistas, abogados, periodistas, médicos, predicadores evangélicos y hasta un expresidente, que parte como uno de los favoritos.
Jose María Figueres Olsen, hijo del tres veces presidente José Figueres Ferrer, gobernó el país del 1994 al 1998 y busca ahora volver al poder apelando a su experiencia y a la del Partido de Liberación Nacional, nacido hace más de 70 años. También destaca Lineth Saborío, una de las escasas cuatro opciones femeninas y la única de ellas con una representación importante en las encuestas. De alzarse con la victoria, la candidata del partido de centroderecha Unidad Social Cristiana (PUSC), se convertiría en la segunda mujer en gobernar Costa Rica después de Laura Chinchilla (2010-2014).
Entre los aspirantes también se encuentran dos predicadores evangélicos: Fabricio Alvarado, candidato del Partido Nueva República y Eduardo Cruickshank, de Restauración Nacional. Alvarado, que ya tiene experiencia en la carrera electoral, perdió en la segunda ronda de las elecciones presidenciales de 2018 ante Carlos Alvarado, candidato del partido centro izquierdista Acción Ciudadana y actual presidente.
Las encuestas auguran una segunda ronda
Los resultados de la última encuesta, realizada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica, sitúan a Figueres, Saborío, Alvarado, al diputado y abogado José María Villalta, y a los economistas Rodrigo Chaves y Eliécer Feinzaig, como los aspirantes que obtienen apoyos superiores al margen de error de la encuesta, del 3,1 %.
Según esta misma encuesta ninguno de los aspirantes alcanzaría el 20% de apoyo, lo que auguraría una inevitable segunda ronda al tratarse de porcentajes muy lejanos al 40% necesario para ganar en la primera vuelta. De ser necesaria una segunda, como ya ocurrió en las dos últimas elecciones, se celebraría el 3 de abril y el nuevo presidente tomaría posesión en mayo.
Ahora bien, los resultados sitúan el porcentaje de indecisos en torno al 30%, por lo que su decisión final este domingo podría establecer un escenario distinto. De hecho, el CIEP ya ha advertido que en los dos procesos electorales anteriores y en el actual se ha observado volatilidad en los votantes.
El elevado número de candidatos refleja la amplia oportunidad de participación del sistema costarricense. El CIEP publicó tres encuestas en enero en las que más del 40% de los encuestados decía sentir estrés ante los comicios y una tercera parte de los indecisos admitió sentirse "confundida entre tantos políticos". La jefa de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos, Isabel de Saint Malo, ha comentado que la cantidad de candidatos efectivamente "agrega complejidad al proceso" pero que "es parte del ejercicio electoral".
"Como latinoamericana mirar a un país de la región que acude a un ejercicio debidamente preparado y organizado, donde hay multiplicidad de candidatos, que con el solo hecho de asistir están dando fe del respeto a la democracia, le agrega complejidad, pero también es motivo de celebración", ha expresado Saint Malo.
Alvarado dejará el cargo sin apoyos
El mandato del actual presidente, Carlos Alvarado, ha estado marcado por la reforma tributaria, un proyecto considerado necesario por los expertos para sanear las finanzas públicas, pero rechazado por múltiples sectores costarricenses por los nuevos impuestos que incorporaba.
Alvarado, por lo tanto, se marcha del cargo con escasos apoyos por parte de la población y habiendo cerrado el año con un déficit fiscal del 5,18% del PIB, el más bajo en los últimos tres años. Los resultados de la reforma han sido escasos, también producto de la pandemia y sus efectos, pero para las autoridades las cifras demuestran el camino trazado hacia el saneamiento de las finanzas públicas que, según ellos, se verá consolidado con el acuerdo por 1.779 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, rechazado también por sectores políticos y sindicales del país.
Según los datos de una encuesta publicada el pasado noviembre por la Universidad de Costa Rica, el 72% de la población tiene una opinión negativa sobre la gestión realizada por el Gobierno, con la única excepción del mes de abril de 2020, cuando se le atribuyó una buena gestión de la pandemia.
El partido de Carlos Alvarado, Acción Ciudadana, formado en el año 2000, acabó con el bipartidismo en Costa Rica con el triunfo de Luis Guillermo Solís en 2014. Ahora, tras ocho años en el gobierno y a la espera de los resultados de las elecciones del domingo, el PAC prácticamente desaparece en unas encuestas en la que vuelven a despuntar los partidos históricos.