Así es la línea de trincheras que separa Rusia y Ucrania: soldados y cámaras vigilan cada movimiento
- Desde los pasos fronterizos los soldados ucranianos pueden detectar un avance de las tropas rusas a kilómetros de distancia
- Esta red forma parte de la primera línea de defensa de Ucrania en caso de ataque ruso
La amenaza de invasión rusa ha hecho que se levanten trincheras en lugares de Ucrania donde antes se transitaba con normalidad. Es el caso de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, que está a tan solo 30 kilómetros de la frontera con Rusia, lo que la convierte en uno de los principales objetivos en caso de avance de las tropas rusas. Por eso, desde los pasos fronterizos cercanos a este territorio se controla en todo momento cualquier movimiento que pueda producirse al otro lado.
Uno de los equipos de TVE se ha desplazado hasta los últimos pueblos habitados para conocer uno de estos puntos de control, donde soldados ucranianos nos abren paso a tan solo unos metros de la “tierra de nadie” que separa a estos dos países en conflicto.
En el puesto en el que trabaja el teniente coronel Yuri Trubachov una torre de vigilancia se eleva sobre un búnker. Trubachov, que asegura que en la zona hay muchos puestos de este tipo, explica que están dotados de cámaras de vigilancia y otros sistemas capaces de dar la alarma en caso de que un movimiento de tropas ruso. Todavía no se ha producido, pero según el teniente podrían detectarlo a kilómetros de distancia.
"Estamos solo a unos metros de la Federación Rusa"
La línea de trincheras excavada en la tierra está cubierta de la nieve que ha caído durante el invierno y recuerda a las batallas de la segunda guerra mundial. Protege toda la zona cercana a Járkov, ciudad habitada por más de un millón de personas, y está preparada para dar cobijo a los soldados ucranianos en caso de ataque ruso.
“Estas fortificaciones sirven para proteger a los soldados porque estamos a tan solo a unos metros del territorio de la Federación Rusa”, explica Trubachov a TVE. Esta red de instalaciones forma parte de la primera línea de defensa de Ucrania en caso de que los más de 100.000 soldados rusos que hay en las fronteras inicien un ataque.
Antes de 2014, año en que Rusia invadió Crimea y dio comienzo la guerra en el Donbás, esta frontera no era más que una simple valla. Ahora, sin embargo, la exhibición del potencial militar ruso a las puertas de Ucrania ha elevado la tensión y este paso fronterizo cuenta con kilómetros de alambre de espino, trincheras para los efectivos militares y una zanja que impide el paso de vehículos militares.