La policía israelí abre una investigación por el uso ilícito de Pegasus para el espionaje masivo
- La Policía articuló una vasta red de vigilancia donde "nadie era inmune" según la revelación del medio local 'Calcalist'
- El escándalo podría afectar al juicio contra Benjamín Netanyahu
Israel ha anunciado este lunes la apertura de una investigación nacional sobre el uso ilícito por parte de la policía de potentes programas de espionaje contra los confidentes del exprimer ministro Benjamín Netanyahu y otras figuras públicas. La revelación de la lista de afectados, avanzada por el medio hebreo 'Calcalist', sugiere que la Policía articuló una vasta red de vigilancia donde "nadie era inmune", recabando detalles de los espiados sin autorización judicial.
"Directores generales de ministerios, periodistas, empresarios, ejecutivos corporativos, alcaldes, activistas sociales o incluso familiares del exprimer ministro, todos fueron objetivos policiales y sus teléfonos pirateados" con el spyware de la empresa israelí NSO, remarca Calcalist, que ya publicó hace semanas un primer reportaje sobre el empleo ilícito de Pegasus por parte de la Policía israelí.
El diario revela que Pegasus se usó para robar información personal a docenas de personas, incluso antes de abrirse una investigación judicial, y que fue "la herramienta más útil para recopilar inteligencia" por parte de una unidad especial policial llamada ciber-Sigint, que "penetró los teléfonos de ciudadanos en secreto, en contra de la ley y asumiendo que los jueces no aprobarían tal actividad".
La Policía ha llevado a cabo investigaciones internas y ha respondido a preguntas ante el Parlamento. Omer Barlev, el ministro de Policía, ha dicho que está creando una comisión de investigación gubernamental para esclarecer las actuaciones de la Policía, después de que la Fiscalía General y el Controlador del Estado ya abrieran sendas investigaciones al respecto semanas atrás: "No habrá tales fallos durante mi mandato", ha tuiteado sobre las conclusiones de Calcalist, y ha considerado los hechos ilícitos anteriores al actual gobierno.
Al menos tres miembros del gabinete de Barlev habrían pedido realizar una comisión de investigación más independiente y extragubernamental. El presidente israelí, Isaac Herzog, también ha instado a llevar a cabo una pesquisa "exhaustiva y profunda" sobre el asunto. La Policía israelí, que inicialmente negó el uso indebio de Pegasus para espiar los teléfonos de ciudadanos israelíes sin orden judicial, admitió la semana pasada que encontró ciertas evidencias sobre un posible uso inapropiado del sistema.
"Necesitamos entender exactamente lo que ocurrió"
El actual primer ministro, Naftali Bennett, ha dicho que el asunto es "muy grave de ser cierto", aunque ha dudado sobre el tipo de investigación que debería llevarse a cabo.
Pegasus es importante para luchar contra la delincuencia y el terrorismo, pero no estaba "pensado para ser utilizado en campañas de phishing dirigidas al público o los funcionarios israelíes, por lo que necesitamos entender exactamente lo que ocurrió", ha exigido Bennett en un comunicado.
Las alegaciones de este lunes suponen también otro golpe a NSO Group, en el ojo del huracán después de que el año pasado se revelara que Pegasus fue usado por gobiernos de todo el mundo, desde Arabia Saudí hasta México, para espiar a activistas, defensores de derechos humanos o jefes de Estado como el francés Emmanuel Macron.
El escándalo podría afectar al juicio contra Benjamín Netanyahu
El diario hebreo ha señalado que Pegasus se utilizó para espiar al círculo más íntimo de Netanyahu, incluido su hijo Avner y dos asesores, y contra testigos y acusados en uno de los tres archivos por el que se juzga al exjefe de Gobierno, el caso 4.000.
En este, Netanyahu es acusado de haber hecho favores entre 2012 y 2017 al gigante de telefonía israelí Bezeq a cambio de cobertura favorable a él y su mujer en el popular digital de noticias 'Walla', ambos controlados por el mismo empresario, Shaul Elovitch, también acusado junto a su mujer, Iris.
Esto pone en cuestión el juicio por corrupción contra el exjefe de Gobierno y el resto de acusados, puesto que la investigación que derivó en su acusación se habría podido basar en informaciones recabadas de forma irregular. Ante ello, la defensa ha pedido que se pare el proceso judicial hasta esclarecer los hechos.
De hecho, la Policía habría instalado el spyware en los teléfonos de Iris Elovitch y de dos directores ejecutivos de Bezeq; del exdirector de Walla, Ilan Yeshua -testigo del caso 4.000- y otros periodistas de ese medio; además de Shlomo Filber y Avi Verguer, ambos exdirectores del Ministerio de Comunicación, viejos colaboradores de Netanyahu y testigos del caso 4.000.
La investigación también revela que Pegasus se usó para espiar a activistas que en los últimos años del mandato de Netanyahu organizaron manifestaciones periódicas para pedir su dimisión, al estar imputado en varios casos de corrupción, pero también a grupos judíos etíopes que protestaban por abusos policiales.