México anuncia su primera misión a la Luna con el envío de cinco microrrobots
- Cada uno de los robots pesa 60 gramos e intentarán analizar la superficie lunar a partir de junio de 2022
- En el proyecto han participado 200 alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
México ha elaborado un ambicioso plan para impulsar su propia agenda aeroespacial gracias a un enorme esfuerzo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que con unos diminutos robots intentará analizar la superficie de la Luna a partir de mediados de 2022.
Como si de insectos se tratase, cinco pequeños robots llegarán en junio a la Luna tras recorrer 384.400 kilómetros como parte de la 'Misión Colmena', la primera que realiza México en el satélite de la Tierra, con la participación de 200 jóvenes en el proyecto, ha señalado este martes a Efe el doctor Gustavo Medina, responsable de la investigación y titular del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.
Cada uno de los robots pesa 60 gramos y con su forma circular plana y dos ruedas con paletas y placas solares flexibles en ambas caras, buscarán primero sobrevivir en la compleja superficie del satélite y después inspeccionar el terreno para conocer más sobre la todavía muy desconocida Luna.
Una 'Misión Colmena' con cientos de robots
Medina ha explicado que los microrrobots, que actuarán de manera autónoma y se moverán con paneles solares, llevarán a cabo la compleja misión de investigar la superficie lunar, recubierta de una capa de material llamado regolito, dentro de un proyecto que apunta al desarrollo de la minería espacial.
El regolito, a diferencia de las arenas que se pueden encontrar en la Tierra, no se erosiona creando material esferoidal ni tampoco se disuelve porque no hay agua en la que pueda hacerlo. Por el contrario, tiene aristas y puntas, y algunas de las partículas de este material pueden llegar a ser extremadamente finas y pequeñas.
Ante esta situación, tal vez la opción más esperada sería enviar un robot de grandes dimensiones, "confortable", con morfología similar a la humana y con materiales muy resistentes, pero esto implicaría grandes cantidades de dinero para una larga vida útil, cuando no es lo que se necesita para una misión corta como la planteada, considera el investigador.
Con base a este planteamiento nació la Misión Colmena, cuyo objetivo es poder llevar, con el tiempo y de ser necesario, cientos, miles o millones de estos pequeños robots a la Luna para que la reconozcan y la investiguen.
Aunque hay posibilidades de que los robots fallen o no cumplan con todas las expectativas, todo lo trabajado como parte de la misión hasta el momento "ya implica avances" y, además, gracias al abaratamiento de costes se podrían hacer más intentos, ha indicado Medina.
Cinco años de preparación
"Ha sido un camino largo para llegar aquí. Se han hecho más de diez modelos conceptualmente diferentes, y una vez llegó este se hicieron muchos más hasta llegar al definitivo. Ha sido un largo recorrido con mucho estrés y mucho desgaste", ha detallado el investigador, quien ha manifestado que además, tuvieron que crear la catapulta que contenga y suelte los robots, que se colocarán en su interior como si de una caja de galletas se tratase.
La catapulta se encuentra actualmente siendo atornillada al cohete donde viajará y esta semana varios de los participantes en el proyecto acudirán a Pittsburgh, Estados Unidos, para la parte final de la integración y para armar la catapulta y "tensarla", ha explicado Medina.
Durante todo este largo, laborioso y por momentos tedioso camino, alrededor de 200 alumnos de la UNAM han aportado su granito de arena al proyecto. El investigador detalla que en las últimas décadas el acceso al espacio ha cambiado, puesto que hace algunos años muy pocos países podían llegar a él, pero ahora casi todas las naciones han empezado a impulsar sus agencias, y se ha abierto así una puerta "que ahora hay que cruzar".
México es uno de estos países y por ello en 2021 empujó la constitución de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE) que, suscrita por 18 países, busca ahora insertar a la región en el desarrollo espacial. Y aunque no forme parte de ALCE, la Misión Colmena es la apuesta de la UNAM por mirar hacia el futuro desde la innovación y resaltar las posibilidades de esta universidad, una de las más reconocidas en todo el mundo.